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lunes, 31 de diciembre de 2007

Cambio de continente

estrecho de Gibraltar , on board 30 de diciembre 2007 - Martil Marruecos 2007 diciembre 30
Despues de 2 noches en Madrid y otras 5 en el Puerto de Sta. María, en lugar de los 7 y 7 dias respectivamente que habíamos previsto, recorremos los 130 kms hasta Algeciras. Antes el gps tontón ha hecho el tonto llevandonos en dirección contraria durante un buen rato. Antes de dejar El puerto fuimos anoche a sacar más dinero de un cajero y por la mañana el máximo de cantidad que tenemos autolimnitada para sacar por dia. Por el camino, en un stop para pises, he contado lo que traíamos: unos 4000e más el equivalente a 80e en CFCs.
A la llegada a Algeciras antes de entrar en el recinto portuario un tipo con dotes de mando nos indica donde debemos parar. Al principio lo confundimos como un encargado de la zona porque ha salido del lado de una garita junto a una barrera. Identificado como un promocionador de las ofertas de tickets de una oficina lo desestimamos para ir a preguntar en otras. Los precios son de 55e y 60. Estamos en temporada baja y los barcos van semivacíos. Mejor uno de estos días que no en las fechas puntas. El año pasado hicimos este mismo trayecto y fue más agobiante por la cantidad de gente concurrente. Si Cádiz es una buena introducción al Moro, Algeciras es su broche de oro. El sello de identidad de Andalucía con el Andalus no ha desaparecido. Finalmente vamos a la estación marítima donde hay varias oficinas de billetes a comprar los nuestros que conseguimos por 45e los 3 con vehículo incluido. Por un momento, por una información alarmista que nos dicen en uno de los mostradores de venta de tickets de fuera del puerto, creemos que los paquetes de la baca nos van a ocasionar problemas pudiéndonos enviar a Aduana. No es así. No nos hacen el menor caso. Introduzco la furgo marcha atrás a la panza del buque y despues de un rato zarpamos. En Ceuta aún seguiremos en territorio español. Queremos conseguir una cámara digital y llenar el depósito de gasoil si es más económico que en Marruecos.
El ferry vibra bastante y escribir no resulta muy cómodo. Vic y Lucia Romero están junto a la barandilla hasta que la brisa las convence de volver al salón de butacas.
El viaje africano no empezará hasta cruzar la frontera ceutí que conocemos de otras muchas veces y que siempre crea demoras de tiempo. En efecto a pesar de la poca clientela del penúltimo día de año hacia las 16h, en el puesto de control de los pasaportes personales, me envían primero a hacer el control del vehículo cuando en realidad el procedimiento es al revés. He de volver y recordarle al tipo que me ha derivado que el es nuestro primer controlador en la secuencia burocrática. Hace su trabajo y tras los tres tamponazos para los tres pasaportes le pido los típicos impresos que hay que rellenar para volver a cruzar la frontera la próxima vez. A continuación Lucia y yo montamos nuestra tanda en dos garitos de aduanas distintos que se ocupan del control de vehículos. Mantener una cola ordenada es algo absolutamente desconocido en este país. A la gente le gusta aglomerarse y aunque aclares su lugar en una fila, evidentemente inexistente, antes de que te des cuenta ¡zas! sus papeles han atravesado primero la ventanilla y han llegado a captar la atención del funcionario antes que los tuyos aunque tu estés montando guardia desde mucho antes. Es algo tan repetido y conocido sin ninguna variación en los últimos 30 años que no sorprende. ¿Qué habría pasado si Descartes hubiera nacido en Marruecos? ¿Europa sería África? ¿África sería el infinito? ¿En las escuelas no se hablaría de x ni de y, ni la numeración ordinal se practicaría? No, la numeración que empleamos nos la enseñaron los árabes pero su ordenamiento cardinal lo siguen desconociendo. Se puede aliviar la espera haciendo comentarios jocosos con nativos u otros extranjeros que pasan por ese episodio del vía crucis internacional de las fronteras, pero sabes que no es el lugar ideal para las tertulias y tienes que tener los ojos puestos en zigzag para control a los que se cuelan. Con los permisos de entrada regresamos al vehículo y nos encomendamos a algún ángel de la guarda para que nos proteja los siguientes cien metros. Hemos elegido venir por Ceuta en lugar de ir por Tánger porque estábamos avisados de que otros vehículos particulares con materiales solidarios han visto demorado su paso `por bastantes horas horas e incluso por varios días.
El hombre uniformado con visera nos pregunta sobre qué llevamos en nuestro cargamento. No le convence la explicación de ropa usada y medicinas. Me hace descender para mostrarle la parte de atrás. Descargo la silla de ruedas, la escalera de aluminio y abro el armario-despensa de comida. Se me ocurre mostrarle uno de los botes de lentejas. Observa detenidamente las marcas del tapón donde pone una referencia numérica y 13:00. Posiblemente es la hora de envasado, no sé muy bien lo que es. El infiere que el bote está caducado. Lo consulta con un colega. Ambos chasquean los dientes y hacen que no con la cabeza. Entretanto han venido dos de los muchos hombres que están al acecho para ayudas no pedidas de los transfronterizos extranjeros y acarrean con la escalera, con la silla, con los botes que se desparraman de la despensa supercargada. Todo entre sonrisas e hipótesis. Sabemos que estamos en sus manos y ellos saben que está en su potestad darnos el visto bueno y paso libre o amargarnos el día. Los dos guardias que han confundido las 13 horas presumiblemente del envasado con el año 1300, fecha desde el cual la caducidad ha sido ampliamente rebasada ,caen en la cuenta que otros botes de otras marcan dan fechas de finales de decenio como margen de ingestión. Les digo varias veces que llevamos ropa y comida y que necesitamos tanto porque vamos a estar un año por el continente. Preferimos no mencionar que llevamos un cargamento para una ONG ni presentar nuestra credencial de colaboradores. Afirmo varias veces que no somos traficantes y que lo que llevamos es para trasladarlo a Mali despues de cruzar Mauritania. Por su lado Lucía intercambia palabras en árabe con uno de los controladores yeso alivia el escollo. Nos dejan pasar con la promesa que no llevamos nada que pueda dañar al país. Superando el trago unos metros más allá nos echan la ultima mirada a pasaportes y papelajo verde del coche y salimos a la explanada donde esperan docenas de Mercedes taxi colectivos para el personal de a pie. Dejamos que nos lleve una carretera tranquila hasta la entrada de Tetuán donde tomamos, en dirección mar, la carretera hasta Martil donde vive Lucia desde hace algunos meses. La ayudo en su traslado de enseres. Parece que tengo mono de traslados y despues de docenas de días haciendo el nuestro me ha quedado inercia para prestarme a hacer los de los demás. Ella y su compañera de piso cambian de uno covacha que deben abandonar antes de terminar el mes a uno incomparablemente mejor por casi el mismo precio (unos 160e/mes) junto a la avda. Miramar, una de las principales arterias urbanas. El único inconveniente del nuevo es que esta ocupado por mosquitos que se han repartido las paredes de su habitación en un intento de grafiti gestáltico. Al parecer el rio cercano explica la presencia de los zancudos. Nosotros desestimamos compartirlo para pasar esta noche porque las escaleras para llegar a la segunda planta que es donde está y la gotera que tiene casi encharcado el vestíbulo son disuasorios para Vic. Optamos por pasar la en la furgo. A partir de hoy el vehículo es nuestra piedra de Sísifo. No podemos perderla de vista, en particular mientras la lona azul y las cajas solidarias estén en su techo.
Antes de dejarla en su casa hemos ido a comer en un barecito popular típico donde hemos vuelto a probar la típica harira. Luego nos hemos ubicado casi al final del paseo marítimo. Mientras hemos hecho nuestros preparativos para instalarnos en la parte de salón-litera, algunas miradas de viandantes no han perdido detalle de nuestros movimientos. Un par de hombres, cada uno en sus puesto, creemos que, de vigilantes no san parado de observarnos.

