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martes, 3 de junio de 2008

Los Héroes

  1. La furgo parece un 4X4
Encima, el camión bloquea la pista


Pista maldita desde Konni


Viejo camión cisterna compitiendo con nosotros



Sahel con camello




Graneros de la zona de Dosso





Tuareg























El padre español José Collado, un héroe anónimo









Curiosa manera de señalar el peaje










La invasión de la arena en el sahel











Maradí 26 mayo 2008
Cada día africano nos mantiene dentro de una realidad completamente distinta a la que está(ba)mos habituados en Catalunya. Tras el caos de la primera impresión existe un orden. Los espacios están divididos y subdivididos y multidivididos, todo el mundo conoce sus límites y sus posesiones. Sabe lo que es suyo y lo que no lo es. La gente vive en la calle, a veces también duerme en ella. La idea que tengo de Calcuta cuantifica eso, pero Niamey tiene su encanto callejero. Basta cualquier lugar para tomarlo como punto de observación y dejar pasar las horas, los días y las escenas y transcribirlas como un relato inacabable del enjambre humano. Recomiendo la zona del mercado. Los mercados son las almas de las civilizaciones. Ahí es donde se cuecen las verdades de los precios y de las posibilidades. Hay dos escenarios de los que no perder detalle que no pueden faltar en el bloc de notas del viajero: las fronteras y los mercados. Representan de la A a la Z las verdades resumidas de un país.
Los verdaderos héroes son millones de personas anónimas que se enfrentan al escenario cotidiano. Vemos gente sin pies que se arrastra por el suelo para conseguir su sustento, gente que anda en sus triciclos con pedales en las manos y las ruedas torcidas, gente que prepara las parrillas de carne en medio de nubes de moscas y buitres (en BF los vimos a menudo aquí no) al acecho. Hay innumerables tiendas y tienditas en las que sus comerciantes esperan a hacer una sola venta en todo el día. Continuamente hay invidentes acompañados de lazarillos que les informan de posibles dadivosos como nosotros. Y en medio de todo, los todo-terreno y los vehículos flamantes, la gente con pasta y otros registros de vida. Gente también como nosotros que sabe que está de paso, que ésta vida no es la suya, que la toma como una experiencia de temporada para regresar después a sus sofases de confort frente a una tele donde poner el video propio o donde el documental de otro repase todo esto que estará lejos y quedará atrás.
Los héroes son los que viven en bukás con paredes y techos de paja y aguantan tormentas que en las ciudades modernas europeas serian motivo para paralizar los transportes públicos y la circulación de tráfico y ocasionar enormes pérdidas. Los héroes son los que se enfrentan a la calle cada día sin tener la seguridad de lo que van a comer o de alcanzar los 50. Son los que tienen que enfrentar sus enfermedades sin tener dinero para pagar sus medicinas (como aquel muchacho que en Ouaga nos mostró su pierna con origen de gangrena y nos pidió yodo que le aplicamos en medio de la calle sabiendo que esto no lo curaría). Los héroes son los que viven sin esperanza y que sin embargo aguantan rendidos a su tragedia existencial. También son los que nos discuten con su visión fundamental que no tienen medios de vida, que no tienen nada, que no tienen trabajo, que no tienen suerte, que son los olvidados. Un antiguo discurso de los desheredaros que tantas veces nos había sensibilizado y por el que en otras ocasiones habíamos llorado y nos habíamos puesto manos a la obra para remediar alguna cosa. En nuestra actualidad madura con la piel endurecida y sosteniendo la mirada de los ojos de los más pobres les hablamos de que los medios son el trabajo, la voluntad organizada, la solidaridad mutua y la lucha por la vida. Puede ser hiriente: nosotros hablando de la lucha por la vida cuando sabemos que lo tenemos todo asegurado: que nos espera una propiedad y nos espera, si quisiéramos, un futuro de ociosos balanceándose en hamacas, que no tenemos que sudar la gota gorda para vivir, que tenemos capital suficiente con el que pagar nuestras décadas venideras y que somos unos privilegiados solo porque tuvimos la suerte de nacer mas arriba del estrecho de Gibraltar. ¿De qué estaríamos hablando si hubiéramos nacido en el África negra en un barrio miserable, con aguas infestas, hijos de padres ignorantes, bajo el imperio de tiranías desalmadas? Podemos hablar de los males de África: la corrupción sí pero la desidia también, en su lugar porque no los tenemos que vivir en el día a día ni tenemos que luchar contra esas lacras y por la dignidad. Si como extranjeros tuviéramos un problema muy serio sabemos que en caso extremo podemos ir al aeropuerto internacional más cercano y estar en unas cuantas horas de retorno a nuestras latitudes para volvernos a pegar al confort y dejar pasar las miserias del planeta como el infierno al que están condenados los otros.
