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PSICONEWS

domingo, 18 de mayo de 2008

Diálogo con las barreras

¡¡Sálvese quien pueda!!
¿Y la acera?

Acera impracticable





Niamey, 18 de mayo de 2008



Cuando has nacido en una parte del mundo donde las necesidades básicas están solucionadas para una gran mayoría y eres una persona con discapacidad motora, las cosas son menos difíciles que para un/a africano/a en la misma situación.

En África, conseguir cualquier artilugio que ayude a la movilidad es una tarea titánica o casi imposible para la gran mayoría de perjudicados/as. Aquellos que poseen una prótesis o un triciclo-silla de ruedas es porque pertenecen a alguna asociación u ONG que le ha ayudado a comprarlo; por otra parte, acceder a los estudios superiores o a un oficio y después a un trabajo, es sólo privilegio de unos pocos, pues el Estado no ve el problema como prioritario. Si añadimos a esto las nulas condiciones de acceso urbanas y el espesor de la arena en sus calles, podemos decir que estas personas están obligadas a arriesgar su vida circulando por el asfalto donde los coches, los autobuses, los microbuses, los camiones, las bicis y las motos compiten por llegar el primero a su destino. Cuando no, se les ve arrastrarse literalmente por las aceras pidiendo limosna como único medio de subsistencia.

En este contexto, ser discapacitado es ser algo parecido a un bulto informe sin alma, a un ser sin dignidad que arrastra su mal delante de todos reclamando su lástima para poder comer.

Si vienes de Europa con los aparatos, bastones o silla de ruedas más modernos y sofisticados del mercado en tu equipaje de discapacitado, ten por seguro que nada de ello te servirá porque todo ha sido fabricado para zonas peatonales lisas y sin baches imprevistos; por otra parte, lugares en absoluto generalizados en la mayoría de las ciudades de este viejo continente. En África, el peldaño reglamentario es un milagro porque ya existen las piedras o los tablones superpuestos en equilibrio inestable, las aceras son un enjambre de arena blanda y cualquier cosa “colocada” que te hace improvisar una maniobra arriesgada; acceder a cualquier edificio es literalmente imposible, incluidos los diseñados por los blanquitos que instauran aquí sus monopolios o sus centros culturales; también, los hospitales son gymkhanas del más alto riesgo de aventura.

Pero el consuelo del extranjero discapacitado que viene a África, si es que se le puede llamar consuelo, es saber que todo el mundo desea ardientemente ayudarle, que las dificultades desaparecen si hay una mano incondicional siempre dispuesta a facilitarte las cosas. Este remedio tiene una doble lectura para mí: por una parte te sientes desgraciadamente inútil porque no puedes ser tan autónomo como en tu país, y, por otra, te ayuda a comprender a los demás africanos/as de tu misma condición y a sentir la misma impotencia e indignidad que ellos viven.

Desde este modesto blog mi llamada a todos aquellos técnicos, ortopédicos y demás especialistas en este tipo de tecnología o aparatología. Que comiencen a despertarse pues el mundo es muy desigual arquitectónicamente hablando y no todo lo que fabrican para los discapacitados motores es para momias que hacen su paseo diario por la zona peatonal jugando con las palomas que revolotean; existen miles de personas con movilidad reducida que les gusta sentirse vivos y experimentar sensaciones fuera de lo que se llama la vida diaria convencional, como cualquier mortal. Si una persona tiene un par de zapatos para según qué actividad haga (de deportes, de la playa, de fiesta,..), una persona con movilidad reducida y que practique deporte, vaya a la playa o a la montaña o a una fiesta) también necesitará su “calzado móvil” para cada una de sus actividades.

Desde aquí invito a estos especialistas a adaptar sus inventos a las duras condiciones de estos países sin que el vehículo o artilugio sea aparatoso o contaminante.

Que la revolución por un mundo sin barreras siga adelante.