Dentro de la furgo pruebo la batería auxiliar para el ordenador. Funciona. Ya no deberemos estar agobiados por el tiempo limitado de la batería incorporada al chisme contando con una que sin ser muy grande da tiempo de sobras para las necesidades diarias. En ruta esta batería se carga con el movimiento del motor y en caso de estar estacionados varios días usaremos las placas solares. A partir de ahora cada vez que usemos el dispositivo estamos en deuda con Paco Baldó que por 3 días ha dedicado bastantes horas de taller –de un taller impecable y cómodo para trabajar en el garaje bajo su casa- a poner en condiciones de utilidad práctica la batería que me regaló Pere B. Lo mejor que se puede hacer con las cosas es usarlas y no cargar trastos que ocupen un espacio y supongan un lastre. Es un alivio poder usar al menos este muerto. Junto a la puerta corredera y utilizando la misma carcasa de plástico donde se enrolla el cinturón de seguridad está adosado u n artilugio que ha diseñado Paco con un diodo y unas resistencias y un trifurcador de terminales hembra para mecheros. Ambos deberemos recolocarlos en la misma zona un par de centímetros más arriba el uno y otro par de centímetros mas adentro el otro para que al cerrar la puerta no presione a este y el otro deje margen para ubicar una de las garrafas de agua. El convertidor de 12 a 18v para el ordenador va de coña aunque a falta de un conector terminal que alimente al ordenador habrá que ir con cuidado con el empalme. El convertidor tiene un piloto de luz azul muy destellante que tiene el valor añadido de simular un dispositivo de alarma para los no entendidos. Un tiempo atrás Vic compró unos cacharritos de dos partes cada uno para poner en las ventanas a modo de dispositivo acústico por si eran abiertas desde afuera. Nunca los llegamos a usar ni los hemos traído pasando a engrosar el almacenamiento de objetos inutilizados de los que podemos dar noticia. Seria interesante proveernos de un sistema de alarma que al menos ocasionara una cierta perplejidad a algún oportunista con intención de robarnos. La verdad es que iniciamos este viaje sin tener resueltas todas las cuestiones técnicas o de equipamiento. Deberíamos haber venido con bidones estancos y cofres de aluminio o plástico, para la baca, en lugar de llevar cajas de cartón envueltas con un plástico de la peor calidad que no creemos que aguante hasta Mali a pesar de nuestra moderada velocidad de crucero. Falta por terminar la instalación de luces en la cama para lecturas. Ahora hay un casquillo para una lámpara de baja potencia (5 w) junto a la puerta corredera con un interruptor muy cuco y otro, pendiente de conexión, en el otro lateral colocado de tal manera desde la mitad de la cama que con una lamparita de 21w nos dará de sobras para llenarnos de dichas intelectuales nocturnas. Federico, uno de los hermanos de Vic, se asombró que lleváramos un estante lleno de libros y aseguró que no tendríamos tiempo para leerlos. Es cierto que viajando se llenan los días de múltiples cosas y el contacto con la gente te puede dejar muy poco tiempo libre para ti o te toca buscarlo en horas intempestuosas. Esperamos a partir de ahora empezar a descansar y tomarnos la historia con un cierto relax. Desde suelo marroquí Vic ha enviado un sms informando de nuestra llegada. La aventura o esta parte de la aventura de la vida, acaba de empezar. No hace tanto que ya estuvimos en Marruecos. En enero pasado estábamos regresando hacia el norte. Fue un viaje de 3 semanas y 3 personas: nos acompañó Misse.
Antes de medianoche nos instalamos para dormir. El día ha sido duro y la noche anterior hemos dormido poco. La intensidad de las últimas semanas apenas nos ha dejado ratos libres para hablar de ello. Bastante gente se ha volcado con interés por nuestro proyecto. Hemos compartido ratos con distintas personas. En la noche anterior nos despedimos de Paco y MariCarnen y de Guillermo y Lolita, cuñado y hermana de Paco, junto a la furgo que no es para nada el ideal de los vehículos viajeros pero que tampoco está tan mal para nuestro programa y propósito. Recordaremos esta última tanda de días con ellos en El puerto, comiendo juntos y compartiendo ratos de taller. Por las noches hemos ido a dormir al piso de Inés, en la urbanización Redes a pocas manzanas de la suya: El Águila. Inés nos ha prestado su piso en otras ocasiones y MariCarmen lo ha preparado para que encontráramos la habitación caldeada y la cocina con lo necesario para los desayunos.
En la penúltima noche en la península, en Cádiz, compartimos una comida con Manoli SanJuan y sus hijas Inma y Ester y su hijo Jorge. Nos hicimos regalos. Manoli preparó una cartera de cuero de Ubrique para Vic y un llavero, con un abrechapas metido dentro de una reproducción de una chapa, para mí. (Eso me hace recordar que en Dinamarca los bebedores de cerveza llevan invariablemente unos indiscretos abrebotellas en sus llaveros. Les propondré este modelo). Luego nos acompañaron por la ciudad para encontrar unos casquillos para bombillas de automóvil. Finalmente dejamos pagado uno de los casquillos con interruptor incluido de los que usan los taxistas para cobrar para Paco pidiéndole que nos dejara el suyo.
Por la noche pasamos una velada hasta tarde con Aurora Montero y su marido Pepe y una pareja de amigos: Miguel y Maite. Los dos hombres están empleados por la armada y estuvieron en Elcano como oficiales. Me enteré de interesantes medidas ecológicas que cumplen los barcos de la armada española para no ensuciar las aguas marinas. Se interesaron mucho por nuestro viaje y nos agasajaron. Brindamos con un Codorniu que trajimos y nos regalaron una bolsa de polvorones y turrones. Luego nos acompañaron hasta la furgo que les mostramos no sin cierta vergüenza con todo su desorden y camuflaje marroquí.

Ls piezas del puzzle

Las hojas caidas de una higuera en un patio


Barcelona 30 noviembre 2007
En Fnac Triangle adquirimos una memoria externa de 150 gb, mucho mas manejable que las que tenemos y una alternativa mejor que los pen stick de 2 memorias o los mp4 de 4 u 8gb.Esta unidad Iomega es extraplana y de bolsillo. Nos permitirá ir haciendo copys de los trabajos que hagamos en el ordenador por si estos nos son robados y también de las fotos. También hemos comprado otro convertidor 12v-220 de 300w con la doble posibilidad de conectarlo a la terminal del mechero del coche o a los bornes de la batería.
Tras la visita a los Talleres Uris de Canyamars, recomendados por Francesc Baselga, y presupuestarnos cuando menos unas 10 horas de trabajo para instalar una batería auxiliar bajo el asiento con un conmutador (500e) más los 450 de una baca más el tiempo o de montaje e instalación de esta decidimos buscar una opción alternativa y más barata. Contra nuestra presunción advertimos que no tenían tanto práctica del tema como habíamos supuesto y el viaje expreso hasta su localidad fue totalmente superfluo. En cualquier otro taller podíamos haber hecho la misma consulta y probablemente nos habríamos encontrado con lo mismo. La idea de la batería auxiliar prácticamente la tenemos desde que adquirimos la furgo y henos preguntado acerca de ello en un par de talleres de nuestro barrio, en uno se declararon incompetentes y en el otro, se llama Ariel, se molestaron porque hacia años que no les llevábamos ninguno de nuestros vehículos despues de haber sido clientes suyo.
El rato que pasamos con los mecánicos de Uris, que nos atendieron muy amablemente, sí sirvió para algo: hacernos pensar. Tenemos una furgo limitada sin el espacio de las grandes furgo-vivienda ni de los autocaravanning para alojar otra batería. En realidad no necesitamos una instalación fija. Lo mismo que con la nevera eléctrica portátil puede ser de quita y pon. Lo que es mas, podría ser la mejor solución. Tener una segunda batería externa al motor y cargarla indirectamente a través del convertidor.es un proceso complicado pero una forma de recarga. Lo que hemos de averiguar es si una continua descarga y recarga de la batería no va a afectarle la duración de su vida. En cuanto a la otra opción de las placas fotovoltaicas Elektron no da señales de vida con nuestro encargo.
.En el túnel del tiempo con la presentación de la analítica de sangre donde el indicador de IgG nos coloca con el límite positivo de anticuerpos de hepatitis A pero sin dar la tasa de haberla pasado. Aun así optamos por vacunarnos dada nuestra afición a los pinchazos en estas semanas. Hoy la enfermera de manos temblorosas nos ha colocado cuatro agujas a cada uno y nos ha dado por terminados con las indicaciones que nos ha repetido por dos veces del gelocatil en caso de fiebre y hielo en caso de inflamación. Hemos preguntado en Recepción primero y en Secretaria después sobre la posibilidad de devolución de tasas dado que íbamos a hacer una colaboración con una ONG. Al personal que se lo hemos comentado ha mostrado su extrañeza diciéndonos que tan solo policías y gente de ministerios están exentos de su tasa. Hemos hecho el ridículo con el papelito de CCONG en el que ruega (del verbo rogar, implorar) que las vacunas nos sean suministradas gratis. Nuestro informador y firmante del papelito nos había asegurado que de haberlo visitado antes las de fiebre amarilla y antimenigítica también nos hubieran salido gratis. Hubo una segunda información también que se le fue la mano, que los visados a Mauritania (entre 30 y 50 euros cada uno) nos saldrían gratis porque conoce a la secretaria de la embajada en Madrid y porque le hizo un porte gratis al pueblo del embajador. Unos días despues nos dijo que puesto en contacto con ella le dijo que el embajador había sido cambiado y que no podía librarnos de tal pago. Dos afirmaciones contradichas por los hechos. Bueno, sólo son dos.
Cuando le hemos preguntado a la médico-conferenciante (hemos entrado en su despacho pero hemos declinado su invitación a sentarnos para evitar más cháchara de lo mismo) sobre la posibilidad de consulta vía internet durante nuestro viaje por si nos enfrentamos a algún síntoma ha contestado lo propio de unas instalaciones ministeriales: no procede. Point. Ha añadido algo así que una consulta puede coincidir con que estén de vacaciones.¿Quéee? Nos han dado antipalúdicos para los dos para cinco meses dentro de una bolsa que no verificamos.
De la lista inicial de preparativos y gestiones antes de salir hay unas cuantas pendientes. Las señaladas fechas navideñas y las citas familiares han hecho algo de estresante.
Hasta la última semana en casa no nos pusimos las pilas para alquilar la plaza de parking. Montse, nuestra inquilina, pasa por una coyuntura económica personal desfavorable y nosotros también necesitamos algo más de dinero, con lo cual la vivienda se la hemos alquilado a ella y el parking a otro vecino: Pedro Roldán el cual nos ha dado confianza de cumplir lo pactado pagándonos 70e mensuales. Luego supimos que otro vecino que alquilaba una de sus plazas mientras estaba colgando el cartel de anunciarlo en el mismo garaje una persona lo abordó para contratárselo, también por esa cantidad. Con Pedro nos hemos comprometido por escrito a mantener el precio y el trato hasta mediados de enero del 2009.
El puzle se ha ido completando aunque necesitábamos un par de semanas más para tenerlo todo más atado. Los 45/50 días a contar desde antes de la salida de Barnápolis tenían que haber sido al menos 60. Alia jacta est.