Cuando hay ocasión nos metemos en discusiones que sabemos que van a dejar ninguna solución concreta pero que tal vez dejen la memoria de un criterio distinto. En el fondo sabemos que si hubiéramos nacido en el África del subdesarrollo despues de sufrir sus límites y miserias, de no haber hecho la revolución con la que poderlo reorganizar, nos la hubiéramos pirado a otros lugares del planeta donde uno se pudiera desarrollar más o al menos vivir más tranquilamente. No sin razón solemos decirnos que España es uno de los territorios mejores de los que conocemos. Dentro de sus múltiples curiosidades retrogradas se puede vivir medianamente bien con la presunción de que sus tensiones nacionales internas no la lleven a una nueva guerra civil antes de que la palmemos.
Los males del mundo son muchos, los males de África no están tan desconexos de los del resto de la humanidad. Después de participar en todas las reflexiones posibles sobre este mundo hemos terminado por dejar a cada cual a su propia suerte, ese es el criterio del pensamiento burgués que tanto nos había disgustado pero no par falta de empatía con las miserias ajenas o porque nuestra respuesta solidaria sea nula si no por estar convencidos que no puedes hacer nada por nadie que no quiera luchar por si mismo. Esa es una constante humana, no tiene nada que ver con las condiciones materiales sino con la autoestima y la dignidad. Finalmente la gente tiene todo su derecho a vivir en un mar de alienaciones con todo su alto poder adquisitivo o en un mar de agravios con toda la falta de él. El primero se elige, el segundo- aceptémoslo entrecomillas- no. Pero hay algo que no es de la elección personal que tiene al necesitado perpetuándose en sus condiciones de necesidad. ¿Qué puede hacer un ciego en el tercer mundo si no ser un menesteroso? Para contrarrestarlo no sé de ninguna iniciativa popular de gente posicionada, por sus comercios y sus trabajos, que hayan creado un fondo económico para los que no pueden trabajar o para quienes van a la ruina o para quienes no tienen brazos, ojos o piernas para hacerlo. Sin embargo poco o mucho la solidaridad de la calle existe en tanto que inexplicablemente los héroes sin voz sobreviven. Como siempre, el estado y sus negligencias están detrás de todo, pero detrás del estado está la sociedad entera y las suyas. Los héroes anónimos serian los que deberían cambiar las cosas. Son los subjetivamente mas interesados en hacerlo, sin embargo el día a día les puede mas que un plan de futuro, un plan de revolución. En algún momento en que nuestras conversaciones llegan en el que hacer, las soluciones que proponemos: cooperativismo, ocupar tierras para hacerlas fértiles al estilo del movimiento de los sin tierra brasileiros nos ponen en un aprieto: podríamos ser acusados de subversivos de insistir en esta línea, algo que no hacemos por la razón de siempre: ésta ya no es nuestra guerra. En cuanto a la clase política bastante trabajo tiene en perpetuarse a si misma. Los diputados de Níger ganan 1,5 millones de cefas al mes y se han ocupado últimamente en aprobar medidas para su beneficio como casta selecta. “Un home d’ etat pense aux generations futures, un politicien a la prochaine election” dijo James Freeman C. No parece que haya muchos políticos interesados en la historia y en los humanos más bien en su carrera y en su estatus, pero eso es un común denominador a todos los tiempos históricos y continentes.
Los héroes son los conductores de los taxi-brousse que no arrancan hasta que el pasaje esta completo y apelmazado y se meten por sitios imposibles. En el trayecto DogonDoutchi-Birni Konni, unos 150kms, la mayor parte de la carretera está degradada con enormes agujeros en el asfalto y zonas de arena. (Ha sido el tramo mas duro hasta ahora de todo el recorrido aunque los camiones y la maquinaria moderna de Razel con el logo de las estrellitas azules de la UE están trabajando para hacer una nueva carretera). Alguna la hemos atravesado buscando un paso alternativo fuera del camino tras caminar por él y evaluar las posibilidades que aguante el peso de la furgo. Los héroes son también los niños que palean tierra fina para tapar los socavones en el asfalto esperando que los conductores les den alguna cosa, que tiran sin pararse tal como hemos hecho nosotros.