martes, 13 de mayo de 2008

Níger bis

Cerámicas sobre una bici guardando ferfecto equilibrio





Músico tocando el Urmi en Torodi, Níger














Casa de Guillem y Genevieve Río Níger






Petit marché en Niamey







Viento armatane en Niamey








Goudel Niamey martes 13 mayo 2008
Hay un proverbio japonés que dice que es mejor viajar lleno de esperanza que llegar. La cuestión es que cada sitio proporciona distintas miradas en sus distintas visitas. De los mismos lugares hay nuevas lecturas que hacer.
Tras las diligencias de salida de BF y a unos kms, en Makalondi, las diligencias de entrada en Níger, cambiamos de país. En las fronteras siempre hay un cromo que describir. Tonteo con el encargado de la inspección de lo que llevamos. Como la anterior vez cuando entramos al país procedentes de Mali, me hace abrir cajones para inspeccionar el interior. El gobierno de Níger anda preocupado con la rebelión Tuareg y posibles suministros de armas. En el laissez passer apuntan cantidad de días que vas a estar y tu ciudad destino. Si dices que haces un tour no lo entienden, si dices que no tienes hotel tampoco. Nos enteramos que no hace mucho se estrelló un vehículo con un doble fondo que llevaba armas de fuego. El tipo de la revisión se da por vencido tras enseñarle un par de cajones. Un cargamento humano de un autobús justo un segundo se apelotona para el tamponazo despues de ser sellados un nuestros pasaportes. Otro poli con la tarea impostergable de sus inclinaciones mirando la Kaaba bronquea a un colega por tener deferencias antes con los transeúntes que con Alá.
Regresamos a Níger en el mes más caluroso del año antes de las lluvias. Nos detenemos en Torodi a la hora de la comida en un resturant, el Djabbama (bienvenida) El manager, que luego nos dirá que se llama Victorine, esta profundamente dormido en una butaca. No le funciona la cocina o le ha fallado la cocinera pero acepta que nos instalemos en una de sus mesas con nuestra propia comida que guisamos fuera, junto a la puerta, a cambio de las consumiciones. Con la rampa de madera hacemos un mostrador sobre dos taburetes desiguales (envío mentalmente mis maldiciones al tipo que nos mangó el de tijeras y que servía para nivelar con el que nos queda igual una tabla).Mientras guisamos expectación general. Utilizamos espaguetis de arroz chinos: un producto milagroso desde el punto de vista de la cocción que le basta un minuto de ebullición para que estén hechos. Supera en tiempo cualquier otro guiso. Espaguetis superfinos de arroz con tomate, ajos y cebolla. Mientras dura la clase práctica de cocina ponemos una línea en el suelo y un par de sillas para que la niñada no se vaya acercando tal como suele hacer, pasito a pasito, hasta asfixiarnos. ¿Preparar espectáculos infantiles con un teatrito de marionetas, nos dijimos? No hace falta. Nosotros ya lo reunimos todo: hacemos de payasos, de personajes, de cocineros ambulantes, de anglo-teteros, de raros y siempre, de recién llegados, con lo que, hagamos lo que hagamos producimos expectación. Tras preparar nuestro guiso nos instalamos dentro y los críos desaparecen. Mientras estamos comiendo de nuestros boles, debajo de un paillote atípico, rectangular, viene un chico que toca el gourmi (una calabaza pequeña con un bastón y dos cuerdas y una pieza de metal adherida en la calabaza con la que hace percusión con uno de los dedos enfundados en algo de metal), y canta en Haoussa. Se llama Abdou Yacouba, su voz transporta a la poesía. Nos vamos dejando llevar por la música y el paso de la tarde. El Gourmi no permite muchas combinaciones de sonidos pero sí proporciona una música inigualable. Nos incrustamos en el ambiente del local que, despues de muchas horas vacio, empieza a llenarse al anochecer con hombres que vienen a beber cervezas o traen su cena que compran en el chiringuito de la esquina (los chiringuitos africanos, entiéndase, son de quita y pon, que se forman con un tablero que no llega a mesa sosteniendo cacerolas con comida preparada en otra parte y que se instalan en torno al medio día o al anochecer). Batimos el record de consumiciones en un local en un mismo día: 3 flags, 4 cocacolas y 1 sprite. Parece que tenemos prisa en olvidar las lecciones de austeridad aprendidas durante las semanas anteriores. El manager nos ofrece una habitación gratis que la declinamos, explicándole que preferimos la furgo. A la mañana siguiente sin embargo la utilizamos para la ducha, primero uno y despues el otro. Tras nuestro ceylon tea, galletas y mermelada de nuestra despensa, seguimos ruta hasta Niamey. En el puesto de peage alguien nos pide que lo llevemos. Aceptamos a cambio de que se ocupe de pagarlo, mucho más cuando nos dice que es el encargado del sitio. En principio levantan la barrera a su orden pero le hacemos pagar los 400cefas por el tiket.
El panorama nigeriano confirma otro tipo de construcciones de paja, más ovaladas y espaciosas. Entramos a Miamey por el pont Kenedy por donde salimos unos meses atrás sin prever este retorno.
En la misión católica contactamos telefónicamente con Genovieve, le pedimos que nos acoja en su casa con Guilem en Goudel a las afueras de Niamey. Nos reciben calurosamente como si fuéramos muy amigos aunque en realidad no recordaban nuestros nombres. Su casa tiene un pequeño patio donde instalamos la furgo. Son la familia Spaak que conocimos en l’ Etoile de Parakou donde compartimos refectorio y unas cuantas comidas. Llevan muchos años en Niger, unos 35, tienen un hijo casado que vive en Polinesia y se ocupan de ayudar a la gente. Son tratados como unos vecinos mas aunque luego veremos que reciben un trato deferencial por la capacidad de curar de ella.
Goudel es históricamente anterior a Niamey, esta ciudad tuvo su esplendor a partir de ser trasladada la capital del país que estaba en Zinder, cosa que se hizo por falta de agua. En estos momentos Niamey esta prácticamente engullendo Goudel convirtiéndolo en uno de sus barrios al que se llega siguiendo el final del Boulevard des les embassades. Durante la mañana ya estuvimos explorando el boulevard y pedimos información en la embajada de Nigeria después de hacerlo en la del Chad. Acerca de ir al Chad la mayor parte de infos que tenemos es que no se puede hacer por tierra desde Níger a no ser que tengas un 4x4 y además pasando por una zona de bandidaje. En cuanto a Nigeria, su estado que no tiene segurizado todo el país y que no puede garantizar la seguridad de sus transeúntes, pide 65mil cefas por un visado de 1 mes teniendo en cuenta que no es seguro que Cameroun proporcione un visado provisional en la frontera para entrar dentro del país. Con esta cifra te puedes explicar que la secretaria que me informa del precio en su despacho con el climatizador a toda máquina y cargada de joyas en lóbulos, cuello, cabeza, muñecas, y supuse que tobillos, ombligo y vulva (un kilo a ojo de buen cubero) pudiera hacer tal ostentación de riqueza. La visita a la embajada la hacemos tras resolver las dudas que teníamos sobre seguridad y decidir cruzar Nigeria camino de Cameroun como el siguiente paso en nuestro tablero. Luego ya veríamos en relación a los siguientes pasos a dar. La información del coste de la visa nos parece simplemente un ultraje. Nos enfada aceptar este ataque financiero. Con estos precios es casi preferible elegir el bandolero clásico de diligencias al impuesto del estado. Claro la diferencia es que este te deja esquilmado y aquel además te puede dejar sin vida. A los 100 euros hay que pensar en la vuelta, otros 100 si en Cameroun decidiéramos no seguir más abajo o ni siquiera admitieran que entráramos en el país sin visado. La gimkhama en la que nos hemos metido sigue siendo para pijos. Nuestro impasse realmente no ha terminado y no descartamos seguirnos quedando en el Oeste. Por otra parte, una consideración simple: solo es dinero. Pagamos y punto. Hay que tomar cualquier tasa del estado como lo que es: un robo legal, ¿para qué íbamos a esperar un trato más favorecido de parte de los nigerianos de Nigeria? La cuestión es que para ir al sur hay otros varios países con problemas. El mundo está peor de lo que presumíamos y África nos lo está demostrando. No somos héroes: hay sitios del mundo a los que solo podremos ir saltando por encima de los que no se puede ir. Dejarlos por debajo de las nubes que crucemos no deja de ser un detalle poético. Eso complicará nuestra historia viajera. Dejemos ese mal agüero por el momento.
A fin de cuentas los países restrictivos que se pierden la experiencia de viajeros como nosotros se deben estar perdiendo también otras experiencias que les saquen de sus ostracismos. A los que no facilitan o vetan el paso de los países, sea desde despachos de embajadas o desde barreras, como la del norte de Cote d’ Ivoire, no les importa lo mas mínimo que viajeros como nosotros demos media vuelta para no ser atracados. Los viajeros del año 3100 quizás no se crean que los caminos del planeta estuvieron siempre poblados de bandoleros de distintas clases: los métodos modernos y sofisticados del bandolerismo han dejado atrás las navajas y trabucos de Curro Jiménez pero los territorios siguen arrojando anécdotas de atracadores y víctimas. No se creerán que un viaje estaba poblado de incertezas por donde continuarlo: una guerra aquí, asaltadores allá, terrenos imposibles de pasar en tal sitio, zonas minadas, catástrofes, enfermedades, policías corruptos...Una pesadilla. El viaje novelado de Julio Verne era un viaje sencillo, en un siglo tecnológicamente más atrasado, en comparación a plantease un viaje por superficie en la actualidad. Claro que es posible que para entonces, para dentro de mil cien años, un viajero tampoco tenga la pulsión de visitarlo todo, una pulsión que no deja de ser una necesidad primitiva del inconsciente. Le bastará enviar algún biocybersensor de su cuerpo a los sitios que desee conocer para hacer tomas de experiencias o mejor que eso se comprará una tarjeta de memoria guionada con la experiencia solicitada sin necesidad de moverse de su casa o como mucho hasta el kiosco de enfrente. ¿Para qué someterse a las inconveniencias climáticas, a las densidades humanas, a las horas dedicadas a traslados si todo eso se pudiera tener comprándose una pastilla? No seguiré por ahí, la ciencia ficción no va a resolver nuestras cosas y el peligro de coherentizar este argumento es que nos clavaria a nuestras butacas de aluminio o a cualesquiera otras en el porche mas cercana para dejar pasar la vida por delante.
Níger limita al Este con Chad y es la otra ruta con la que se puede ir, a pesar de noticias de bandidismo en la zona de entrada que es por el desierto y de los tuaregs en acción, siempre que tuviéramos un 4x4. Isaaka, empleado del arzobispado, de la misión católica nos ha asegurado que se puede ir con un vehículo como el nuestro, pero otra mucha gente nos dice que es imposible por las dunas. Las dobles informaciones de las mismas cosas es algo a lo que te acostumbras. No es suficiente con sacar la media aritmética de ellas para creer en una u otra. Solo atestiguan la auto percepción distinta que tiene la gente de su propio país.
Mientras decidimos qué hacer pasamos otras horas en Amandine, pero no las doce o de la otra vez, usando su cobertura wifi y comiendo sus platos para una clientela básicamente europea. Recibimos los agasajos de una troupe de guardianes uniformados .Nada mas llegar al estacionamiento el mas alto de ellos nos reconoce e impone orden entre los demás abejorros para emplazarnos adecuadamente con gestos superlativos totalmente superfluos. Luego al atardecer en la casa de Genovieve-Guilem, una casa de barrio pero con patio que nos permite instalar la furgo dentro, subimos sin planteárnoslo a otra atalaya de este viaje gracias a la visión de esta pareja de blancos que se ha pasado más de la mitad de su vida en África. Genoviève trabaja para una ONG alemana en cuestiones de conflictología. Es llamada por comunidades y monasterios para que haga de mediadora ante confrontaciones entre sus residentes. Además diagnostica enfermedades y receta remedios con el péndulo. Tras la segunda cena juntos yo soy yo mas una Estafilokoxy que seria lo que explica mis reacciones enrojecidas en los brazos y que ahora tengo extendidas al tórax y que atribuíamos a reacciones de calor. Vic sale con más papelitos de más productos a tomar para un cuadro multisintomático.. No nos tomamos a broma el diagnostico a pesar de que tener una persona al lado que cada pregunta la pasa por la bola pendular resulta algo a lo que no estamos acostumbrados. Ella no se cuestiona lo que explica las respuestas, simplemente comprueba que son ciertas. No pondré en duda la tradición radiestesista. Conocí a SanJuan, en Cubellas, uno de los colaboradores históricos de Integral y aprendí en un curso en su casa que la radiestesia funciona. Durante siglos las exploraciones de los subsuelos se han hecho con ella. Es el principio general de los zahories buscando minas de agua o de lo que fuera lo que es aplicado al cuerpo para preguntarle lo que tiene. Como el cuerpo suele ser más sabio que su colono, parece que no miente en sus respuestas. Me pongo inmediatamente en tratamiento con Supradyne. No pierdo nada. Son pastillas efervescentes de compuestos vitamínicos y oligoelementos. Luego en la farmacia me enteraré de lo caras que son 3550 cefas por tubo de 10. Noel Clarasó, un sabio elocuente dada su tesis, dijo que el cuerpo si se le trata bien puede durar toda la vida. Le hacemos caso sin haberle leído esta máxima suculenta. Quizás nuestros cuerpos solo necesitan el clima apropiado, ningún estrés, nada de polvo atmosférico, poca y sana comida, y seguir con las conversaciones y las lecturas de la vida y punto. No es cierto que haya que ir a ningún lugar especial para dar con experiencias sublimes o con personajes únicos. En cualesquiera coordenadas del planeta siempre que no te toque en medio del océano, hay historias curiosas que ver y personajes literarios admirables. No hay sitio que no sea un desfiladero de personajes de teatro. Es tanto más cierto cuanto mas se identifica con su papel cada uno. Nosotros no dejamos de ser una pareja curiosa. Representamos dos ociosos con tiempo libre para ir a cualquier parte, bueno cualquiera no, las más caras las dejamos para otra ocasión o para nunca. A fin de cuentas lo que inspira y acredita una biografía no es si ha estado en mas de 150 países o solo en uno, sino de que contenidos se ha dotado.
Con la pareja Spaak simpatizamos enseguida. Ambos se llevan muy bien. Rondan la setentena. A cualquier oportunidad se dicen cariño mío y hablan por los codos. Lo saben todo. Ella es la estrella y él su incondicional. Hacemos de público ideal y al estar con ellos nos proporcionan un distinto tipo de experiencia al hacer vida de barrio como invitados en una casa de vecinos históricos.
Dormimos en la furgo en el patio. Tenemos la suerte de tener noches frescas y ventoladas y, lo que es extraordinario, ningún mosquito a la vista. De pronto l’ armatane produce intensas tormentas de viento que cesan al cabo de un par de horas. Nos sentimos tan confiados que dormimos con las ventanas abiertas y de la segunda a la quinta noche con la puerta corredera también abierta. Previendo alguna sorpresa coloco la silla de ruedas plegada a modo de barrera por si un intruso quiere visitarnos. La quinta noche, parte de la cual duermo con la hamaca extendida entre dos arboles detrás de la furgo y casi al lado de Vic separados por sus ventanas, recibimos un visitante anónimo. Vic se despierta cuando el ya esta dentro y con los brazos extendidos como tratando de orientarse. Grita y yo también grito, en un acto reactivo empático que no habíamos previsto ni comentado nunca de hacer. El tipo desaparece sin que yo lo haya visto. Vic, la heroína del acontecimiento, lo ha puesto en fuga al cogerlo por la muñeca. Andaba desnudo y parece que era una adolescente. Dormimos con la puerta de la verja de alambre abierta. Cualquiera puede venir y entrar al patio en el momento en que lo desee. Nuestros gritos no han atraído a nadie a pesar de que hay un guardián en el vecino de al lado que tiene una casa mas solida y, parece que, un mayor novel económico.