En el Club de los Cojos


un mundo de plastico





El Puerto de Sta María 27dic2007
Algunas de las veces que hemos pasado por Arles una escultura que nos gusta contemplar es la del escultor arlesiano Jean Turcan,(1846-1895) l´aveugle et le paralitique, que esta ubicada en un recinto municipal. Durante años vengo perdiendo la vista que es uno de mis principales instrumentos de trabajo. Por su lado Vic aumenta en envergadura corporal y pierde la agilidad física para el desplazamiento. De algún modo ella iba a ser mis ojos y yo sus piernas. El cojo carga simbólicamente con el ciego en la escultura de Turcan. Esa previsión nos está fallando. El mes y medio de esfuerzo con la mudanza de las cosas de casa ha dañado mis rodillas. Salvo una sola vez en que fui ayudado todos los viajes me los he tragado solo. No creímos que fueran necesarios tantos viajes. Al número inicial estimado de una cincuentena de cajas o bultos hubo que sumarle el triple. Ando literalmente cojo por un dolor sobre todo en la articulación de la derecha. Creo que todo lo que necesito es reposo. Mientras tanto cojeo de un modo evidente. Tras varias horas de tener la pierna flexionada por estar sentado o conduciendo, al incorporarme me duele terriblemente. Soy un quejica. Creo que me he ganado los derechos de pertenencia a ser miembro del club de los cojos. Al principio de convivir con Vic y frecuentar su espacio en el Club de Vela Adaptada donde iban otras personas con la locomoción limitada quitaban hierro a sus déficits bromeando sobre si mismos y mencionando con ostentatación exagerada la palabra cojo. No me pareció ni bien ni mal aunque sí sorprendente el manejo del vocablo. La cojera no hace tantas décadas era sinónimo de pobrecito el que la padecía. En todo caso es uno de los déficits visibles y que da señales evidentes a los observadores con los que te encuentra. Aunque física y personalmente presenta sus desventajas Socialmente tiene algunas ventajas sustitutorias según las culturas y países. En Europa, por lo general es deferente con quienes llevan las marcas evidentes de su limitación motriz. De camino para Madrid nos detuvimos a comer en un área de picnic. Una mujer vasca que viajaba con un hombre hindú y el hijo de este en seguido echó flores a la heroína cuando supo de nuestra intención viajera. Vic tuvo que reclamar mi derecho al homenaje que yo también estaba hecho polvo físicamente.
No estamos en la edad del funambulismo ni estamos para hacer virguerías físicas. Eso Vic lo ha tenido como atributo biográfico permanente y los achaques no le vienen de nuevo. Yo estoy estrenando déficits. La analítica que, me hice para averiguar si tenia anticuerpos de hepatitis A detectó un exceso de triglicéridos y eritrocitos en la orina. No estoy para hacer de astronauta. Quiero suponer que tan pronto cambiemos de continente y pueda reposar en nuestra cama-útero de la furgo la felicidad resplandecerá en mi cuerpo. Estos días, entre Madrid y Cádiz, nos toca dormir por separado en camas individuales pasando por algunas interrupciones nocturnas por acomodar el body y por notar la ausencia del cuerpo calentito de Vic.
Me doy cuenta que tenemos la edad casi límite para viajar en el plano en que lo hacemos. De hecho no hay edad que limite un viaje. Continuamente vemos gente que nos sobrepasa en 15 o 20 años que va a bordo de sus casas móviles aunque priorizan los parkings en lugar de la acampada libre, pero es incuestionable que la mayor comodidad es la de saltar en avión de un país a otro y que te lleven a destino: sea un domicilio o un hotel. Es algo que no descartamos hacer en el futuro cuando no podamos con nuestros huesos. De momento seguiremos haciendo de caracoles.
En cuanto a la edad es subjetivo. El tiempo en realidad no existe, existen los calendarios y los relojes y junto a esto toda una industria del comportamiento para convertir a la gente en personajes neuróticos y estresados de sus prisas. Presuponer que alguien tiene que hacer o ser algo o alguien en función de su edad es algo ideológico que no tiene nada de biológico.
Sorprende que gente de un cierto talante progresista –o que al menos tiene el look de tal- opine bajo manga que nuestro viaje es una locura o que nos ve muy lanzados. Parece que la gente tiene un chip fijo con respecto a lo que tenemos que hacer todos según la edad por la que pasamos. Para esta gente, alguna amiga, un europeo en su cincuentena tiene prohibido viajar por libre a África o a un continente con variables problemáticas que suelen estar controladas en su latitud. Desde que tengo 30 años no he parado de escuchar, de una voz u otra, el recordatorio de que ya tienes una edad y que hay cosas que no puedes hacer. Mi memoria analítica me dice que este tipo de advertencias existen desde siempre. El neonato nace y aun en el paritorio con la vagina echando humo de la que ha salido la comadrona o el medico le dice, no tienes edad para…lo que sea. El dedo justiciero del adulto se pasa la vida diciéndole a los demás los que deben y no deben de hacer. Lo más curioso es que van pasando los años y luego resulta que es gente más joven de edad –pero más terca de neuronas y conservadora de ideas- la que señala con el índice normativo. Los hijos controlan a sus padres en ese sentido. Hay que confiar un poco en la inteligencia ajena y en la facultad para decidir sus caminos. Nosotros no tenemos duda de la nuestra ni de lo que queremos hacer y nos divierten las objeciones sutiles sobre nuestra decisión. La verdad es que como en casita no se está bien en ninguna parte pero ya andábamos necesitando cambiar de registro desde hace un tiempo. Por otra parte el mundo no pasa por tu casa si tú no pasas por el mundo. Todo lo que te llega de él por la tele tiene algo de fraudulento.
Vic y yo somos un tándem que funciona. Ella es la especialista en gestiones y en relaciones públicas, yo soy el chofer y me ocupo de la intendencia. Ella es una organizadora sistemática del espacio que compensa mis desórdenes y despistes yo la cuido como mi protegida aunque eso no le guste mucho. Paloma, una de sus hermanas, me recordó que estaba literalmente en mis manos. Debe ser así aunque yo no lo expreso de esta manera. Somos socios con nuestras imperfecciones y déficits mutuos. Desde que estamos juntos nunca he tenido el sentimiento de que sea una persona deficitaria. Quizás mi ceguera, no la visual sino la interpretativa, me lleva a verla como un ser completo, muy completo. Es dura de carácter, nada la vence, puede con todo, siempre está alegre, dispuesta, es de carácter tranquilo, es solidaria, afable,..En definitiva un ser excepcional sin copia en todo el género humano. No verla como alguien anómalo tiene sus ventajas ya que se traduce en no-discriminación de ninguna clase y en desventajas (a veces olvido que ella anda más lenta que yo y yo me adelanto sin darme cuenta y me quedo hablando solo). Ser cojo de temporada no es lo mismo que serlo de por vida. La asincronía de las piernas en el movimiento crea una escena rota como primer impacto visual pero inmediatamente queda compensado con la mirada a los ojos. La cara de Vic y la dulzura de su mirada hacen olvidar inmediatamente su déficit. Ella es la primera que quiere disimular sus bastones o la silla de ruedas cuando sale en fotos, a mi no me parecen objetos tan trágicos.
Pertenecer al club aunque sea circunstancialmente te recuerda el significado preciso del movimiento corporal y esa valiosa facultad para determinadas acciones. Las personas que he conocido, la mayor parte a través de Vic, de esa área de limitaciones, son generalmente encantadoras y con una mayor capacidad para ponerse en el lugar de los demás. A Tomas Lozano, que se mueve con una silla de ruedas propulsada con una rueda delantera, por Barnápolis y que lleva a su hijo a bordo hasta el colegio, le hemos prestado el triciclo que Vic compró hace dos veranos. Desde entonces apenas la había usado y ha estado en el rellano de casa dificultándole el acceso con su moto eléctrica. Paco Llobet, otro amigo de Vic y capitán nato en vela adaptada, hizo saltar las lágrimas sentimentales de Vic cuando le dijo que si a la vuelta a Catalunya no teníamos donde ir mientras buscábamos una casa podíamos usar uno de sus apartamentos que no usa en la Costa Brava.