A la llegada a Konni he observado otro daño en la parte de atrás de la furgo con el plástico endurecido torcido. Los héroes son esos pasajeros que ves a bordo de camiones sujetos a sus mercancías o sobre la malla de otros que llevan ganado dentro o todos los demás que aceptan la experiencia de ser ensardinados para cruzar el país o ir a otra ciudad a visitar sus familiares o vender sus mercancías. Los héroes son las personas como los Spaak que supeditan su vida privada a la gente que necesita ayuda, que por diez años con sus tratamientos consiguen que gente como un hombre que tenia una cita hospitalaria para que le serraran su pierna la continúe conservando u otros con parálisis progresivas retrasen su proceso, como el de Fati ,una chica que va a menudo a su casa sin perder nunca la sonrisa a pesar de no poder sentarse por las enormes dificultades en incorporarse o tener que balancear su brazo para poder subir su mano a una repisa y dese ahí podérselo montar para llevarse comida a la boca. Los héroes son gente como Andrea que acepta el enjambre de críos del barrio invadiéndole el porche o dispuesto a hacer la primera cura de otros que acuden en su ayuda en lugar de ir al puesto sanitario, que renuncia a las comodidades de su Italia natal para aguantar el calor, el polvo y los bochornos africanos.
En Konni pedimos alojamiento al père Pascal Jawotho de la misión católica. Nos ofrece una habitación con ducha y compartimos la mesa para comer en el porche. No dispone de cocinero y tiene la cocina desorganizada pero consigo guisar unos tortellini aunque él viene con espaguetis con pollo. Compartimos ambos platos.
Durante la noche otra tormenta de viento y lluvia, que se repite por la mañana. Antes de contactar con él nada más entrar en la ciudad uno que no le preguntamos, pero que se mete en medio de la conversación con otro que le hemos preguntado, nos indica erróneamente un corral confundiéndolo con la misión. El pastor Elies en seguida quiere sacar partido de nuestra llegada pidiéndonos que vayamos a la misa del día siguiente que es domingo, algo que los católicos hasta ahora no nos ponen nunca como premisa.
Por la mañana del domingo no salimos de la habitación hasta muy tarde. La lluvia nos clava a la cama y a las caricias. A media mañana compartimos el refectoire con Pascal y un par de visitantes mientras desayunamos. Conecta la televisión que transmite una misa homenaje desde Benin a propósito de la muerte del primer obispo africano. Es una misa y unos soliloquios interminables cuyos mensajes hablaban de los principios de la estructura social. Viene Clarisa, la cocinera de las soeurs a buscar cacharros que llenará con la comida del día. Nosotros trabajamos en nuestros ordenadores en la mesa del comedor. Luego comemos con Pascal aprovechando el tiempo de la comida para que nos cuente la intervención pastoral de la iglesia en la localidad. Su plan supone el trabajo continuo e incluye criterios de deferencia y trabajo unitario con los islámicos. El catolicismo comparativamente resulta liberador en relación al islamismo que no acepta siempre matrimonios interreligiosos y que de aceptarlos con mujeres católicas los hijos nacientes tienen que ser educados según el islam. El catolicismo es anterior al islamismo en Níger. Vino con el colonialismo y detrás de la extensión islámica en Níger está el apoyo de Libia.la intervención social de las parroquias católicas contribuyen a una evolución personal que no acepta el islam. Eso se nota en cosas tan simples como admitir que una mujer pueda ir en moto en las moto-taxi algo que puede verse en Benín sin mayor escándalo. Nos confirma la visión que ya tenemos de las mezquitas en las que el imam o marabú exigen de los niños que toman a su cargo que vuelvan con limosnas cada día. Los tienen todo el día en la calle en lugar de escolarizarlos y ellos van viviendo de eso. Es sorprendente que esto sea aceptado por la comunidad. Los niños de las latas son un ultraje a los derechos infantiles. Es inexplicable que el islamismo pueda tolerar esa atrocidad.
El establecimiento donde nos alojamos está bastante atrotinado, polvos y ramas movidas por el viento por todas partes, la cocina sin cocinero y super desorganizada pero la habitación nos permite descansar y el ventilador lo tenemos en permanente funcionamiento durante toda la noche. Colaboramos por nuestro consumo eléctrico con 5000cefas. La ruta hasta Maradi esta asfaltada pero muy bacheada. La ruta está Zinder está siendo uno de los tramos más duros de este año. Durante más de 150 kms he debido sortear los agujeros. Solo los últimos cincuenta están arreglados. Hemos tenido por compañeros del camino además de las pequeñas camionetas Toyota taxi-bus a los grandes camiones y a un montón de coches con una matricula provisional de color amarillo que la mayoría empiezan por VTFL. Muchos Honda que van a Nigeria para ser vendidos.