Por las mañanas ellos se van a trabajar, nosotros nos quedamos en su casa donde hay una cierta corriente de aire, desayunamos y trabajamos, viene Renn, una domestica a ocuparse de la comida. Por la noche nos reunimos en torno a una mesita baja con boles para comer y una marmita de cerámica al lado donde eta el agua para beber que ellos mismos depuran a partir de lagua corriente con una serie de filtrados de carbón vegetal. Ellos la beben a temperatura de tinaja atendiendo a las noticias de gente que muere por beber de golpe agua muy fría. Nosotros ponemos la nuestra en la nevera. Uno de los placeres africanos es beber el agua muy fría pero desde luego con precaución.
Llega el domingo, la familia Spaak va a misa. Los acompañamos hasta la iglesia Sta. Therese en Bani Fondu (el camino de la salud en jarmá). Puesto que la ruta principal asfaltada está cortada por vestimenta policiaca nos metemos por un montón de calles secundarias polvorientas y arenosas hasta alcanzar nuestro destino. Mientras ellos participan de los cánticos y de los rezos nosotros usamos una paillote en la sombra durante este rato para leer y escribir. Para nosotros tener la música de fondo religiosa no nos molesta en lo más mínimo. Es como tener una FM desconocida que la dejas instalada y no tienes prisa en cambiar. La voz a coro del amen dentro de la pequeña iglesia suena a voluntad única, a una verdad de los ancestros, a una convicción de amor de especie, a una felicidad segura. Todo es mentira `pero el pasado de algunos significados sigue impresionando a quienes se dejan impresionar. De antirreligioso he pasado a ser arreligioso. Si la mayoría de gente desea ser o es creyente ¿Quién soy yo para objetarlo? Los ateos podemos darnos por contentos de no ser lapidados o quemados con los cuerpos embadurnados de alquitrán en la plaza publica. Mientras los creyentes respeten a los no creyentes, los no creyentes podemos respetar a los creyentes. A fin de cuentas las ceremonias dominicales son un pretexto para lucir vestidos, para darle a la glotis sonidos distintos, y para encontrarse con caras conocidas.
Tras la celebración tres hombres vienen hasta la furgo y nos son presentados por Genoviève porque desean conocernos. Nos desean lo mejor. Una adolescente se nos acerca y nos dice que quiere casarse con un blanco. Le pregunto que capital está dispuesta a aportar como dote puesto que su planteamiento es absolutamente de hacer una inversión. Antes de salir de su casa en Goudel, el local de los corrales de Dios de enfrente está en plenos preparativos para la producción de la música catártica. La psicología de los domingos africanos es particularmente curiosa. Hay una renovación al completo de los escenarios y los vestuarios.
Luego juntos vamos al mercado de compras. Nos metemos en el interior del petit marché. Ir con la silla de ruedas es toda una experiencia que pone a prueba la paciencia propia y ajena. Puesto que somos sus huéspedes, un tanto auto impuestos, nos vamos a ocupar de las facturas de la comida. Aceptan que colaboremos con la mitad de los gastos.
La casa de Genoviève es un desfile continuo de consultantes, varios completamente desahuciados, que vienen a cualquier hora. Se van con sus pócimas respectivas. Es difícil visitar a Genovieve y no llevarse una clase de pócima u otra que ella misma haya preparado. Convivir unos días intensivamente con una curandera es una experiencia que nos faltaba. Su salón sirve un poco para todo: mesa comedor, despacho de consultas, lugar de tertulias. No nos han ofrecido otras partes de la casa como el escritorio en el supuesto de que lo haya para trabajar. Hemos sido instruidos con respecto a detalles como el de dejarlo todo bien cerrado (tres pestillos de interior en puertas y ventanas) y no dejar puesta la manecilla del grifo de agua para que no se la roben. Los vecinos contiguos viven en unas cabañas tradicionales de paja. Lo habitual es que un mismo terreno sea compartido por varias de ellas y la cocina se haga con las clásicas cacerolas de aluminio fundido en el suelo.
La pareja Spaak hablaban zarmá y alguna de las consultantes con procesos paralizantes da realmente pena pero no pierde para nada la sonrisa de la boca. Su cara nos enamora y nos habla en zarmá. Lo mejor de los africanos es su sonrisa y su capacidad para aceptar las cosas. Es envidiable. Algunas de sus personas curadas han explicado las recetas que seguían de ella a sus médicos de hospital. Concretamente uno que no sabia como tratarlos quiso conocerla. Estamos ante una persona genial. No sospechábamos sus facultades que sea dicho de paso no sabe porque las tiene. Parece que es un común denominador de los curanderos si repaso en mi memoria la pequeña lista que he conocido de ellos. Mentalmente interroga al péndulo siguiendo un cuestionario-test con respecto tanto al síntoma como al tratamiento. Por eso sus recetas de escritura muy clara y bonita precisa dosis, gotas, productos. Vic, que muy bien podría haberse ganado la vida siendo banco de pruebas de una gran industria como la Merck acepta cualquier producto que le receten. Por de pronto un preparado de cola de caballo con alcohol de 95% espera una semana para ser tomado. En el salón-cocina-consultorio hay más botes que en la que teníamos en Royal Dance antes de alquilar la casa. Mi coleccionismo de botellas y envases es totalmente superado. Su casita esta llena de envases, bastantes están vacios ¿Que hace que la gente guarde(mos) reservorios? ¿Una pulsión inconsciente en toda regla que se esperanza en llenarlos como graneros para la época de las vacas flacas? ¿Tal vez para almacenar almas a falta de cielo seguro? Un montón de botes Nido de leche en polvo de los grandes contienen hierbajos africanos con los que prolongar la vida y la salud corporal. . Los muchos bidones nos ilustran: Baani, thé de Gambi, Kasoray, Faku, Kubu, Ixora, Sabana, Hyptis, Akata, Goyavier, Lutu, Hanam, Sabafra, Windi Bundu,..nombres que suenan a soluciones misteriosas de plantas y arboles desconocidos para nosotros. Hay varias teorías sobre el curanderismo. Despues de haber conocido varia gente que la practica a lo largo de mi vida y de ser curado en un par de ocasiones por dos de ellos, un pastor de Castellón, cerca de Artejuela me recolocó la espina dorsal librándome de un pinzamiento que me había quedado tras un accidente reciente, nunca más se supo de mi calamidad; también en otra ocasión por otra curandera que me impuso sus manos en unas llagas en mis pies mientras fumaba y daba instrucciones domesticas a sus hijos dando vueltas por alrededor. No negare el poder de otras intervenciones curativas no oficiales. La interpretación de este fenómeno es más materialista de lo que puede parecer. Los curanderos hablan de ser canales de energia. Son receptores de una información negada para la mayoría de mortales o tan solo accesible con sofisticadas tecnologías exploratorias. Posiblemente la información procede de las células corporales afectadas que a su vez están en conexión con el resto del organismo y este con el Holos del universo. El curandero le formula preguntas simples al cuerpo que solo pueden ser constatadas con un si un no o un puede ser. Lo mismo que cualquier otro psico o biotest. De esta manera va siguiendo una serie de filtros hasta dar con las respuestas precisas buscadas: patología y tratamiento dosificado. Las células preguntadas deben decirse ¿es a mi? Lo que no saben lo consultan con otras que lo puedan saber. La cosa actuaria como una especie de gran archivo paralelo de datos dentro de una gran conciencia universal u holista. Evidentemente esto es indemostrable y contarlo hasta a mi mismo me parece más propio del delirio que de la ciencia; por ahora es solo una conjetura pero explicaría mucha de la fenomenología extraña que a la ciencia le cuesta tanto encajar. Si todos lso individuos y cosas forman/mos parte de un holos, lo que no sabe una célula lo sabe otra, sea cual sea la distancia. Eso incluye el inconsciente colectivo y el registro de todos los acontecimientos y saberes hasta ahora acumulados y algunos otros por revelarse. De ser cierto esto el concepto de individualidad y la noción de individuo sufriría un serio revés. Todas las células forman parte del universo y solo pueden responder a las demandas recibidas dando las respuestas correctas. Hay quien liga el curanderismo al mundo de los espíritus y esa facultad para canalizar energia la convierten en un don asignado por un dios para hacer el bien. Hay toda una parafernalia al respecto en cuanto que el curandero que cobra por sanar pierde su facultad.
La cuestión es que a Genoviève le gusta lo que hace. Se la ve completamente realizada y feliz y a Guilem, que le hace como de secretario, preparando dosis etcétera también. Ambos visten de una manera muy curiosa. Tienen un aspecto por el que pocos darían un duro por los dos juntos al verlos por la calle pero no se les puede quitar originalidad y entusiasmo. Genoviève viste siempre un mismo tipo de vestido aunque va variando de telas y Guilem lleva una especie de túnica de 3/4 y pantalones siempre también del mismo estilo con tejido africano.
En nuestra deferencia piden a su cocinera, Rennes, que prepare comida exclusivamente vegetariana. Suculentos platos al horno y sopas estupendísimas. Pasar unos días en su casa es hacer una cura alimentaria. En cuanto al vecindario debe haber aprendido no demasiado de que también hay blancos pobres. Nuestra primera mañana tras intentar un paseo imposible por los alrededores dada la cantidad de arena, un par de docenas de críos nos pidieron lo que suelen pedir. Luego ya se acostumbraron a nuestra presencia. Hicimos una rifa de un boli para todos ellos. Sigue siendo difícil plantear temas de organización y orden con lso críos. Nuestros anfitriones dentro del anecdotario domestico se han encontrado un poco de todo, en una ocasión se encontraron con un cable conectado a uno de sus enchufes. Tiraron del cable y se quedaron con el. El vecino que le robaba corriente vino a reclamárselo con una cierta timidez.
Posiblemente es una pareja que ha encontrado el fondo de su tranquilidad en Africa. Seguramente en Europa hubieran sido muy infelices por su mentalidad. Aquí se les respeta y considera.
De compras por le petit marché, Vic+silla de ruedas por los pasillos de interior supone todo un canto a la osadía. A ratos tenemos que apartar jofainas o bancos de madera o pies humanos para conseguir el ancho necesario de paso. Todo el mundo nos soporta con simpatía. De pronto una mujer con la cara totalmente tapada, no son la mayoría, deja una bolsa junto a nosotros. De estar en un mercado en Bagdad podría ser una bomba. Aquí de momento estamos a salvo. Antes, otra mujer le da una moneda de 25 francos. Por un momento pensamos que se nos ha caído. No, es una limosna. Se la devolvemos. No es la primera vez que alguien le da espontáneamente una moneda a Vic, En caso de emergencia nos pondremos en el mercado a pedir a ver si reunimos lo suficiente para la visa for Nigeria o cualquier otra tasa de estado. Compramos unos pequeños fornó de alambre muy bien construido. Además de fuegos de carbón sirven como objetos decorativos. No se si alguna vez los usaremos para preparar el te (una caja de carbón sigue esperando su uso en nuestra casa trotante).Hasta ahora no hemos comprado apenas nada durante ese viaje. El capitulo de las obtenciones es el mas flojo. Vamos aprendiendo que no necesitamos estar comprando cada día para llenar una casa. No tener casa de verdad tiene sus ventajas, compras pocas cosas imperecederas y gastas menos.
Las infos fisiológicas sobre nuestros desarreglos no nos cambian la vida pero de alguna manera consolidan la falta de prisas que ya hemos venido experimentando últimamente. Niamey es una ciudad tan buena como cualquier otra para pasar un tiempo. Parece que es la capital del mundo de más rápido crecimiento, más de un 10% anual. Mientras vamos reorientando nuestro viaje o mejor dicho nuestra agenda de este año seguimos con nuestras constantes. Somos gente de butacas, Vic también es otro cuatro, no soy el único. Mientras escribo contesta a aun crucigrama de un magazine especializado en cruzamientos de palabras, como su padre cuando vivía acostumbrado a contestar los del ABC. ¿Cómo se llamaban los esclavos de Esparta y empieza por i? Ilotas ¿incienso aromático? Olíbano. ¿Émulo? Rival. Mientras la pareja Spaak siestea nosotros recibimos las benedicciones del ventilador de aspa del techo ocupando el salón-comedor-consultorio-hall etc.. Nosotros, desde que no tenemos habitación, no podemos permitirnos este placer, que en África es sagrado; entre la 1 y las 3 el tiempo es intocable. Al fin de los refectorios de medio día la gente te decía bonne sieste, dando por seguro que era la inmediata acción que te proponías, Siguiendo con nuestro prácticum de okupas ahí donde vamos, nos sentimos como en casa si fuéramos capaces de tener una casa como ésta-