En nuestro propio tunel del tiempo

En nuestro propio túnel del tiempo.
Nosotros tambien hemos pasado por nuestro propio túnel del tiempo. Al estar revisando carpetas que por años guardábamos en nuestras estanterías del despacho y en un fondo de archivo de 30 o más años atrás chocamos con la evidencia de que lo guardado no volveremos a usarlo nunca y el deseo de rearchivarlo o tomar notas probablemente quedara en eso: en un deseo. Al principio las revisábamos lentamente costándonos renunciar a cada papel, cada revista, cada unidad didáctica, cada ficha, cada recorte de periódico, cada escrito o cada apunte. Cualquiera de las cosas tiene contenidas horas de trabajo y de lecturas desprenderse de ella nos lo tomábamos como un zarpazo. Según fueron pasando los días la velocidad de desprendimiento de ellas iba en aumento. Llenamos hasta unas 10 cajas de cartón semigrandes que embalamos y donamos. Podrían ser el ideal para una escuela: unidades didácticas de catalán, de inglés, docenas de gramáticas de lo uno y de lo otro, multitud de unidades de ciencias sociales, revistas de los años de la transición pero sus materiales especializados tal vez no convenzan tanto a la biblioteca donde las hemos donado, la de El Fonoll en la conca de Barberà. Ahí hemos ido de tarde en tarde a pasar unos días viendo como el pueblo se va reconstruyendo. Tal vez tengamos la oportunidad en el futuro de ir a pasar unos días y ayudar en la organización de los materiales si todavía los conservan y hacer una última mirada a las revistas clandestinas o semi de aquel duro periodo de la situación política española.

Con la casa patas arriba seguimos en nuestro proceso sin renunciar a nuestras actividades diarias.
Escribir a diario, ir a conciertos, a conferencias, seguir embalando. Embalar es un verbo que nunca nos habíamos aprendido tan bien como ahora, a pesar de una experiencia laboral que tuve puntualmente cuando viví en Paris como transportista de demenàge. Los franceses tenían o tienen un mayor ritmo en cambiar de casa que los españoles y se aferran menos al domicilio de por vida que éstos. Trabajé para una empresa especializada en trasladarlo todo de un domicilio a otro y recolocar las cosas en sus muebles exactamente igual que como las habían recogido. Los clientes podían dejar la vajilla incluso sin recoger de la mesa tras su última cena (no la de Jerusalén) y encontrarse con todo puesto en el siguiente domicilio a uno o pocos días vista (se supone que con la vajilla limpia). Ideal. No tenemos ni el presupuesto ni la confianza para ponernos en manos de nadie que haga esto, tampoco sabemos de nadie que lo haga en España. Es mejor así. El hecho de embalar es todo un proceso iniciático. Nos enfrentamos a nuestro pasado al abrir carpetas y desmontar estantes de cosas que no tocábamos en años. Muchas las tiramos, otras han formado para de la donación a una biblioteca pero la mayor parte han ido a parar lo que era nuestra biblioteca estudio. Poder embutir cientos de paquetes, cajas, carpetas de proyectos, maletas y bolsas ha sido un curso intensivo de ingeniería práctica del uso del espacio. Vic se quedaba a bajo con el coche aparcado en paralelo y todos los intermitentes puestos mientras yo iba descargando, ocupando el vestíbulo y luego subiéndolo todo al primer piso sin ascensor. No he hecho una estimación del número de escalones subidos y bajados pero deben ser miles. En las primeras semanas del almacenamiento he ido con mucho cuidado en poner cada caja en su lugar. Puedo dar clases de profesional experto sobre esto. En caso de necesidad y asesoramiento llámeseme sin compromiso. Las cajas deben estar completamente ocupadas en su interior para que no queden espacios que irremediablemente se doblaran con el peso de las de arriba torciendo las columnas y viniéndose todo abajo. Recuerdo de la experiencia parisina que mis compañeros de mudanzas más expertos se encontraban con estos reveses inesperados. La empresa además de trasladar también se ocupa del almacenamiento alquilándolo por metros cúbicos. Aprendí entonces que al occidental le cuesta mucho desprenderse de sus cosas aunque pasen años sin que pueda usarlas ni deje que las use nadie. Ahora también debemos reconocérnoslo en nosotros. Tanto Vic como yo somos unos perfectos acumuladores de cosas. Ahí donde hay una tienda Vic esta como cliente y por mi parte he sido un paseante confeso de mercados ambulantes y rastros. No creo que usemos habitualmente más del 10% de las que tenemos y aun es un porcentaje menor las que realmente necesitamos. La cantidad de frascos, frasquitos, botellas, garrafas, botes de pintura, de aguarrás, de disolventes y de elementos que tienen que ver con la limpieza doméstica y con la restauración de muebles –uno de los cursos que hizo Vic fue el de especializarse en reparación de muebles- ha sido tal, que sumarlos daría la cifra fronteriza indicadora de alguna clase de patología obsesiva. En los traslados, con las prisas, al menos cuatro frascos distintos se han derramado. A su turno el coche ha ido oliendo a amoniaco, disolvente o detergente. No somos/no soy tan desastre como lo cuento pero la falta de tiempo es mi coartada.
Las últimas incorporaciones de objetos ya han sido sobre los otros con no tanto cuidado. Los 25 metros cuadrados de superficie multiplicados por los, debe hacer, 2,50 de altura, lo que de en metros cúbicos, es lo que ocupa casi todo lo que hemos trasladado. Por no faltar no falta un mástil con la vela enrolladla de una tabla de surfing y un parasol. Cualquiera que acceda a esa habitación se encontrará con un minúsculo pasillo que lleva hasta el balcón. Recorrer los 5 metros puede demorar un cuarto de hora. Las plantas del balcón: una ficus y yucas especialmente han quedado a su suerte. Se han quedado con suficiente cantidad de agua para pasar medio año, a partir de entonces las he condenado a la deshidratación. Me siento culpable por eso. La idea inicial de trasladas y replantarlas en el jardín comunitario del que se ocupa Isaac en su inmueble no se ha concretado. Las cosas lo mismo que las fotos o las grabaciones musicales son pretextos para el recuerdo. Cada cosa te lleva al contexto en el que la adquiriste y lo que te dio como experiencia. Estas semanas de traslado hemos tenido tiempo de recordar por lo que hemos pasado, de donde venimos, qué sueños tuvimos. Propongo que tantas sesiones de ese traslado sean tenidas en cuenta para mi medalla de mérito al trabajo. Si debo ser tenido en cuenta como héroe para algo que sea por ese traslado. Nunca antes dediqué tanto tiempo a una cosa de este tipo a pesar de las bastantes veces que me he cambiado de domicilio. El viaje de un domicilio a otro es un viaje por el tiempo. Es la hora de tirar y deshacerte de cosas, también la de ridiculizar convenientemente objetivos y entretenimientos que habías tenido en el pasado y que ya son demodés o no tienen la menor actualidad. No me veo haciendo la misma heroicidad en el sentido inverso: trasladando todo del estudio almacén a casa cuando la recuperemos. Intuyo que por poco que podamos cambiaremos de casa a nuestro regreso buscando algo con más espacio, más diáfano y con menos objetos.
Dado que Vic tiene sus dudas que en el Estudio se puedan encontrar cosas, ha optado por llevar parte de su ropa y documentos a otras partes. Es así que hemos dejado unas cajas de documentos en casa de Ramón en Barcelona, el coche cargado con otras maletas y su moto eléctrica en uno de los garajes no usados de Federico en Madrid y una maleta y una gran bolsa de nylon en casa de Paco-Mari Carmen en Puerto Santa María. A pesar de todo este reguero algunas de las cosas que no vamos a usar durante se han quedado en la furgo.

