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jueves, 7 de agosto de 2008

La Kora


En el taller de Korá con el artesano frère Boris
Todos los alumnos, el profe es el primero de la izquierda
Agosto de 2008
Es un instrumento originario de Malí. Consiste en una gran calabaza de gran grosor en sus paredes (que sólo se encuentra en Malí) cubierta de piel de vaca muy pulida y tensa enganchada al borde de la calabaza con tachuela plateadas, y un agujero del tamaño de un puño - que puede ser redondo o de alguna otra forma artística – en uno de los laterales; todo ello hace la función de caja de resonancia. Un mástil de madera de vel procedente de Guinea Bissau y de la región de Casamance (sur de Senegal) llamado chevalet y especialmente resistente, sostiene 21 cuerdas de distintos grosores (diez en el lado derecho y once en el izquierdo) y material de nylon de pescar guiadas por una madera como la del violín llamada cheuate, reguladas por clavijas metálicas como las de los instrumentos de cuerda y que sirven para afinar y que se enganchan en forma de racimo en unas cuerdas sintéticas enganchadas en la base de la calabaza.

A parte hay un soporte para apoyar el Korá cuando lo tocas. Puede ser en forma de cruz de lados iguales con dos agujeros donde puedes colocarlo indistintamente; o en forma de triángulo con vértices romos: este es más pesado pero más estable que el otro.
A ambos lados del mástil hay dos antenas artísticamente torneadas de “bois rouge” que sirven para agarrar el instrumento y colocar las manos cuando tocas el instrumento. Termina con un pie largo que hace de eje y punto de reposo cuando lo colocas sobre el soporte. Se ejecuta mirando a las cuerdas posicionando las manos en las antenas, excepto los dedos índice y pulgar que son los únicos que se utilizan.

La sonoridad se confunde con la del arpa, y su gran cualidad respecto al anterior es que tiene una gran capacidad para producir ritmo.

Hay varios tipos de Korá según el diámetro de las cuerdas: korá soprano, korá alto 1/3 más bajo), korá tenor (1/5 más bajo que la soprano). Pero el más sofisticado hasta ahora es el Kora cromático, al que han añadido unas clavijas plateadas que pueden aprisionar las cuerdas rápidamente según si quieres utilizar una gama cromática u otra:
- La gama FA es la que normalmente utilizan todos los korás más simples.
- La gama SI bemol
- La gama LA
- La gama MI bemol
- La gama DO natural

En el Monasterio benedictino de Ker Mussa. El padre Dominique, por encargo de su abad, ha dedicado casi treinta años a estudiar este instrumento, a adaptar la música africana a la sacra, y a modificarlo para hacer un instrumento que puede competir con cualquier otro de los que llamamos clásicos.

Bien pues estamos tan encandilados con su dulce y rítmico sonido, que hemos asistido a un curso intensivo de una semana. Ha sido duro, pero ha valido la pena. Como no había el que queríamos, cuando volvamos a Senegal les compraremos uno cerrando los ojos al precio. Bueno, me gusta también porque es la primera vez que nos apuntamos a algo juntos, aunque lo ideal sería tener dos Korás, pero, económicamente no nos lo podemos permitir. Es un instrumento de acompañamiento perfecto.

El padre Máximo nos ha intentado enseñar algún truco para interpretar música no sacra.

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Fragmentos y descripciones de viajes geográficos sobre una silla de ruedas movida por energias insospechadas. (Los textos pertenecen o a nuestro libro, en curso, el Viaje de la vida).

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