Los Spaak, radio de rueda en neenderlandés,(hay un pueblo que se llama Spaaken burg, la en hace el plural) hacen honor a su nombre. Entre los dos son casi media rueda del carro de la historia. Les gusta su trabajo, son felices en su casa que ante la fachada podrías tomar por una choza pero que en su interior su ventilador de aspas nos pone a salvo de las caldas exteriores. Nunca me he fiado de esos ventiladores, en Centroamérica me cansé de ellos en las habitaciones de los hoteles y siempre sospecho que se pueden despegar y degollarte sin que nadie lo quiera claro mientras estas en plena actividad Rem.
Mientras van pasando los días va creciendo una amistad entre nosotros. Sus múltiples recursos para todo: jabón especial para la piel y para lavar que ellos mismos preparan, reciclajes de aguas usadas, el gota a gota para las plantas y el reciclaje de basuras (el primer lugar que vemos a alguien haciéndolo en el continente) los hace alternativos, curiosos, estupendos y únicos
Genoviève no para de ser un pozo de información. Nos cuenta trifurcas de las Ongs entre ellas y para las que ha trabajado. Actualmente lo hace para una alemana que no le hace acuse de recibo ni siquiera de sus reports regulares. Le explico nuestro punto de vista sobre que esto tiene una lógica aplastante. El espíritu de las Ongs no es tanto el de obtener resultados de sus intervenciones como asegurar que existan facturas de estas, para pretextar toda la expectativa solidaria de aportaciones, en la que basan su misión empresarial (lo de humanitaria dejémoslo de lado).Cuanta mas información reunimos de ONGs mas se parece al gran timo de los tiempos recientes. Evidentemente no hay mejor timo que aquel en el que el timado espera hacer una gran hazaña. En el fondo el timador es una figura necesaria para dar el escarmiento merecido a los timados. El de dar duros a cuatro pesetas era un saneador público que desplumaba a los que querían apriovecharse del pobre tonto, o mejor dicho que simulaba serlo y, que ofrecía ese trueque. Trasladado a la época de los grandes números en la que la sociedad europea en masa paga y paga para que los pobrecitos africanos no pasen hambre y tengan escuelas olvidan que el dinero no cambia las mentes y que puede pagar otras formas de parasitismos sin cambiar realmente estructuras de los países de destino ni tampoco actitudes vitales. Genoviève que es una crítica nata ha tenido conflictos en la coordinación con otras Ongs por negarse a aceptar fondos dudosos, concretamente de una asociación filonazi y también con compañeros de la propia por usar los recursos del centro para asuntos privados.
Los Spaak son unos personajes totalmente llamativos. Los días que pernoctamos en su patio lo hemos hecho con la puerta corredera de la furgo abierta y la puerta de la cancela que también lo esta siempre. Ellos se cierran en el interior con puertas y ventanas de hierro y además de la cerradura 2 pestillos, uno arriba y otro abajo, en una casa-choza blindada. Nuestro sentimiento de seguridad es total aunque siempre hay alguna noticia que te recuerda que en todas partes hay algún delincuente efectivo o en potencia esperando morder a su presa.
. Niamey es la capital que mas controles policiales encontramos y que nos piden toda la documentación; permiso, seguro y laissez passer. Nuestro cartel comparando las pobrezas africana y europea les saca alguna sonrisa; en un último control dejaron que siguiéramos sin revisar el permiso tras pedirlo.
Las extensiones de las embajadas extranjeras son inmensas. La china está levantando la suya. Delante de la estadounidense la señala de trafico de la aspa de prohibido detenerse es continua. Además de los guardias de interior hay un retén en la calle. Cuando nos detuvimos para preguntarles el otro día donde estaba la de Nigeria el tipo que vino a informarnos tomo el fusil ametrallador en sus manos. Nos han contado historias totalmente draconianas de gente ametrallada por detenerse a preguntar algo a un policía custodiando un edificio. Lo recomendable es guardar siempre distancia de cualquier sujeto armado lleve el uniforme que lleve ya sea del país que sea, esto incluye a los de nuestras latitudes europeas.
Genoviève viene a casa con dos barras de pan completamente secas que ha comprado por la mañana. El pan no resiste las temperaturas de aquí. Le proponemos reciclarlo para una sopa de cebolla. A la mañana siguiente instruyo a Renn de cómo hacerla. Nosotros comemos un par de boles a mediodía antes de ir a otra sesión internáutica a Amandine. La sopa de pan es una sopa de pobre. La postguerra civil española permitió llenar estómagos con ella. No es cualquier cosa. A nosotros nos retrotrae a sabores domésticos y a la Hispania lejana. Tomar nota: receta para 4 comensales: 2 litros de agua. Una barra de pan seco tipo baguette, 6 cebollas. Una cabeza de ajos pelados. Una pizca de sal. Dos yemas de huevos. Aceite de oliva. Tomillo. Proceso: tras la ebullición de cebolla y ajos y la rama de tomillo recuperar ésta y dejarla fuera de la olla para tirar al tacho de restos orgánicos. Añadir el pan cortado a trozos. Tras su reblandecimiento total, poner fin al fuego y dejarlo en reposo. Cuando la temperatura este templada añadir las yemas. Pasarlo todo por el túrmix. Luego añadir el aceite crudo. A falta del hierbajo clave en rama se puede añadir en polvo o un combinado de romero, orégano y serpol. En cuyo caso hay que añadirlo despues de batir. Resultado final: un plato para gourmands.

Vuelta a las Andadas

Goudel Niger 10may08
Hay algo de traidor al escribir de quienes vas conociendo. Tienes dos principios por los que regirte: uno. el de tu propia conciencia diciendo lo que crees e interpretando las cosas que ves con el máximo de justicia y otro respetando totalmente de quien hables sea quien sea y aunque no vayas a volverlo a ver nunca más. Eso no quita el humor irónico como salvaguarda y que en un momento dado digas a voz de pronto lo estúpida que te ha parecido una persona. La literatura es el arte de la elusión continua también para decir sin decir las cosas.
En Bobo-Dioulasso volvimos a pernoctar justo al lado de la puerta del Henri Matisse, Centre Culturel Français donde está también la embajada del país de las tres grandes palabras: egalité, liberté e fratenité. Es la tercera vez que lo hemos hecho, Los domingos el centro esta cerrado y no pudimos gozar de una de sus mesas a la sombra para desayunar y tomar nuestro te preparado en la furgo. Nadie nos ha objetado pasar la noche allí. Algo completamente distinto a la mañana del último verano en que montamos nuestra mesa de desayuno frente al edificio de la embajada Italiana en la república de St. Marino y con vistas al valle, tras pasar la noche en su estacionamiento. Nos fuimos con el desayuno abortado porque vinieron a decirnos que allí no estaba permitido aparcar nuestro vehículo. Vic se rajó, dijo que tenían razón al echarnos. Una misma presencia y el mismo gesto en un lugar son aceptados y en otro no. Los seres humanos somos victimas de las formas. ¡Quien no lo sea que levante la mano! Pero peor que eso somos víctimas de las ideologías que rigen en cada lugar y del poder de manipulación que tienen estas de aquellas.
Los dos dedicamos parte de la mañana a escribir con nuestros dos ordenadores dentro del furgo. Descubrimos que a pesar de la exigüidad del espacio es posible hacerlo, mientras estábamos esperando a Clovis Hien, el mánager del bar que ya nos trata como sus amigos, y que vino expresamente para hacernos fotos juntos a falta de flash de nuestra cámara para haberlo hecho por la noche.
Durante la velada anterior hubo un recital de blues dentro de los días de jazz en Bobo. La florinata blanca local se reunió para la audición. Vimos por primera vez las mesas llenas con clientela real de la que paga. El espagueti a la carbonara que pedimos solo tenia el nombre. A distancia el murmullo de las conversaciones animadas de los demás parecían seductoras para participar de ellas. Nos limitamos a consumir visualmente gestualística humana como voyeurs chochos demasiado a la descarada. Vic se puso a mi lado para no perderse el espectáculo desde nuestra mesa rinconera. Toda la comunidad blanca parece conocerse. A diferencia de los negros los blancos no vienen a preguntarte que tal o de donde vienes. Su aire sobrado (nuestro aire de sobrados) es digno de un riguroso psicoanálisis de las maneras.
De camino, una vez mas, para Ouaga, nos detuvimos en Houndé: paillote+birra+cocacola+ordenatas. Los gestos de desidia permanente en el andar de camatas y empleados hemos dejado de justificarlo por el calor africano. África es lo que es en gran parte por los africanos. Tienen su derecho al infra desarrollo en esa parte que les compete a ellos y solo a ellos. Luego por la tele algún monodiscurso de un pope de la política saca una y otra vez la palabra del desarrollo que siempre contrasta con las poses dominantes del infra-trabajo que se exhiben continuamente.
La carretera, o parte de ella, de Bobo a Ouaga esta financiada por la UE, también la de Níger hasta Niamey, para confort y seguridad de sus viajeros según rezan sus carteles de autobombo.aun asi nos toca pagar el peaje. Ya no protestamos pero nos resulta curiosa nuestra condición de doble paganos de la misma cosa: como usuarios en tránsito y por ser europeos (no olvidar: blancos=tontos) a través de nuestros impuestos. Finalmente son cantidades misérrimas que podemos permitirnos perderlas, es decir, donarlas pero de tarde en tarde se lo comentamos a los chicos de las barreras. No evitaremos continuar interpretándolo todo en los doble-sentidos que contienen. De hecho no hay interpretación posible de los lugares, las cosas y los actos sin mirar un poco más allá de lo aparente para adivinar lo que está escondido y lo que está escondido suele ser todavía mucho peor de lo que se ve.
Llegamos hasta Sabou donde tomamos espagueti en el mismo restaurant sub-iluminado que en la otra ocasión cuando conocimos a François Barbier que andaba planteándose jumelee Sabou a otra ciudad francesa alternativa a la conexión parental que ya tiene y parece que no funciona. La diferencia con la otra ocasión es que en esta no henos contado con el privilegio del cocinero que había Resultado: un cate patatero, asi se lo digo cuando el chico al cargo del plato nos pregunta qué tal. Pasamos la noche en el mismo sitio, sin mosquitera y sin ninguna picada de mosquito. No perdemos el tiempo acercándonos al pequeño lago del cocodrilo aburrido. A la mañana siguiente saludamos a distinta gente que nos recuerda. A la hora de salir, después de haber estado tomando posiciones al termino de nuestro desayuno, los chicos de la cooperativa, uno de ellos el mismo que la otra vez, nos piden lo mismo: una contribución por haber usado el espacio; nos cuesta cinco minutos de conferencia para explicarle que las cosas no van así, el esquema de la exposición: calidad-dignidad-intercambio etc. Vic reprime mi intención de darle un boli como cadeau. Más que una intención un acto fallido que me surge mas que porque se lo merezca para seguirme deshaciendo de chucherías para regalos. Hay algo a admira inmensamente: la absoluta falta de sentido del ridículo.
Llegamos a Ouaga sobre las 10 de la mañana. Misma oficina policiaca, mismas caras: la del chico del parking y la de los funcionarios tras sus pilas de papeles. Con 50mil cefas menos en nuestra cartera vamos a reponer fondos al BICIAB. Otros 150mil. La tarea de los funcionarios consiste en pegar en un clip la solicitud, el pasaporte, las dos fotos y los billetes de cefas. No comprueban ningún dato. Eso lo hace otro de despachos para dentro. Pedimos permiso para fotografiar un rincón en que hay miles de papelajos de los archivos apilados para hacer una foto con la que ganar un concurso si participáramos.es lo mas representativo del lugar hasta donde alcanzamos ver. Por supuesto nos lo deniegan. Es el único interés del edificio además de considerar que no hay negocio más rentable que el de un estado que vende adhesivos o tamponazos por sumas extraordinarias. Con ellas sufraga toda su infraestructura de parásitos y a cambio les/nos quita a los extranjeros la inseguridad al no estar de ilegales.
Junto a la oficina bancaria descubrimos un cyber con wifi. No hay sitio en el interior. Nos instalamos con nuestras butacas en el porche que hace la función de escaparate para venta de ordenadores y fotocopiadoras. Estamos cinco horas seguidas por mil cefas cada uno. Una ganga. Además, (grito de alegría), mi portátil no tiene ningún problema en la conexión (la ultima vez que intenté usarlo en un cyber con wire me daba la conexión pero no conseguía acceder a ninguna página). Los distintos vendedores ambulantes nos abastecen de lo que necesitamos: plátanos y huevos duros. El manager del local, una joya de hombre atento a nuestras necesidades, va recolocando sus muebles cuando entramos dentro de la bisectriz del sol con el tejado. Cuando se lo pedimos va a la buvette de al lado y nos trae cerveza y coca-cola frías. Tenemos toda una foto para documentarnos pero olvidamos hacérnosla.
Ponemos al día el blog de nuestro viaje y además hago un intensivo de insertar otros artículos en otros blogs en los que empapelo paredes con papeles en vez de pintados escritos. Consulta de Email y de cuentas bancarias. Hasta ahora no nos consta que seamos víctimas de ningún desfalco en nuestra ausencia. Nuestros inquilinos pagan puntualmente A media tarde, cuando hemos terminado, nos instalamos en una buvette de al lado: espaguetis que mejoran la ultima experiencia con ellos y dos litros, sí dos, de coca-cola. Por un enorme bafle suena Don Williams, podríamos estar perfectamente en una taberna de Naschville. Ouaga está siendo la ciudad que más veces hemos cruzado durante el, -ahora hay que decir- paseo africano. Hace cinco meses todavía teníamos dificultad en pronunciar su nombre. Cuando estudiamos este país de África en nuestros bachilleratos se llamaba Alto Volta.
Tras la comida decidimos ir hasta Pabre donde un experto en fitoterapia prefirió la elección de este dominio y la aplicación de la radiestesia que continuar siendo un père blanc. Sus hermanos de congregación le plantearon el ultimátum de o ellos o sus nuevas elecciones. Ante la evidencia de la radiestesia terapéutica de un péndulo sobre una lista de estudiantes que el conocía del seminario de al lado diagnosticándolos con exactitud sus dolencias se dedicó a este tema. Ahora tiene un establecimiento reputado y se sigue anunciando como los remedios del padre César aunque otros seguramente ya no le traten con ese substantivo.
Llegamos al anochecer y nos instalamos en el recinto de los curas católicos donde conocemos al vicario Thierry que no tiene ninguna inconveniente en dejarnos pernoctar en su patio. De Thierry nos hablaron en Diabo y nos facilitaron su número para contactar con él por si necesitábamos algo. La verdad es que no usamos prácticamente nada el teléfono para llamar a contactos de los muchos que se nos facilitan a lo largo del viaje. Si hubiéramos emprendido este viaje con una agenda bien provista de contactos no nos hubiera sido más útil que el criterio de irlos haciendo sobre la marcha. Buscar a los amigos que tienes metidos dentro de una agenda, cuando estás en ruta, puede ser más complicado que hacer amigos nuevos en los sitios que vas llegando. En el patio donde pasamos la noche, enseguida queda formado el cromo surrealista. Yo sigo con la dosis pendiente que tengo de ordenador para escribir la cuota diaria de pasta-literaria, las horas cibernáuticas no cuentan. Estoy volcado en la minimesita plegable de aluminio y sentado en la butaca ídem. Un cable sale por una venta que facilita la energía eléctrica y, de paso, un rato de inspiración. A mis espaldas un fluorescente, Vic esta en la furgo encamada. 4,5 litros de agua están poniéndose fríos en la nevera para poder enfrentar nuestras exigencias nocturnas y el día de mañana. Todavía tenemos una botella de sirope con la que la que gratificar el paladar. La combinación de agua fría con un poco de sirope es un diseño sencillo pero extraordinario que se lo debemos a las influencias monacales.
Los padres de Thierry que han venido a visitarlo nos saludan cuando se van. Se han cruzado antes con nuestro coche en la carretera y han reparado en él. Es imposible no hacerlo: los bidones azules y el cofre arriba le dan un aire tirando a nave extraterrestre. En todo caso nadie utiliza esta forma de llevar los bidones de los cuales nos siguen preguntando si transportamos gasoil. No, el gasoil de reserva esta en los cinco bidones que seguimos conservando. En otra parada, en Pa, para poner otros 45 litros dentro con la ayuda de la escalera y con un adolescente exigiendo su cadeau, aprendimos que es posible para una persona hacerlo sola. Basta sostener el embudo con el tubo articulado en la bocacha del depósito con un palpo de goma al limpiaparabrisas y tener, eso sí, la escalera de aluminio al lado para ir reposando el culo de cada bidón. La operación lleva bastante rato pero no es imposible. Al irnos dimos un caramelo a un niño que nos dijo au revoir pero no al chuleta que nos estuvo molestando todo el rato. Seguramente hay cosas de orden sentimental que es mejor callar, pero hay críos ante los que experimentamos a veces las ganas de darles una patada en el culo. Ese sentir lo puedo razonar aunque será una tontería. Pensamientos tontos los tenemos todos pero el sabio se los calla dijo Wilhelm Busch. Lo cierto es que es inevitable vivir sin personalizar las relaciones, por tanto sin discriminar. Y eso es un proceso mental y sensorial que empieza desde el primer momento que ves a alguien. Nos molesta, por el lado de los ofendidos, que nos vengan diciendo sois los blancos, dadme algo. Los negros de aquí olvidan que muchos blancos en territorio hispano tenemos una larga experiencia con gitanos que tratan al payo como su fuente de ingresos y en el fondo con maneras bastante despreciables. Estamos vacunados babys.