jueves, 20 de diciembre de 2007

La fiesta de despedida en casa


Mmmm!!!!! Una fiesta agradable e íntima, en un viernes y a una hora que, más o menos, todos podían venir. Efectivamente, acudieron las personas que últimamente forman parte de nuestras vidas:
- Isabel, compañera de clarinete, de clases de lectura musical y mi sufrida didacta cuando quedamos para estudiar juntas. Se organizó para combinar venir a darnos un abrazo e ir al concierto de sus hijos violoncelistas.
- La Marta Duc, experta naveganta con la que he compartido buenos momentos de travesías y que embarcó a su madre, más las amigas autocaravanistas de ésta a venir a nuestro evento desde Vilassar de Dalt . Ahora somos colegas de aventuras viajeras.
- Isaac, el hijo de Jesús. Nos encantó que viniera, a pesar de que la mayoría teníamos una edad parecida a la de su padre y el pronóstico de la velada no podía ser demasiado divertido para él. Sin embargo, estuvo encantador y muy solícito.
- Las compañeras de la escuela de adultos donde tuve mi último trabajo: las Teresas (Trías y Serrano), Eulàlia, M.Pau y Núria. Su risas nos contagiaron y también me pusieron un poco al día de cómo sobrellevan su relación con la administración educativa.
- La Fina Arguersuari y su marido Jesús. Ella, incondicional amistad y la médica que ha firmado como testigo en mi testamento vital, a la vez que filósofa de nuestras tertulias sabáticas en Pluralia. Jesús, un entrañable amigo con el que comparto el gusto por el arte.
- Teresa Cruells y su marido que deseaban conocernos al oírnos por la radio y saber que éramos amigos de Fina y Jesús.
- Francesc, persona que conocimos en el Instituto Guttmann, que promociona un triciclo eléctrico muy ligero y bonito y que desearía llevarme a África si es que consigue traerlo a tiempo desde Canadá.
- Barec, un ex alumno y amigo de Marruecos con quien hemos quedado el 6 de enero en Sidi Ifni.

- La Misse. Gran amiga de intimidades, viajes y filosofías.


Dado que nuestro piso no llega a los 70m cuadrados y que lo habíamos vaciado de sillas y enseres, la velada resultó muy agradable y relajada. Incluso el “pica pica” que trajeron los invitados creó un menú donde, la combinación de salados y dulces más bebidas, estuvo perfectamente distribuido.
Gracias por vuestras tortillas y cocas caseras, gracias por la bola del mundo de Jesús, gracias por venir, gracias por querernos.
Un abrazo inmenso a todos.

martes, 18 de diciembre de 2007

Prevenciones Mecánicas


con Isaac en distrito 9 barris

A la salida de la entrevista en Rac1, el taxista que nos trajo vuelta a casa resultó ser mecánico. Hizo el repaso de las cosas que no podíamos olvidar o debíamos arreglar. Fue toda una clase de consejos prácticos o recordatorio: la cinta americana por si fallan los manguitos, los filtros de aire y de gasoil, no uno, sino dos o tres. Nos contó que para el temor de gasoil mezclado con agua no es preciso irse tan lejos. Nos dijo tener referencias directas en la periferia Barcelonesa por posibles filtraciones involuntarias en los depósitos. La verdad es que a base de sumar opiniones técnicas llevamos un cargamento considerable de objetos de reserva. En el establecimiento Oasis de Premia de Mar donde fuimos a comprar una lata de 20 litros de reserva para gasoil y una minipala plegable (a precios más caros que en establecimientos como Aurgi no especializados en 4x4) salimos con la idea de comprar cojinetes de rodamientos para las ruedas delanteras y para las traseras, también un kit de embrague. Si hubiera sido por Vic habríamos comprado muchos más objetos: un cofre metálico, las planchas para arena. La cultura del 4x4 es distinta a la nuestra. Posiblemente tiene más dominio técnico que nosotros porque someten a sus máquinas a pruebas de resistencia considerables. No es nuestra tesitura.Nuestro principal suministrador de piezas de recambio ha sido Difisa de Sabadell. Fue en esta casa donde compramos la furgo y ahí hemos acudido para algunas reparaciones como sustituir el bajo de durocartón que seudoprotege el motor. No es un establecimiento que nos haga saltar de alegría pero como penitentes que somos hemos acudido bastantes veces a su primera planta en la nave que tienen junto a la carretera de Terrassa ya saliendo de la ciudad. La pieza referida nos costó 200e. Seguramente la construyó una brigada de industriales demorándose 24 horas en esa obra de ingeniería. Puesto que la furgo había estado todo un día inmovilizada en el taller para hacerle una revisión completa porque habían pasado ya 25mil desde la última y fue en vano ya que ni la revisión fue hecha ni fuimos avisados, el encargado del tema nos aplicó un descuento de un 20%. Aun así resultó cara. No era la primera vez que nos encontrábamos con diferencias de pareceres con la casa. Recién comprada las dos puertas estaban mal ajustadas y la entrada de aire y su correspondiente ruido fue insoportable. La devolvimos tras un primer viaje de prueba el mismo fin de semana que fuimos a recogerla a Portugal en diciembre del 2005. En aquella ocasión el reajuste de las puertas no nos costó ningún extra. Desde entonces hemos tenido tiempo sobrado de lo que podemos esperar de una máquina como esa. Puesto que nuestro talante no es el de exigirle lo que no puede dar ni tampoco deseamos en cuanto a llegar rápido y pronto a todas partes, sus prestaciones se avienen con mi manera de conducir. La revisión no la hicimos en Difisa sino en uno de los establecimientos de Rodi (que compró la cadena Speedy) en Travesera de les Corts. Ha sido la segunda vez que la hemos puesto a revisión. En la otra ocasión la deje y volví a recogerla al término de unas horas. En ésta he seguido el proceso del mecánico. De hecho me he enterado para que sirve cada depósito de liquido y distinguirlos entre ellos: el de frenos, el de limpiaparabrisas, el refrigerante, también la ubicación de los filtros: el de gasoil, el del aire, el de aceite. He visto donde esta la bomba del aire acondicionado. Y seguí en detalle el cambio del aceite. En realidad, lo hice en varias ocasiones años atrás cuando usaba coches malos; ahora el procedimiento no ha cambiado demasiado. Hemos comprado una lata de reserva de 4 litros del mismo tipo para hacerle el siguiente cambio dentro de otros 25mil kms
La perspectiva es de 60milkms en un año. Probablemente nos tocará cambiar los neumáticos y desde luego la reposición de filtros y aceite. Llevamos dos de aire y uno para el gasoil. También hemos comprado un tracter con capacidad de arrastre de 3mil kilos. La furgo no los alcanza. En conjunto tengo la sensación de llevar demasiadas cosas con nosotros. El problema de las coas de reserva es que pueden molestar mientras no las usas y pueden salvarte la situación cuando las necesites. Estamos advertidos que en África no es fácil encontrar repuestos y tal vez para alguno especial haya que esperar meses. Rafa Granados, del almacén de suministros, en Difisa nos ha ofrecido poder contar con él por si necesitamos una pieza. Esperamos no tener que quedar clavados en una ciudad durante meses a la espera de una pieza, sí en cambio poder elegir hacerlo si este es nuestro deseo por razones de placer o contacto humano.
En lugar de una baca hemos montado 3 barras paralelas, ni siquiera son de aluminio y su coste roza los 100euros. Para mi es un misterio explicativo que cosas tan simples puedan ser tan bestialmente encarecidas. Instalamos las 3 barras a la luz de la farola alta de varios focos en el parque jardín de la `parte de atrás de nuestro edificio. Durante estas semanas nuestro vecindario – o aquella parte de él dado a la observación o espionaje- no debe entender demasiado lo que está pasando. Nos ven con bultos cargando el ascensor o con una escalera de mano haciendo la instalación de las barras en medio del parque. ¿Hay premios para imágenes ripiosas? Propongo al dúo constituido por Vic y por mí. En este país de efemérides habría que pensar en homenajes a la curiosidad. Con uno de los vecinos que vuelve tarde a su casa, hacia las 11de la noche, lo he acompañado hasta su planta, que es una de las últimas, para que no tenga que esperar a que el ascensor sea descargado en el parking. En ambas ocasiones hemos intimado en posturas curiosas pegados a los fardos.
Encima de las barras deben ir colocadas un par de escaleras de aluminio que ya hemos comprado y un cofre de plástico que habíamos usado en nuestro coche ranchera. El conjunto final puede llamar la atención, aunque teniendo en cuenta la práctica extendida de los marroquíes en cruzar países con sus fardos envueltos en lonas de plástico y de nosotros mismos cuando viajábamos con el Peugeot 306 llevando el porta sillas en la parte posterior sobresaliendo considerablemente tanto en longitud como en vertical, no tenemos porque temer a nada. Haremos de nave nodriza tomando la palabra que nos escribió Antonio Echánove en uno de los cristales de la furgo, durante una visita que nos hizo.
Antes de emprender la ruta hemos puesto la furgo en uno de los espacios de lavado con mangueras a presión, en la gasolinera próxima. Luego sometimos el interior a una aspiradora. Externamente ha recuperado el blanco original además de las marcas y ralladas que trae consigo. No volveremos a lavarla hasta quien sabe cuando. No necesitamos fardar de limpios en un mundo tan poblado de mentalidades sucias. Uno de los misterios matemáticos que no hemos resuelto es como la gente se ocupa tanto de mantener impecables sus coches y sus apartamentitos, también de ir con looks impecables pasando por esteticienes y luego es tan poco considerada con las calles, los ríos, las explanadas o los bosques.
Intuyo que un exceso de prevención de las condiciones mecánicas va en contra de la misma idea de viaje. No puedes llevarlo todo contigo. Para eso es mejor no salir y comprar las experiencias de otras publicadas en dvd. No se puede garantizar toda la seguridad por muchos elementos que traigas contigo. Incluso llegué a preguntar por unas suspensiones. Su tamaño es enorme. Desestimamos cargar con ellas. La cuestión es que varias de las personas que nos han influenciado en elegir comprar piezas de reserva son los primeros que dicen que nunca se atreverían a hacer un viaje tal como lo proyectamos nosotros. Viajar incluye chocar con la adversidad. Un viaje sin adversidades no es un viaje de verdad.

Voluntariado puntual.

En casa de Marta Duc con su madre y unas amigas furgoviajeras.


Ya que vamos a dedicar una temporada, de nuestras vidas a África estamos en disposición de observar, oír y, a diferencia de la leyenda de los tres monos, hablar. En la medida que podamos, nuestra observación itinerante será también sobre la relación del white man con the black people. De haber querido hacer una investigación seria habríamos preparado documentación y una enorme lista de Ongs y sus proyectos, para visitarlas. He consultado una estimación sobre el fenómeno oenegero en el continente: hay unos 250 mil colaboradores de unas 2mil organizaciones. No formamos parte de la lista. Nuestra capacidad de solidaridad incondicional (“haz bien y no mires a quien”) ha quedado en nuestros pasados durante una cierta clase de militancia (Vic, dentro del ecologismo con Friends of Earth y yo, dentro del pacifismo con el movimiento antiOTAN y antibelicista). No es que ahora estemos en contra de la solidaridad sino que creemos en su ejercicio practicándola desde la espontaneidad y desde el encuentro sintónico con la gente.
No ocultamos una cierta resistencia a las ONGs y no precisamente por los últimos acontecimientos que han desacreditado a algunas en Chad o Etiopia, -en ambos casos en formas abusivas de trato infantil- antes de su boom ya habíamos hecho voluntariado social, aunque por aquel entonces tal concepto no se manejaba y utilizábamos uno más preciso: el de militancia. Concepto y actuación que desmarcábamos netamente de la intervención que hacían organizaciones internacionales tales como la Cruz Roja u otras como Cáritas. En la década de los 60 y de los 70 ya nos parecía que sus intervenciones en la sociedad para reparar los desarreglos originados por el sistema económico era atacar los efectos sin luchar contra sus causas. Desde nuestros partidos o plataformas nos especializamos en éstas. 20 años después tuvimos que reconocer que mientras los partidos anticapitalistas iban cayendo o desmantelándose uno a uno frente a la consolidación y exuberancia del gran sistema, las Ongs no paraban de crecer llegando a la nómina actual de miles. En una ocasión durante el debate en la sede de una de ellas, en Cristianisme i Justicia, en Lluria 7, con Paco Fernández Buey, recuerdo haber intervenido preguntándole la poca lógica de un mundo con más de un millón de Ongs, varios millones de colaboradores y con el imperio de la miseria por montera en paralelo. No, las ONGs no son la alternativa al mundo capitalista, en realidad pueden ser sus cómplices extendiendo los valores del consumismo y de la ultra producción a los sitios más remotos de la tierra y, junto a eso, la ideología del capital y de la rivalidad furiosa; a pesar de eso no podemos negar que hacen cosas, a veces más cosas que los departamentos de mejora de los gobiernos de los países en los que intervienen y mas implicados que los gobiernos locales de las zonas. También más cosas que los grandes programas de una clase política que dice desear cambiar el mundo, y por supuesto más cosas que nosotros, que nos hemos apuntado al carro de la especulación teórica y la disertación crítica, huyendo de los registros de la demagogia y de los altruismos para ganar cielos. A pesar de estas consideraciones previas tuvimos una reunión con Rafa Jariod, el gerente de CCONG según habíamos convenido por teléfono. Duró unas 5 horas y media. Ya nos había avisado que necesitaba toda una tarde para explicarnos la actividad de su ONG en Africa. Cuando lo conocimos comprendimos la razón de tanto tiempo empleado Su chorro continuo de palabras pasaba de una cosa a otra desbordado por las cuantiosas referencias a sus ciento y pico proyectos en curso (también repartidos fuera del continente africano). Nos ilustró exhaustivamente a sobre la realidad de su organización. La suya. Le pasamos por alto los dejes de su clave en singular. Es un organizador nato con un archivo bien organizado de todos sus datos. No faltó que nos mostrará facturas y le pasamos por alto también que nos incluyera en el lote de su nómina de colaboradores. Posiblemente sumará un dos a sus doscientos y pico y se referirá a nosotros con la forma verbal de “hemos enviado a..”. No nos enfadaremos por eso. A cada hecho los mil y un intérpretes distintos que le puedan salir. Terminamos la reunión con un sentimiento de amistad y con una cita para el día de nuestra partida para cargar todo lo necesario. La CC de CCOng, no significa absolutamente nada, aunque alguien ha querido entender que corresponde a las iniciales de Carmen Contreras, su esposa; ni siquiera significa centro cultural, aunque en su sede en Sadurní de Noya, una enorme casa céntrica de pueblo en una de sus calles principales, alberga distintas asociaciones y entidades. Pasamos una tarde agradable consiguiendo información aunque salimos afiliados al grupo y con una documentación extra que no teníamos previsto. De hecho con media hora o incluso por email podíamos haber ventilado la cuestión. Ofrecimos nuestra colaboración en aprovechar nuestro viaje para llevar materiales suyos en nuestra baca a sus centros en Honori y a la capital de Burkina Faso, también a la residencia del embajador en Mauritania, una especie de regalo-táctico para abrir puertas. Para ello Rafa insistió en proveernos de material y en dejar bien claro que enviar voluntarios a sus zonas de ayuda (hospitales, casas de acogida, escuela-orfanato) le suponía un gasto y que para que unos voluntarios fueran recibidos en los distintos centros, él (entiéndase la caja alimentada por donativos particulares y subvenciones institucionales o de entidades financieras) debería pagarles 500 e extra a cada uno además de los mil y pico que ordinariamente ya recibían ¿un modo indirecto de generarnos sentimiento de deuda? Nos afiliamos como socios protectores o algo así sin pagar ninguna cuota, (Vic, profundamente impresionable y circunstancialmente muy impresionada, estuvo punto de hacerle una aportación cuantiosa a la que yo me opuse) aunque luego, gastada la tarde con un tema que para él lo habría repetido quinientas veces, compramos por deferencia, no porque la necesitáramos realmente, una caja plegable en la tienda/papelería de su misma casa-centro-sede-multientidades.
Posteriormente al indicarle que queríamos revisar el contenido de las cajas como criterio de seguridad y no por desconfianza personal hubo un desajuste de sensibilidad al respecto de este tema. En principio no estamos dispuestos a cargar nada que no sepamos exactamente lo que es o sin haber verificado considerando que desprecintar y precintar unas cajas tampoco cuesta tanto tiempo, cosa que además lo van a hacer en principio en las fronteras.

Exceso de Expectativa

Con Cristiane y Carlos de nuestro barrio.