Estábamos advertidos que a partir de mayo empezaban las primeras lluvias. Se levanta el viento con ratos de verdadera intensidad. Hemos visto pequeños tornados en los que giran las hojas secas de los arboles como si fueran un tío vivo, también grandes polvaredas cruzando una de las carreteras de salida de Ouaga dirección Mopti. Todo un espectáculo de motos y bicis. Despues de preguntar varias veces y con la noche cerrada encontramos nuestro destino llegando a Pabre: otra zona colonizada por distintos establecimientos católicos. Cuando nos metimos por una pista llena de charcos con la noche caída entrando un momento dentro del Seminario para reorientarnos, nuestros faros alumbraron un centenar por lo poco de ranas todas cruzando saltando en la misma dirección quedando un rato paradas por nuestros focos como si esperaran que las fotografiemos. Hay tanta vida en todas partes que la naturaleza no desaprovecha nada. Durante los 3 días que estuvimos en Carmel la rampa de madera dejada para franquear el peldaño que daba al `porche de nuestras habitaciones empezó a ser devorada por lo que parecía que eran termitas. Se zamparon toda una primera lámina de una esquina e hicieron una especie de fango de celulosa con el que iniciaron su cobijo. De haber estado un mes nos habríamos quedado sin rampa. La rampa es un objeto más que no teníamos previsto. Acarrear con ella pasa a formar parte de nuestros gestos diarios y de nuestras molestias dentro de nuestro espacio.
Despues de estar tan bien acostumbrados a las habitaciones que hemos usado últimamente, volver a la austeridad de la furgo pide convicción y ascesis de las duras. Es el momento de decir que nuestra furgo no tiene todas las comodidades necesarias para un viaje como el nuestro. Está preparada para salir fines de semana, instalarse en algún lugar de picnic y hacer vida fuera con toldos más el despliegue de hamacas y mesas, pasar unas cuantas noches seguidas pero no para un planteamiento de usarla durante varios meses seguidos. Falta un tercer espacio interior que nos lo hubiera proporcionado una Volkswagen o una Mercedes Benz de las largas y más altas, ambos modelos más caros que el nuestro. El poder adquisitivo acaba determinando la elección de las cosas. Empezamos a replantearnos comprar algo mejor antes incluso de tener amortizada ésta. También hemos vuelto a hablar de una antigua idea, la de tener un velero. El problema de los veleros, dejando de lado el del resto de inseguridad que le queda a Vic para ser capitana de uno, es que tienes que pagar los atraques y el viaje queda condicionado al itinerario de las ciudades marítimas salvo unas pocas que se alcanzan por rio. Una vez en ellas te tienes que mover por tu cuenta y necesitas un vehículo para recorrer la geografía de interior. Nos debería sobrar la pasta para comprar un velero y tenerlo la mayor parte del tiempo en un pantalán. Por ahora nos sigue pensando más el amarre al suelo que no trasladarnos por las aguas. En definitiva, una parte de nuestra salud convivencial pasa por un vehículo más grande: un autocaravanning a comprar tal vez en las ferias de Rímini o Barcelona donde hay verdaderas maravillas o en alguna feria de ocasión. Décadas atrás había una en Holanda.
A la mañana siguiente el patio, en Pabre, revela más detalles que la noche anterior. Un mercedes de última gama, un container naviero de Hapag, el pozo dentro del recinto del cual vienen a suministrarse agua los del alrededor y un montón de niños en expectación mirándonos sin perder detalle. Cuando les hablo, alguno contesta lo que pregunto acerca de sus horarios escolares. Otros niños no pautados beben directamente del surtidor del pozo desperdiciando docenas de litros de agua por un par de tragos. Les explico que el agua hay que cargarla antes de beber en un bidón, dicen que si, no sé si me entienden, ellos siempre dicen oui a los que les dices.

Visitamos la instalación del pere Cesar. Él está de viaje y nos atiende una especie de encargado que habla tan bajo que no conseguimos oír nada de lo que dice, que por otra tampoco es demasiada cosa. Nos hace de guía por el itinerario botánico por obligación. No se puede decir que sea la alegría del huerto. Damos una vuelta por el recinto y vemos una forma de trabajar europea. Además de su producción de plantas preparan y envasan otros productos que compran fuera, como la espirouline. Para comprar alguno de los remedios hay que hacerlo en su tienda en la capital pero no sobre el terreno. Los empleados trabajan de verdad. Además trabajan en condiciones higiénicas: los envasadores con guantes, grandes gorros que permiten la transpiración, mascarillas y con batas, y los pulverizadores de cortezas o frutos golpeándolas dentro de los morteros de madera coordinados a dúo los golpeadores para machacar todo el material que les espera.
Regresamos a Ouaga. Nos reinstalamos en el mismo cyber del día anterior: otro intensivo de cinco horas. Los vecinos que nos conocen nos protegen de alguna posible interrupción. Luego vamos a recoger los pasaportes visados.
Tomamos inmediatamente a continuación la carretera hasta Koupela, donde ya llegamos de noche, por el camino un motorista esta en medio de la carretera. Su moto destrozado y el también. Su cadáver esta discretizado bajo una de las ramas del reguero de ellas para avisar del peligro. Unos cientos de metros en dirección contraria uno delos autobuses modernos que van a toda pastilla tiene un bollo. En su parte izquierda. Suponemos que en el adelantamiento del motorista de un microbús ha colisionado con el gran autocar. Tal vez la maniobra incluso habría sido correcta pero el volumen de aire que desplaza una maquina como esa es posible que le haya hecho perder el control a alguien. Por un rato me pongo en el lugar de la familia que esperaba ese hombre para cenar. No me gusta conducir de noche. Un simple percance puede convertirse en un gran problema, pero en esa ocasión lo hago. En Koupela nos instalamos en el recinto católico. Bebemos una botella entera de agua fría que se ha conservado en nuestra nevera desde la mañana y conseguimos alguna más. Paseo y cena en los alrededores. De aquí parte una carretera al sur para Togo que ya tomamos unos meses atrás. Es una ciudad activa y en la misma carretera para Togo hay docenas de personas que pasan la noche en la cuneta con una enorme cantidad de cestos que son para cargar con productos que compran, tomates fundamentalmente.

Tras dejar Koupela llegamos a Fada-.Recargo el deposito a 618 litro en Petrofa. Confío en la información que nos dan de que en Níger esta a 660.Volvemos a pasar sin detenernos pero a no más de 90 hora el tramo de carretera donde hay noticas que algún ataque de bandidos y no es aconsejable cruzarla por la noche. Llegamos a Kantchari. En el puesto de la policía Antoine, el poli con el que compartimos una velada y que pernoctamos en su patio, la otra vez que estuvimos en Kantchari, me reconoce y grita mi nombre. Blaise Compaore, el presidente sucesor de Samkara, y el que parece que lo mandó matar, ocupa el palco del poder actual y el poster presidencial en el despachito de los tamponazos. Hablamos unos minutos con Antoine y seguimos nuestra ruta repitiendo geografía sin tener aun la seguridad de por donde va a seguir nuestro itinerario.

jueves, 8 de mayo de 2008

Misioneros/as

Eucaliptos replantados y talados para seguir construyendo en África
Ampliando la iglesia de las carmelitas

Un poco de historia

Para comprender el porqué la Iglesia Católica que yo he vivido de niña en España no tiene nada que ver con su comportamiento en el África que estoy recorriendo, es necesario sumergirse un poco en la historia y conocer la personalidad de uno de los pioneros de las misiones en África.
Charles Lavigerie, nacido en Bayonne (Francia) en 1825, se puede decir que marcó un hito en la historia de las misiones en África. Crea la congregación de los Pères Blancs y de les Soeurs Blanches. En 1868 funda el primer noviciado de misioneros de África (Pères Blancs), en Argel y en lo que antiguamente se llamó Alto Volta, actual Burkina Faso. Persona abierta y gran conocedora de la cultura musulmana, en 1866 acepta el arzobispado de Argel con 41 años. Pero su interés está en África entera, y, así, una convicción germina en él: la necesidad de internacionalización de las estructuras de la Iglesia de Roma. En 1875 el escribió:”Mi misión es comenzar la desitalianización de la Iglesia, todo me ha predispuesto a ello: mis estudios, mi paso por Roma, mi participación en los asuntos episcopales de Francia y, en fin, mi apostolado en África”.
Desde 1874, decide reunir a padres y hermanos en una sola congregación “Pères y Soeurs Blanches”. Para el fundador, el rol de los hermanos y hermanas es irremplazable porque son capaces de realizar cualquier tarea: catequistas, responsables de orfelinatos, de escuelas, arquitectos, ingenieros, obreros, antropólogos, filólogos... Tanta influencia tuvo su apostolado en África que el Papa león XIII, en 1882, nombra a monseñor Lavigerie cardenal, y le confía, después, la misión de alertar a la opinión mundial para la abolición de la esclavitud.

Curiosidades

Tan decisivos han sido esta comunidad y los sucesivos reglamentos que esta comunidad ha tenido, que han servido de modelo para las posteriores congregaciones de otras órdenes religiosas que se han instalado en África para ejercer de misioneros, tanto apostolares como monacales. Una de las características de sus miembros es la exhaustiva y específica preparación antes de tomar los votos como religioso. En síntesis, podemos decir que suelen pasar por 6 etapas:

1º Un año de comunidad en su país donde aprende uno de los idiomas vehiculares de África, el ingles o el francés, así como formación doctrinal y bíblica; el conocimiento mutuo, el estilo de vida, las formas de apostolado y de rezo se experimentan.

2º Acogida de postulantes durante un año en alguna misión extranjera. La experiencia en comunidad internacional comienza a la vez que la formación espiritual según la pedagogía de los Ejercicios de S. Ignacio de Loyola.

3º Después de 2 años en misión apostólica en África, empieza otro proceso de formación. El objetivo de esta etapa es verificar las actitudes fundamentales aportadas en la situación misionera actual, así como la capacidad de apertura a otra cultura, y la disponibilidad.

4º Según los intereses: noviciado, segundo año espiritual, tiempo de meditación. Otro año permite a las novicias entrar en una mayor intimidad con Cristo e intensificar su formación espiritual, en particular para la contemplación del Misterio Pascual. Sirve para que la interesada verifique su vocación para el servicio.


5º Durante un mínimo de 5 años y un máximo de 7, la religiosa renueva cada año su vocación. Es un tiempo de maduración, de confirmación de la vocación con vistas a una profesión perpetua, de estudio de la cultura y de la lengua del país que la acoge y de su profundización del sentido de la misión.


6º Al final del periodo de veces temporales en una misión africana, un año internacional reagrupa a las hermanas para la preparación a la profesión perpetua, al sí por la conexión permanente; es decir, a tomar los votos.

El observador laico como visitante en un monasterio de clausura
En casi todos los monasterios africanos que hemos visitados hemos asistido el sello que les enmarca: el riguroso orden cotidiano y la actitud feliz ante la vida de de estos/as religiosos/as.
Después de indagar un poco sobre el proceso de preparación para esta vida tan apartada de lo que vulgarmente se dice: “los placeres de la vida”, su entusiasmo, compruebo, no es fruto del azar sino de una concienzuda preparación para ser fuerte ante cualquier adversidad que se les presente. Tanto su fe como su integridad espiritual son fruto de una inquebrantable seguridad de que lo que viven es lo correcto.

Creo que este contraste, entre la vivencia espiritual en Europa o en África debe de tener algo que ver con que en Europa no se tiene que luchar por satisfacer las necesidades básicas como. El comer, el vestirse,... y, por lo tanto se tiene más tiempo para opinar sobre la moral del ciudadano. En África, un religioso no tiene más remedio que estar por encima de las costumbres ancestrales y se tiene que dedicar más a salvarles de morir físicamente y después espiritualmente.

lunes, 5 de mayo de 2008

Existir.