No suelo publicar por anticipado los proyectos que voy a hacer. Prefiero comunicarlo una vez ha concluido el ciclo de su realización y comentarlo en pasado, como balance. La diferencia entre hablar de una cosa hecha a una cosa por hacer es la que hay entre la seriedad demostrada y la hipótesis de ella. Si no vigilas con esto ocupas tu tiempo verbal con fantasías y sin darte cuenta te haces víctima de deseos inconclusos. En esta ocasión incumplo mi criterio. Estamos hablando más de la cuenta del viaje desde dos meses antes de empezarlo. Ahora no podemos cambiar de opinión aunque quisiéramos. Tanta expectativa te hace algo servil aunque sea de ti mismo.
Tuvimos una entrevista telefónica de unos 10 minutos en el programa un mundo Feliz de R3. Había mandado un email a unos pocos programas de radio anunciando nuestra idea de un año en África. Las preguntas fueron genéricas y nuestras respuestas también. No hubo tiempo para más. Marta Gómez dijo que se le ponían los dientes largos y ya le gustaría venir. Le comentamos que la experiencia de viajar tres compartiendo un espacio tan reducido y 24h/24 ya la habíamos tenido el ultimo invierno en un viaje a Marruecos y la situación podía crear ciertas complicaciones que era mejor no detallar. Para otra entrevista programada con El Món en Rac1, generada a partir de la misma nota, nos personamos en su estudio en la planta quince de Diagonal 477. Fuimos los invitados del equipo del programa durante los ajustados 15 minutos de audición. No dieron para mucho pero lo suficiente para que alguien nos oyera y consultara nuestro blog y hasta contactara con nosotros. Con las respuestas a lo que nos preguntó Jordi Basté tratamos de hablar más de una filosofía de viajar que no de una competición quilométrica. Como suele ser habitual Vic es la estrella, yo quedo relegado en la sombra. Ella es la heroína: su polio limitante la convierte en una aventurera al cubo. Además es más simpática que yo. No tratamos de ser famosos ni de demostrar ningún reto. Nos basta con que nuestra voluntad y deseo se pongan de acuerdo y nos lleven de paseo por el mundo. Las piernas débiles de Vic no van a ser ningún obstáculo o yo, su sherpa en funciones, no entro en la digresión inmovilizante de que puedan serlo. Al contrario, una silla de ruedas (o un triciclo eléctrico) es un icono en cualquier parte del mundo que demuestra que el movimiento personal es posible y que no hay mayores barreras arquitectónicas con las que uno amordaza a sus neuronas.
Seguramente los medios de comunicación sirven para transmitir mensajes a los demás desconocidos. La propuesta a ambos programas por la nota de correo electrónico fue la de si estarían interesados en el recibo regular del relato de nuestro viaje pero ellos nos propusieron para entrevistas en directo. .
No tenemos alma de circenses. Y ahora…doble salto, triple salto mortal… Las entrevistas a priori nos hacen sentir como si estuviéramos a punto del disparo para arrancar a correr en una pista de atletismo. Nos lo hemos buscado. Hay que decir que dentro de una cierta multitud blanca en África haciendo de las suyas, nosotros planteamos un viaje ligeramente distinto, tanto por el hecho de la silla rodante como por ir con un vehículo atípico. Tampoco creemos ser los primeros al hacerlo. Hay otros que se atreven a recorrerla con su autocaravaning, cuyo volumen nos parece más impracticable.
Con la tarifa del taxi de ida y el de vuelta (unos 70e en total) pagado por el programa que nos invito a la entrevista alguna gente Africana puede vivir un par de meses. Eso era otra clave más por la cual necesitamos cambiar de registro. Europa no es la panacea, no es la solución para nadie, tampoco para los europeos, cuyo ritmo de consumos les/nos ha hecho perder el oremus del sentido de la vida. Es difícil explicar una filosofía existencial y la decisión de un viaje como parte de ella y no al revés hacer un viaje para encontrar otra filosofía de vida.
Durante este tiempo lo menos que hemos hecho, es decir que no hemos hecho en absoluto ha sido promocionar nuestro viaje a empresas que pudieran patrocinarlo. Para empezar la misma casa Fiat. Solo que nos hubiera evitado el pago de las piezas de reserva en estos momentos no tendríamos nuestra cuenta bancaria a la vista en números rojos. Hubiéramos preferido que el dinero de los taxis hubiera servido para reducirlos. Eso no quita que siempre sienta muy bien que te vengan a recoger y te devuelvan a casa. No sé si intentaremos una esponsorización retroactiva sobre la marcha. Lo cierto es que este viaje va a costar una pasta importante sin poder dedicar el tiempo a generar ingresos extra además de los que tenemos por nuestras pensiones.

Un Viaje Filosófico

con Yolanda Sanchez del Rt.Sineu en el que clienteamos desde hace años.

Los diarios de vida y de viaje están proliferando más que nunca. Antes un diario personal se guardaba bajo llave, ahora se publica. Es temprano para juzgar si eso significa un salto cualitativo en la intimidad compartida u otra manera más de banalizar la privacidad. No hay ninguna urgencia en pronunciarse sobre eso. A grosso modo la literatura viajera puede resultar pesadísima cuando el relato descriptivo es poco más que una guía sui géneris con las cuitas y batallitas del autor. La literatura intimista también puede ser un ataque al buen gusto si la sentimentalidad compartida se queda atrapada en la sensiblería cursi. Lo cierto es que muchos hemos caído en las dos trampas expresivas: la de escribir sobre los nuevos lugares visitados (nuevos para el autor pero antiguos y cargados de referencias repetidas para el lector) y la de escribir sobre las cuestiones personales. Queda la elección de otro estilo expresivo: el de filosofar sobre el viaje mismo como algo más significativo que las descripciones concretas de hábitats y culturas, algo de lo que una enorme cantidad de magazines y libros vienen haciendo. Juan Ramón Jiménez recomendaba “No corras, ve poco a poco, que allá donde has de llegar es a ti mismo”. Distintas plumas y sabidurías han llamado la atención desde esta perspectiva. En realidad el viaje existencial es a ninguna parte. No importa cuantas geografías recorra y con cuantas gentes se cruce el viajero no deja de viajar por sí mismo para saber qué diablos pinta viviendo.

viernes, 7 de diciembre de 2007

Comienzan las Despedidas en Catalunya



Empezamos a despedirnos de nuestros amigos y ambientes en Catalunya .Desde luego no se puede decir que lo mío sea el hogar y el sedentarismo. El gusanillo del movimiento permanente juguetea tanto conmigo que, a veces, tengo que obligarme a parar a reflexionar y así teclear en el portátil. A una semana escasa de nuestra partida hacia Madrid yo ya he empezado con las despedidas de los compañeros de coral, de navegación y de música, con quienes tantas anécdotas he compartido.
Cada domingo, unos cuantos intrépidos (las hermanas gemelas Grass, la risueña Isabel Domingo, el anarquista de Carlos y yo) más la monitoria Mariona Navarro y los voluntarios (Sonia, Rafa, Micke, o Ferran) nos pasamos tres horitas de risas, miedos y volcadas en las aguas próximas al Port Olímpic de Barcelona; a veces, nos embarcamos en una travesía de dos días para compartir experiencias en una velero grande y no individual como habitualmente, en otras ocasiones nos reunimos en torno a una cena para celebrar lo bien que nos lo pasamos.
Los jueves, de 21,30h hasta las 23,30h, el buenazo de Andreu nos dirige y educa nuestra voz a una cincuentena de adultos. El pobre disimula su desesperación como puede cuando no cogemos el tono o no entramos a tiempo. Para distender el ambiente nos dispara un chiste y todos tan contentos. Cuando empezamos, hace unos 4 años, la mayoría no sabíamos nada de música, nuestro entusiasmo nos llevó a ser alumnos de la Escuela Municipal
de Música. Ahora ya estoy en segundo de clarinete. Me siento como mis ex alumnas adultas, voluntad e interés no me faltan, pero noto que mi capacidad de aprender ha disminuido considerablemente y el profesor hace todo lo posible por ocultar este déficit, es el optimismo en persona, su fe en lo imposible no tiene límites. El solfeo ahora se llama: “Lenguaje Musical”, somos seis en clase (4 adultas y dos jovencitos de 15 años), el ambiente es tan distendido que no te das ni cuenta que vas aprendiendo, la profesora hace juegos malabares engañándonos con dictados repetidos hasta la saciedad, con audiciones fáciles, con solfeados de rítmicas o melódicas acompañadas de piano o enseñándonos a cantar. A veces parecemos nosotras más niñas que los dos chavales, ¡¡¡qué ejemplo!!!
Tengo un triciclo de carreras con 21 marchas, el artilugio es bastante largo y aerodinámico; obviamente, no me lo puedo llevar al viaje, así que se lo he ofrecido a un amigo de toda la vida que le encanta estas cosas. No lo ha pensado ni un segundo, en seguida se ha ofrecido y ayer día seis le llevamos el vehículo y nos quedamos a comer. Con sus dos hijitos de 5 y 2 años y su mujer compartimos mesa y solidaridad por nuestro viaje.
A todos estos amigos mi más cariñoso mensaje de optimismo y aventura, porque… no hay peor cosa que arrepentirse de lo que no te has atrevido a hacer.