Intro a la Existencia.
Existir, un verbo regular de la tercera conjugación. Koubri 24 Abril 2008
La idea de Un viaje Existencial nació un año atrás, en primavera del 2007. Vic y yo decidimos escribir un libro juntos sobe nuestros viajes. La idea nos puso manos a la obra inmediatamente. No aplicaríamos otro objetivo que describir las situaciones por las que pasáramos y describirnos a nosotros mismos además de tratarnos de explicar filosóficamente no tanto en las preguntas cruciales de los por qué últimos como en las cotidianas de los para qué circunstanciales. Quizás nos dejamos influir por la ironía de John Steinbeck o por la literatura que llevábamos consumida de otros viajeros y sus aventuras. Estábamos pasando unos días en Portugal y sus bibliotecas fueron nuestros despachos.Luego, en verano, no dedicamos tanto tiempo a escribirlo durante nuestro viaje a Turkia-Georgia a causa del ordenador un poco trasto. Uno Acer con el que nos estafaron en una de las tiendas de la calle Sepúlveda de Barna, al dárnoslo con la tecla de espacio atrotinada. La corrección de todo lo escrito (una línea continua sin interespacios) supone mas trabajo que reescribir texto original.
Actualmente lo estamos man teniendo en curso con cuatro meses africanos en nuestro haber sin faltar una sola semana a la cita con la elaboración de texto. No ha sido sino a partir de enero cuando nos hemos puesto las pilas para empezar a hacer realidad este proyecto privado que sin ser sospechosos de exhibicionistas lo vamos dando a conocer en nuestro blog como borrador en la medida que lo vamos produciendo. Criterios para hacerlo: escribir con dos puntos de vista en paralelo acontecimientos compartidos, sin discutirnos o censurarnos nada, ni conceptos, ni detalles. Preferimos caer en la repetición que no correr el riesgo de la pérdida de los matices personales.
Cuando nos planteamos pasar este año en África sabíamos que no íbamos a conquistar las grandes cimas del mundo ni escrutar las grandes profundidades de los océanos ni batir ningún récord de ninguna clase. No nos metieron dentro de una cápsula espacial ni dentro de un batiscafo, simplemente subimos a nuestro coche en Catalunya y tomamos dirección sur dejándonos llevar por los paisajes y las conversaciones. Cuando nos habíamos comprometido a escribir este libro juntos, inicialmente quisimos llamarlo el viaje de la vida. Titulo demasiado pomposo y excesivamente plagiado al encontrarlo multi-repetido en internet. Devueltos a la humildad sabemos que no hay un solo viaje de la vida, que cada vida es distinta, y no hay una sola que pueda decirle a las otras: ¡ey, tomad ejemplo de mi!.Cambiar el articulo determinado por uno indeterminado, he aquí el secreto. Cambiar la categoría de magistral por la categoría de distinto, esa es la clave. Solo cabe una tarjeta de presentación: la de ser únicos. No tenemos ni queremos duplicados.
Hay una confesión de la que nadie puede escapar: la de reconocer que ha vivido. (Neruda no fue el único confeso en su biografía.)Y vivir significa vivir situaciones por la que te toca pasar. No es exactamente una autobiografía lo que pretendemos hacer tanto como una memoria de situaciones durante los viajes que hagamos. Se supone/hemos de suponer que durante un viaje te enfrentas a situaciones fuera de tu vida ordinaria de sujetos sedentarios. Siempre decimos que en los viajes hacemos cosas que no solemos hacer en casa. Es cierto. Basta cambiar de geografía para que cambie el circuito diario. Para quien se aproxime como lector/a a nuestro relato siendo nuestros nombres completamente desconocidos no podemos garantizarle nada: que encuentre lo que busca ni siquiera el entretenimiento de un rato de lectura. No proponemos una guía de viaje ni una aventura imaginaria en la que el héroe vence al villano o el joven intrépido al dragón lanzallamas. Solo contamos lo que vemos y vivimos con nuestras armas: la observación y las experiencias proporcionadas por el contacto humano y sobre todo la transformación de la mirada europea, un tanto soberbia, para nuestra mezcla y convivencia de tu a tu con la gente que nos encontramos.
Estamos en Burkina Fasso, el país de los hombres íntegros, África. Queríamos venir a vivir la cotidianeidad africana y eso estamos haciendo. África es eso que forma parte del hemisferio sur, una denominación por la que teóricos de la economía mundial estuvieron entretenidos durante unos años hablando del antagonismo norte-sur para buscar una explicación sonora complementaria al antagonismo paralelo este-oeste algo que el presidente francés de hace unos años no perdió oportunidad de insistir y que el actual , Nicolás Sarkozy ha cambiado por el de valores occidentales-valores foráneos (entiéndase islámicos) siguiendo la batuta del discurso estadounidense. Una vez aquí nos esta tocando desmontar tesis previas sobre la noción que teníamos de ese continente y del significado de la negritud.
Un viaje existencial no es un viaje geográfico, es un viaje filosófico, reflexivo, discursivo, también narrativo (nada escapa a su narratividad). Debe de serlo despues de 150mil palabras y 200 páginas de pantalla de ordenador. Teniendo en cuenta que un libro grueso puede tener el doble, o si es muy, muy grande, el triple; todavía quedan cosas por delante para decir. Un viaje existencial no tiene porque pasar por los peligros ni tampoco por las grandes efemérides, cada persona tiene el suyo. Pasa por los actos cotidianos, por el encuentro con un chorro continuo de personas, y a veces hasta pasa por los quilómetros y por los cambios de las ciudades. La cuestión es que no se nos hubiera ocurrido escribirlo estando quietos en casa o sin movernos de metropolitanos barcelonautas, pero nuestros culos inquietos y nuestras almas viajeras nos proporcionaron los cartuchos para este dosier de artículos. Creamos el concepto para este viaje. A fuerza de pasar los meses nos vamos dejando influir por los acontecimientos personales. África era un pretexto para salir de casa, para reencontrarnos también con nosotros en otras latitudes. Un viajero geográfico piensa en recorrer lugares y hacerse su foto junto a la torre de Pisa, el Taj Majal o Keops. Un viajero de la vida piensa en vivir experiencias y termina por olvidar de hacerse la foto demostrativa de que es estuvo en tal o cual lugar o si se la hace porque tiene su interés, termina por olvidarla en el álbum donde la guarda.
Un viaje existencial es también el recorrido por las fijaciones, caer en la cuenta que las diferencias continuas que hacíamos, que todavía hacemos, entre occidente y oriente, primer y tercer mundo, desarrollo- infra desarrollo, no nos sirven tanto. Una vez en ruta el tiempo se hace pequeño y las grandes diferencias económicas o sociales no es lo más significativo si pones la escucha en todas partes y los ojos también vibrando con otras sensibilidades. Ponemos en duda las virtudes del desarrollo concretadas en más coches, más velocidad, más capital, más edificios, más asfalto, más electrificación que se paga con más accidentes, más muertes, más lisiados, más enfermedades, más trombosis, más incapacitación y más indiferencia interpersonal. Y advertimos un tipo de infra desarrollo que si bien no lo garantiza todo sigue protegiendo un fondo de humanidad entre la gente.
Existir también significa sacar fuera, proyectar, abrirse. Yo existo, tú existes, él existe, nosotros existimos, vosotros existís, ellos existen. La verdad que contiene cada una de estas afirmaciones seria suficiente para fundar una política internacional del respeto y apoyo mutuos. Algún slogan de una provincia olvidada utilizó este verbo para recordar su lugar en el mundo[1]. Existir pasa por decir, ey, yo estoy aquí, también respiro, también me muevo. Hago cosas. Yujú, no pases de largo sin mirarme. Bueno, la verdad es que uno existe aunque los demás no se den cuenta no ya del color de sus ojos o no recuerden lo que haya dicho, sino ni siquiera de que estuvo allí.
Una vez me encontré a alguien unos 20 años después en el mismo lugar que lo conocí veinte años antes. Esto era en Menorca. Despues de un rato de conversación lo reconocí. Ambos habíamos coincidido en casa de un conocido común, del que por supuesto él se acordaba pero no de mí. No hubo manera de explicarle quien era yo. Para este chico yo no había existido jamás puesto que ni siquiera había quedado la menor huella mía en su memoria. Para que se acuerden de ti tienes que hacer aspavientos. Eh, estoy aquiíiiiii. Tienes que ponerte de pie en plan circense sobre el sillín de la bicicleta mientras se mueve y mantener el equilibrio. Si no tienes esta habilidad estás perdido, nadie recordara un bulto pedaleando sin más entre otros muchos niños que hagan lo mismo. O te destacas por algo: contando chistes, haciendo el pino, siendo el primero de clase, hablando por los codos o siendo el mejor atleta o siendo el que liga más o no eres nadie. Luego la vida profesional adulta te da la oportunidad de tratar de hacer algo que te destaque en tu campo profesional, pero eso es otro asunto, el sesgo de tu perfil psicológico ya ha sido marcado desde mucho antes. Ordinariamente la conversación suele ser lo más apropiado para la mayoría de casos en los que llamar la atención. Si hablas llamas la atención si callas pasas a formar parte del ancho campo de la negritud o del inmobiliario olvidadizo del salón.
Mucho antes de ese episodio había coincidido con algún antiguo compañero de escuela básica. Yo por aquel entonces solía ir de la casa a la escuela recorriendo el camino con mi primo, mucho más extrovertido, fuerte y alto que yo. Lo que más recuerdo de él es que le gustaba jugar al futbolín, romper cristales y tragarse ocasionalmente pequeñas dosis excrementos de caballo para demostrar su hombría. Al coincidir con algún compañero común una o dos docenas de años despues no tenía pajolera idea de quien era yo pero tras un rato de conversación me pudo identificarme como el primo de mi primo pero no por valores propios. ¿En todo caso cuales? No recuerdo haber tenido alguno salvo poner la cara de angelito en un tiempo en que el rictus o la mueca de la seriedad no se había apoderado de mi rostro. Vivir la vida desde el desapercibimiento tiene sus ventajas. Nadie te persigue para descargarte en el cuerpo el tambor de su revólver o para que le des tus ahorros. En contrapartida, alguna vez, al paso, alguien me saluda por mi nombre y yo apenas si recuerdo su perfil. Lo uno por lo otro. He sido lo suficientemente público como para aparecer en las guías de teléfonos y en las facturas de compañías de servicios y lo suficientemente privado como para no tener un club de fans montando una colonia en la puerta de mi edificio asfixiándome a besos y estrujones cada vez que entrara o saliera. En ese ancho intermedio sucede o puede suceder todo. Existir supone poca o mucha extroversión. No hay nada mas insoportable que alguien que calla a tu lado y cuando habla lo hace de un modo tan imperceptible que no te enteras.
Existir no es lo mismo que ser. Ser o no ser es la gran cuestión antes y despues de Shakespeare. Pero existir viene dado te guste o no. Nacer te hace existir. Para existir necesitas la vida pero una vez la tienes prácticamente todo lo demás es cosa tuya, también respirar o dejar de hacerlo. Desde el momento en que tu cuerpo no cabe en el claustro materno o en la incubadora te toca existir te guste o no. Antes de que sepas quien eres ya llevas bastantes años de existencia siéndolo. Antes de enterarte donde estás y a vienes formando parte de ello desde mucho tiempo atrás. Existir, he aquí el gran verbo. Si yo existo, tú existes y los demás existen cabe aceptar que estamos compartiendo una existencia: un espacio y un tiempo en los cuales existimos, un planeta en el que ponemos nuestros pies o nuestros cauchos. Sé de otras opiniones que a lo que llamamos existir llaman vida y existir siempre es una vida proyectada, consciente o asumida, un programa. No voy acudir a la diferencia etilomológica entre lo uno y lo otro. La vida biológica es para mi la existencialidad de un ser vivo que ocupa un lugar o lugares durante un tiempo o una sucesión de tiempos. Propongo una definición consensuable para seguir estando juntos en esta escritura-lectura: la vida es un compromiso tácito con la existencia y no es posible ninguna existencia sin la vida previa. Pero existir es dotar de contenido a una vida. De partida todas las vidas requieren del mismo proceso biológico para que existan. Un adulto jamás salda la deuda con su pasado por mucho que le devuelva la cantidad de semen al padre, tal como hiciera el segundo Salvador Dalí. Mientras viva, estará en deuda con sus antecesores. De la mayor parte de los cuales no tendrá la menor noticia. Puestos a vivir, lo mejor es llevar la mejor de las existencias posibles. Lo mejor que se puede decir de alguien que la palma es que vivió todo lo que quiso vivir y fue afortunado no tanto por el dinero y patrimonio que retuvo como por las experiencias que vivió e hizo.
Vic y yo llevamos años diciéndonos que somos privilegiados. Vivimos las vidas que queremos vivir, aquellas con las que habíamos soñado cuando éramos enanos. No nos espera más obligación que la deser felices y ni siquiera de ésta nadie nos va a pasar cuenta salvo nosotros mismos. El viaje a África no es mas que una forma de continuar el viaje de la vida, un viaje existencial que en nuestro caso pasa por donde pasa, dejándonos acariciar por los acontecimientos o según otras circunstancias, enfrentándonos a reveses. Que convenientemente reciclados nos hacen decir que en cada revés encontramos un acierto solapado. A ratos tenemos alguna nostalgia de nuestras cosas y nuestras amistades dejadas unos miles de kilómetros al norte pero también sabemos que este no es mas que un viaje con un principio y un fin y que antes o despues nos volveremos a reunir con los escenarios y las personas de siempre.
Para quienes todavía no puedan viajar lo suficiente F. De Croisset dijo que la lectura era la forma de viajar de quienes no podían tomar el tren. Los primeros viajes que hice fueron exclusivamente mentales a través de lecturas. La imaginación puso lo que la economía doméstica no estaba en condiciones de poner. Desde que los hago físicamente, quisiera para mi la habilidad descriptiva para hacer sentir a quien me lea que está en el mismo lugar donde estoy yo. Para eso hay que describir formas, meterlo todo dentro del retrato, no olvidar ningún detalle. Aunque el retrato de cada detalle, de cada persona y de cada lugar puede eternizar una crónica. Tenemos tiempo. Recomiendo no buscar el dato urgente dentro de un relato pausado a no ser que no sea tan urgente esa búsqueda. De nuestro viaje no se puede desprender una lista de recomendaciones: lugares aconsejables, donde ir, donde comer, donde comprar, qué comprar, a quien ver, qué visitar. Nos sentiremos sobradamente complacidos si excitamos el interés para que te tomes el ancho mundo como un vecino con suficiente curiosidad para recorrerlo.

[1] Teruel también existe.