No somos gente Camel


El circuito París-Dakar puso a África en los telenoticias. Nos hemos cruzado una sola vez con su troupe en una autopista marroquí regresando nosotros hacia el norte. Tenemos la sensación que su interés por la velocidad y la prueba feroz de las máquinas es máxima y su interés por la cultura y las condiciones de vida de los nativos es mínima. En uno de los reportajes años atrás del rally vi como pasaban carros y motos cagando leches y levantando una polvareda impresionante por medio de un poblado. Sus habitantes parecían estar perplejos. La escena me pareció indignante. Sin embargo cuando hemos preguntado a senegaleses sobre este evento parece que les agrada. En todo caso Senegal permite la entrada sin visado (aunque no sin pagos fronterizos de otras tasas). África es el continente de la aventura por excelencia. Europa lleva siglos enviando a sus ejércitos, economistas, deportistas y aventureros para sacar tajada en la medida que pueda. Siempre se ha dicho que el subsuelo africano tiene potenciales de riqueza elevados y que ha sido por culpa del colonialismo primero y de los gobiernos incompetentes, antes y después, que siguen teniendo la mayoría de países clavados en la miseria, África es la ensoñación que ha llenado innumerables reportajes. La filmografía se ha hecho eco de ella, desde los safaris de blancos con negritos portabultos a expediciones tipo Camel. Nosotros no somos gente Camel. Quadra Salcedo y su cálculo de riesgos está en otra onda distinta a la nuestra. Vic y yo somos gente común. No pretendemos ser plusmarquistas de nada ni ser entrevistados como la pareja aventurera del año. Ni siquiera vamos con el vehículo adecuado a un continente incomparablemente menos asfaltizado que los de los países desarrollados. En nuestros sondeos de estos días se nos ha dicho que necesitamos un 4x4. La cuestión es que tenemos lo que tenemos y con esto hemos de organizarnos. Llegaremos hasta el primer imposible que nos pare o hasta el primer agujero que nos engulla. Esperemos que no. Posiblemente las dificultades de desplazamiento por suelo deben ser mejores en otros itinerarios que tenemos pensado para el futuro; Rusia-China-Sudeste Asiático. También el de Alaska-Canadá-Usa-América Latina, cruzando por el estrecho de Bering. El caso es que hemos elegido África y todas nuestras células están vibrando en esta perspectiva. Nos están saliendo contactos de personas que han vuelto recientemente o que han estado o están. Nuestra amiga Montse (V.Cantaquars) nos pasó el teléfono de un cliente de su joyería que se ofreció espontáneamente a dárselo y que vive en Maputo. Se ofreció sin conocernos a presentarnos el cónsul y a ofrecernos una casita que no usan para nuestras duchas. Una vez al teléfono, Carmen Cano, con su voz ametrallante. que apenas dejaba un resquicio para dejar hablar, propuso una cita para vernos. La declinamos pensando que ocuparía gran parte de nuestro tiempo sin proporcionarnos demasiada información previéndole una personalidad ávida de público atento. Nos proporcionó el email de su hija para seguir en contacto. Antes de salir probablemente la llamaremos de nuevo para pedirle su teléfono en Moçambique. Tras la tanda de avisos de todas las precauciones que hemos de tomar liberamos nuestro oído de su habla estresada. Toda información es útil y todo consejo lo tenemos en cuenta. La actitud más correcta es la de amigos y conocidos que confían en nuestro primer criterio para saber en lo que nos estamos metiendo. Puede resultar biliosa una velada en la que te traten de ignorante o de inmaduro por meternos en una perspectiva viajera que aun no es la más usual. Aún así África está llena de intrépidos y de sus países recientemente más tranquilos nos dan noticias quienes han ido por aire. Toda experiencia ajena es reciclable, lo que no lo es son las secuelas de neurosis pública que en lugar de transformarse en una estrategia de prevención se transforman en una tonelada de miedo. De las limitaciones más incapacitantes el miedo es una de las peores. Se trata de uno de los déficits más severos. Tras el miedo no solo descansa la parálisis del atemorizado también la de la historia humana. Es la sociedad entera la que no se atreve a mover ficha en muchas ocasiones porque prefiere seguir instalada en el atraso que progresar hacia los paraísos imaginarios.
África no es Saturno u otra galaxia. Tenemos noticias de ella desde que somos niños. Algunos de los paisajes más espectaculares están en ese continente, alguna de las culturas más primitivas también. Además de las formas que pueden encontrarse hay filosofías recónditas que pueden enseñarnos a vivir y pensar. Las Univisión europea es pensar que todos los africanos esperan venir a Europa para crearse otra vida, lo mismo que muchos estadounidenses temen de los centroamericanos. Europa está ofreciendo muchos cromos a países menos avanzados pero estos tienen verdades que nuestro continente ha perdido, parece que, definitivamente.
Sin darnos cuenta caemos en esta trampa clasificatoria de unos dejes gramaticales posesivos que nos dificultan una comprensión global: nuestra cultura, o su cultura, lo nuestro, lo suyo,…África está en el origen de muchas cosas; por su parte, la zona desarrollada del globo se ha apoderado de sus invenciones y originalidades. Hablar de nosotros y de ellos es un error deliberado pero inconscientemente medio. De hecho todos participamos de procesos existenciales y cada existente esta en su nivel de elaboración. Intuimos que los hijos de las civilizaciones tecno tenemos más que aprender de los que viven en zonas del globo que no nos han alcanzado que no al revés- Un poco lo que le pasó a la antropóloga (Morgan en las Voces del desierto)que se fue una temporada con los aborígenes australianos para convivir con ellos y estudiarles y que se encontró con la curiosa experiencia personal de que la excluían porque olía mal con sus potingues recargados y le enseñaron a vivir de acuerdo con la naturaleza.
El chip del viaje, su alma, su algoritmo principal, es el de dejar las puertas abiertas a nuevos conocimientos. El viaje real empieza cuando surgen imprevistos fuera de planificación. Un exceso de preparativos puede impugnarlo. No, no es que nos opongamos a una planificación racional. Hay que prever lo fundamental: Hay vehículos que llevan segundos depósitos de reserva. Eso significa unos 160 litros cuando menos. Nosotros compensaremos esto con la posibilidad de almacenar 80 litros de reserva en 4 bidones de 20 litros cada uno. Sabemos que hay distancias de cientos de quilómetros sin que haya una estación de aprovisionamiento. También otros que mezclan agua con el gasoil generando problemas. O al menos eso es lo que le pasó al todoterrenista que tiene una tienda de suministros en Premià de Mar, Oasis, donde fuimos a comprar un kit para arreglar pinchazos, una pala plegable de arena y uno de los bidones metálicos-todo muy caro- descartando de momento las planchas para sacar las ruedas atascadas en la arena. También salimos con un par de consejos que seguimos: llevar un kit de embrague por si se averiaba el que tiene puesto la furgo y cojinetes de rodamientos de repuesto tanto para las ruedas delanteras como traseras. Ante el discurso alarmista Vic sucumbe de inmediato, yo me resisto algo más, pero en esta ocasión también sucumbí. Los recambios mencionados más una segunda rueda de repuesto nos vaciado casi 700 euros. Aun era más caro. Rafa Granados –suministros de Difisa, establecimiento donde compramos el vehículo- nos aplicó un 10% de descuento. Rafa tiene un todo terreno y está al corriente de nuestra aventura. A fuerza de ir por su lugar de trabajo nos ha tomado cariño. Es muy diligente y se ocupa personalizadamente de tu caso. No paro de insistirle que me trate de tú, pero dice que mi barba le impone un algo. Todavía tenemos pendiente ir a recoger tres barras en lugar de una baca.
Un viaje en perspectiva y las ansiedades que genera pone a prueba el psiquismo del viajero en capilla. No se puede llevar suministros de todo. Para eso habría que llevar encima toda la replica del vehículo con el que vas. No hay sitio para tantas cosas. Tampoco cuento con tanto espacio mental para esta clase de previsiones. Puede suceder –o entra dentro de los posibles- que en un país remoto te quedes sin una pieza que tenga que ser pedida en otro país y se tenga que esperar por ella durante muchas semanas. Pues bien, eso también es viajar. Viajar es dar entrada a las adversidades y no tratar de liquidar su hipótesis con protocolos superasegurados de todo. Eso podemos pensarlo en tanto que tenemos tiempo para encajar cualquier revés. Viajar es ponerse el chip del que va a aprender como Marlo Morgan, cuyo nombre completo y titulo de su libro acabo de confirmar a través del Google.
No, nosotros no somos gente Camel ni tenemos cuerpos-danone. Convertimos nuestra sencillez y vulnerabilidad en nuestras tarjetas de presentación y tomar buena nota de todo para que no se nos escape nada. De acuerdo con nuestra: viajar es hacer antes que nada un viaje mental, lo técnico forma parte del envoltorio, lo real es lo que le suceda a nuestra alma.

Fragmentos y descripciones de viajes geográficos sobre una silla de ruedas movida por energias insospechadas. (Los textos pertenecen o a nuestro libro, en curso, el Viaje de la vida).

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