Reactivándonos

Monseñor Ceferin, fundador de las carmelitas de Mundaso, con sus monjitas





Centre Culturel francés de Bobó con Clovis
Maldita pista mordida por los 4X4






Habitación












Nuestro barrio en las carmelitas







Bobo Dioulasso 3 mayo 2008
Todo depende del color de tu cristal con el que te tomas las cosas. Lo que dijo Lin Yutang para el paisaje también vale para cualquier cosa mirada. La mitad de su belleza depende de lo que es y la otra mitad de quien la mira. No me parece exagerar si digo que encontramos lugares dignísimos de los que el paraíso terrenal debería tomar modelo. Hemos estado siendo huéspedes de una colección de terratenientes que son afables y que nos los llevaremos como figuras entrañables en nuestro álbum de recuerdos. A ratos algunos estropicios me apuñalan la sensibilidad: los eucaliptus grandes abatidos por las hachas me hieren. Muchos de ellos están en el suelo mientras estamos en el monasterio Carmel. Las hachas que resuenan al cortarlos suenan a secos, tal vez lleven bastante tiempo asi. También he visto algunos otros no eucaliptus abatidos. Las razones de que chupan demasiada agua o desnutren los suelos siguen sin convencerme. En caso de tala impostergable se podía haber conservado alguno. Su olor y su altura siempre me dejan admirado. El conejo de Carroll se encontró un día en que le habían cortado los eucaliptus que el plantó sus hermanos de cofradía sin que se lo dijeran. Vic dice que la vida rural significa sacrificar una vida para obtener otra y que toca elegir tomando decisiones difíciles. La cuestión es que vemos en toda partes eucaliptus cortados y con rebrotes de tres o cuatro subtroncos desde la cepa dejada dando un aspecto de semibosque a lo que hubo en su lugar.
Dedogou esta a 130 kms de pista de Koudougou, el trayecto mas largo sin suelo asfaltico que hemos cogido hasta ahora. Creo que nos empezamos a dejar de tonterías por las calles de Lomé tras los italianos y el coche atrotinado de ella, Katia. Para conocer África hay que ir por muchos lugares donde no hay asfalto. Al hacerlo ponemos en peligro nuestra maquina. La experiencia bien vale cambiar los amortiguadores y los frenos e incluso. ¿Por qué no el vehículo entero? ¡No la furgo, no, es nuestra casa! El vehículo lo necesitamos para seguir pero también para volver a nuestra Barnápolis. Además, aunque a un ritmo bajo, compramos souvenirs y tenemos intención de comprar más cosas cuando ya decidamos tomar la ruta de vuelta, tal vez koras y djambes, cuyos volúmenes son considerables.
Las carmelitas descalzas nos proponen participar de la recreación tras la cena, de 20h a 21h, ni un minuto más. Su organización horaria es admirable pero la verdad es que si pueden hacer excepciones. Es la primera vez que veo en la práctica lo que es una recreación. Reaprendo el nombre aunque ya lo había oído en otras ocasiones. Cada día lo hacen dos veces. Admiro los horarios monacales. Tiene algo de victoria sobre el tiempo aunque no pueden evitar ir tras el horario pero he visto varias veces como llevan escondido el reloj en el bolsillo. Vic y yo reconjugamos el verbo recrear, nos acordamos de nuestros recreos infantiles de los coles y nos podemos de acuerdo en que la palabra es vigente. Al fin y al cabo un espacio lúdico y de conversación es un modo de recrear quien eres ante la vida y los demás. Las 11 soeurs se presentan y nos dan la mano una a una, la mayoría son tologuesas. Otras seis, las mas jóvenes, faltan porque se fueron a Cote d’ Ivoire a un encuentro de juventudes. Los encuentros congregacionales de varios centros sirven para darse energia y ánimos las unas a las otras. Han ido en tren desde Bobo y luego tienen apalabrado un vehículo que las lleve al sur. Que valientes. La hermana Roser Sacristán nos dice lo mucho que le pedían ir en vehículo por la ruta que nosotros intentamos un tiempo atrás. Roser se llama de segundo apellido Balmes, su linaje esta emparentado con el famoso autor de el Criterio, un libro que anduvo siempre por mi primera casa en una edición antigua de tapas duras azules y que traté de empezar a leer sin conseguirlo nunca. La mayoría de carmelitas de Moundasso son tologuesas, algunas malinesas y otras europeas. Nosotros les contamos nuestro periplo africano y lo que nos viene ralentizando desde hace ya dos meses. Los creyentes vocacionales son muy discretos al preguntarnos sobre si tenemos o no fe. En todo caso enseguida y pronto se ve que no somos practicantes. Cuando alguien nos pregunta directamente, depende del tono o intención de la pregunta explicamos más o menos sobre lo que somos y lo que pensamos. Cualquiera de las palabras claves: ateísmo, agnosticismo o apostasía no sirven de mucho. Preferimos decir algo de nuestra filosofía: la defensa de la espiritualidad con la prescindibilidad del rito. El religiosismo práctico tiene tantas variantes que cada profesional de su medio, por su propia supervivencia y equilibrio mental, ha tenido que aceptar que no hay ninguna religión garantista de nada. De todos modos nunca nos agota la capacidad de sorprendernos que gente muy inteligente, instruida, abnegada y pletórica de vida sea capaz de atribuir las últimas causas de todo a una instancia todopoderosa.
Las dos habitaciones tomadas forman parte de un pabellón de un total de cinco. En principio las tomamos estando solos. Tiene una cerca propia en la que hemos metido la furgo. Volvemos a gozar de las ventajas de un chalet. Nos acogen las sinfonías de siempre: pájaros, los arboles movidos por el viento, cada hora pasa un vehículo (un camión, un cuatro por cuatro o un autobús por la pista de tierra) a unos 400 metros de donde estamos. Por cierto, Roser nos dijo que por tres veces el presupuesto para asfaltarla desapareció. Los defraudadores mostraban fotos de otras pistas en proceso de asfaltado del país. Hace tiempo que debería haberse construido un firme. La crítica que como ecologistas hemos hecho repetidamente a la sociedad del asfalto y del plástico no nos impide reconocer el valor de ambas cosas para las sociedades modernas y para facilitar la vida.
Ha pasado ya una tercera parte del calendario que teníamos previsto para esta cita africana. Estamos en el continente que más tiempo tiene pero a pesar de todo el tiempo va pasando. El discurso sobre el tiempo es un tema troncal de la vida. Mientras se habla de él la vida va pasando y este año concreto de 2008 también.
Las habitaciones que hemos tomado hasta ahora no han estado mal. Siempre puedes contar con una ducha, una mesa y con enchufes, algunos con restricciones. Las personalizamos con nuestras telas y en nuestras camas no faltas nuestras almohadas de plumas, verdaderos fetiches para placeres adivinables. La mía es la más larga con la cual me enrosco y a la que Vic llama mi amante, la única permitida; la suya es la mas corta. He olvidado si de niño tuve un oso de peluche. Isaac sí tuvo uno enrome, lo tuvo en su habitación hasta prácticamente que el alcanzó su altura. Me suena que sí tuve algo que almacenaba ácaros, tal vez un conejo felpudo. Creo que esa fue una de las razones por las que nunca quise hacerme cazador de liebres, tampoco de ningún otro tipo de animal. Las carmelas son una orden completamente distinta a las hasta ahora visitadas. Son dicharacheras. Viene todo el grupo hasta el refectorio despues de la cena para presentar sus saludos al obispo con el que hemos compartido mesa y que se instala para descansar un día despues de nosotros en la habitación de al lado. Antes de conocerlo ya nos vienen a hablar de él. Es la ilustrísima de la zona. Un hombre que ha viajado repetidas veces a España haciendo el circuito Madrid-Castellón-Albacete; entiende español aunque con nosotros no lo habla apenas. Esta de reposo a causa de su corazón cansado y operado. Las hermanas lo agasajan y miman con comida especial para él: quesitos, miel,…con un verdadero encanto además de procurarle comida de régimen.
A causa del ataque de mosquitos en masa, el mayor que he recibido hasta ahora, estamos menos noches. Una novicia a la espera de ser propuesta para la consagración definitiva, Marie Louise, es la que se ocupa de darnos habitaciones y traernos la comida. Saluda o llama a Vic tanto una vez al venirnos a avisar de que la comida estaba lista como otras al llegar a la sala de comida. Ya estoy acostumbrado de ese tipo de sutiles discriminaciones. Vic se da cuenta ¿y tú que? me dice. Yo no existo, es por eso que escribo un viaje existencial para contrarrestar mi falta de existencia en otros aspectos. Cuando digo que Vic es la reina no me lo invento. Simplemente lo compruebo. En torno a su cabeza hay un halo circular como el representado para los santos y todo su cuerpo tiene un envoltorio electromagnético detectable por una simple cámara kirlian de mechero, fenómenos ambos ante los que se rinde todo el mundo. Hemos de averiguar como anda la nomina del santoral para proponer a Victorina como santa sin cartera para añadir a la lista de canonizaciones pendientes; desbancaría sin duda puntos neurálgicos como Lourdes o Fátima y podríamos hacer de la localidad residencial que eligiéramos un nuevo punto mediático para feligresías con considerables entradas de divisas. Los ayuntamientos se la rifarían y traspasarían como los jugadores futbolísticos de mayor caché. En serio, Vic tiene algo especial. Las hermanas enseguida se prenden de ella además se dan cuenta que estamos enamorados. Mis miradas de búho no han pasado desapercibidas. Sonríe, es optimista y nunca demuestra fatiga alguna. Pase lo que pase, aunque el suelo desaparezca ella es radiantemente feliz. La implico más que convencerla para que de un concierto al clarinete. La tercera y ultima noche que estamos alojados el rato de recreación recrea el mismo circulo de asientos en el patio y yo hago las presentaciones: Victoria Martínez venida directamente de Catalunya para complaceros con tres interpretaciones breves: un fragmento del don Giovanni, el Red River Valey y una hebrea. También añadimos al programa a Danielle, una soeur de Lome, vivía justo al lado de Chez Alice donde sigue su familia, y hace años había tocado el clarinete pero no se lo trajo a la congregación por temor a crear molestias en la comunidad.
Al día siguiente antes de salir nos hacemos fotos de grupo y nos despedimos cariñosamente. A Vic solo le caen 3 lágrimas pero son de cocodrilo, suficientes para lavarse otra vez la cara durante esta mañana.
Nos acercamos a Dedogou a pocos quilómetros poniendo fin a unos 135 kms de pista. Desde aquí tomamos dirección sur para Bobo Dioulasso. Una vez aquí volvemos a tomar posiciones en el centre Cultural Français, primero en la biblioteca. En la otra ocasión no pudimos usarla por estar cerrada al público por inventario. En esta ocasión nos hemos puesto en la única mesa alta de la sección infantil, en realidad la mesa es de púberas: un abanico de preciosas niñas ya mujeres repasando cuentos ilustrados con dibujos.
Antes de llegar a Bobo nos hemos detenido a una sombra junto a la estación de Kouentou. En seguida hemos recibido la visita de curiosos. En esta ocasión las prácticas de clarinete no han concentrado demasiado la atención. Los pitidos descontrolados por no tener el clarinete a tono han ahuyentado la mayor parte del personal A un grupo de niños, los mas leales en la audición, les hemos regalado una cosa, como solo teníamos una la hemos rifado entre seis. Les ha costado entender lo que es un sorteo pero han respetado el resultado.
La convalecencia no ha terminado pero por primera vez en cinco semanas Vic vuelve a ocupar el asiento contiguo al conductor en la cabina de mandos. Vuelvo a conducir acompañado. Ella, que es la encargada también de la música envasada, recupera el CD encallado en la ranura (¡maldito Fiat y el concesionario que nos lo vendió! La radio y algunos de los bafles no han funcionado desde que lo compramos) y pone Piratas de Dagoll Dagom y jazz. Volvemos a ser un dúo en primera plana. Ya no me siento solo en la conducción.
En el centro cultural en Bobo nos encontramos con Clauvix que sigue en el mismo puesto del bar con algo más de gene pero sin clientela demasiada que le haga consumiciones.
Durante esta primera parte de la convalecencia de Vic hemos utilizado 6 habitaciones seguidas y una séptima tras una noche de prueba en que volvimos a la cama de la furgo. Este periodo monacal nos ha proporcionado una bonita experiencia de sosiego y de contacto con personas que, sí, definitivamente, son, nos parecen, son, la verdad es que son, felices. Parece que tienen poco que ver con los monasterios europeos. En todo caso lo poco que se de los de clausura no tienen nada que ver con los de aquí. La palabra cloture pone una separación entre un ámbito territorial privado y sus visitantes pero la clausura es una manera de denominar una actividad de puertas para adentro distinta a la del apostolado. Lo más que me llevo conmigo de los monjes y monjas con los que hemos podido tratar y hablar algo estas semanas es sus semblantes apaciguados. Creo que pueden dar grandes ideas acerca de lo que es la felicidad. ¿Luego entonces la felicidad pasa por disminuir al máximo el trato con el mundo externo? Algo de eso hay: a menor trato con el mundo mayor reducción de variables y por tanto de conflictividad real. Vivir sin conflictos es lo mas parecido a vivir en paz. Lo que mas me ha legado de ellos es su bondad ¿se puede decir innata? Nos saludan a nuestra salida convencidos que no hay ningún sitio donde ir en este mundo salvo al centro de uno mismo. Vayas donde vayas siempre te toca ir contigo. ¡Que lata! o ¡qué suerte! El monje retirado no lo es tanto y contra lo que pueda pensarse no es una figura aislada. Puede seguir el mundo tal vez mejor que lo que el mismo mundo se sigue a si mismo. Finalmente todo cuadra: que Correcaminos no quisiera perder tiempo verbal con nosotros o que el Conejo de Carroll no se aprendiera nuestros nombres nos coloca en el papel real que tenemos: el de viajeros sin rumbo, con una fecha limite por referente y con un criterio-esponja de absorber lo que se nos presente; por tanto el de viajeros sin un gran proyecto que ofrecer a nadie salvo el de llenarnos de anécdotas. El monje debe saber que lo mejor de una anécdota son las múltiples interpretaciones que se pueden hacer en solitario y que más que acumular muchas de ellas lo mejor es destilarlo todo de las que ya se tengan. En todo caso los nos despiden cariñosa y socarronamente seguramente con la total convicción de que vayamos donde vayamos solo hay un lugar en el mundo donde se puede estar: el de la paz contigo mismo.
Repetir lugares en los que hemos estado nos seguriza. Estamos en el patio del centro francés mientras termino de escribir esto con libre disposición de enchufes de farolas, esperando unos espagueti a la carbonara y una audición prevista de jazz para esta noche, El siguiente paso pasa por repetir en Ouaga la misma gestión burocrática el próximo lunes, Pedir permiso y pagar la tasa correspondiente por estar ubicados en una geografía es lo que peor llevo. Me molesta perder tiempo y dinero con esto. Pero la verdad es que cada perdida de tiempo en despachos truculentos no dejo de proporcionar golosas curiosidades (en el que expiden el tema de visados había tantos legajos de papeles con los infelices secretarios abajo que me quedé con las ganas de hacer fotos para premios kafquianos) en cuanto al dinero, el dinero es solo dinero, no es lo mas importante que una persona tiene.

Fragmentos y descripciones de viajes geográficos sobre una silla de ruedas movida por energias insospechadas. (Los textos pertenecen o a nuestro libro, en curso, el Viaje de la vida).

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