En Maradi, siguiendo nuestro modus operandi, pedimos ubicar nuestra furgo en el recinto de la misión católica. Empieza a agotarme la repetición. Por otro lado la alternativa a los recintos católicos no existe o es mucho peor. Sí hay un montón de iglesias protestantes, tantas que incluso existe una asociación estable para la coordinación de todas ellas. Sus medios son muy precarios. Las diferencias de medios con los católicos son notorias. No tenemos la menor idea de cómo consiguen adeptos. A fuerza de repetir nuestro itinerario por los establecimientos católicos estamos sesgando nuestro viaje. Lo lógico sería acudir a la protección de los marabú y hablar con ellos sobre islamismo. A lo más que llegamos con los musulmanes es a saludarles en árabe o contestarles al suyo también en árabe. Se sorprenden mucho con eso, pero la cosa no pasa de ahí. De catolicismo ya estábamos bastante enterados. Pero a rasgos generales el islamismo no se plantea grandes innovaciones sociales y prioriza tener el pueblo en la ignorancia, mientras que los católicos que vamos conociendo que hacen labor pastoral se implican en proyectos sociales considerables. El padre José Collado, cuyo origen familiar es de Tarifa, pero que lleva en África desde 1968 nos desborda con su personalidad radiante de solidaridad. En un poco rato que sale de su despacho para acompañarme hasta la furgo donde se ha quedado Vic, nos habla de los cuantiosos proyectos que tienen en curso. Deja muy claro que lo que menos hacen es proselitismo. Reciben a quien se les acerca pero no van a buscarlo. Es un hombre de empresa muy identificado con su misión. En el este de Níger es donde hay más densidad de población y donde hay más integrismo musulmán. Nos cuenta como enfrentó en una ocasión una horda de gente que ya estaba subiéndose a las paredes para asaltar las instalaciones siendo los mismos manifestantes los que dijeron de no tocarlas. En ese acontecimiento quemaron un templo protestante. Nos cuenta la anécdota de un robo reciente por unos bandidos de un 4x4 en una de sus parroquias al norte del país, siendo devuelto a los dos días por los mismos tuareg en armas y el potencial explosivo del país a causa de las reservas de uranio y la intervención libia en la zona a causa de un viejo sueño de Gadafi de unir toda la zona.
Hace semanas que estamos condicionados por dos impulsos contrarios: el de permanecer en lugares de descanso y el de movernos por sitios aún no visitados. Este viaje medio de ida y vuelta a Zinder confirma el cansancio. El paraíso es cualquier habitación con mesa, enchufe, ducha, cama y un ventilador. ¿La furgo?, bueno la furgo es para chicos y chicas de plastilina que se acoplen a todo.
Fuera de Niamey no hay cajeros automáticos. El Banque Atlantique los anuncia en otras ciudades, asi como otros bancos, pero en realidad no están todavía en servicio. Le muestro mi enfado a un empleado de una sucursal en Maradi por haberme detenido expresamente al ver su poste de los que se iluminan anunciándolo. Estará en funcionamiento dentro de uno o dos meses, no antes, ¿entonces porque no esperan a anunciarlo cuando ya funcione, de ese modo no estaría perdiendo el tiempo con Vd. ni Vd. conmigo por haberme detenido en balde? Raramente me enfado pero el enfado sirve para medir la reacción del interpelado, que sonríe y busca rictus de complicidad en los vigilantes que están al lado (en las puertas de todos los bancos hay) pero no me discute lo que le digo. La razón (no la histórica sino la ordinaria) está de mi parte. Tenemos el dinero justo para combustible para llegar a Zinder y volver.
Los controles policiales de Níger no son especialmente molestos aunque siempre hay alguno que nos enseña los dientes. Cuando se ponen a buscar los visados en el pasaporte no se aclaran. Es conveniente en los pasos fronterizos verificar la visa de entrada, en que pagina la ponen y que la fecha sea clara, de otro modo el siguiente policía que la revise puede sospechar que eres un intruso ilegal o un terrorista. Lo mejor es facilitarles toda la documentación con todo género de explicaciones para que vean que eres un perfecto cumplidor de la ley y siervo de los galones que se te pongan por delante. En cuanto al disco despintado de haute controle gendarmerie u haute la police sigue teniendo un doble sentido. La mayoría de policías hacen la siesta y no mueven el culo a tu paso, algunos que quieren triunfar en la vida interpretan que haute es igual a stop y significa quieto-parado nada mas veas el disco. El problema es que a menudo encuentras el disco y no ves a ningún control, tal vez porque lo olvidaron desde la última vez que tuvieron un puesto en ese sitio, en otras tienes que discriminar entre el montón de vagos echados en las sombras de alrededores y averiguar qué grupo de ellos va uniformado y si alguno mueve el esqueleto para venir a molestarte.
Nos quedamos la tarde de nuestra llegada en el recinto católico. Es lunes y su biblioteca está cerrada, J.Collado abre una habitación no usada junto a nuestro estacionamiento para poder conectar el ordenador. La habitación esta llena de polvo pero tiene un ventilador. Barro un poco y me quedo dentro a trabajar, mientras tanto Vic se echa en nuestra cama para descansar.
Cada vez que hablamos con alguien que esta implicado en proyectos de reformas reales y cambios situacionales nos corroe el gusano de otros tiempos y nuestra energia derivada para otros asuntos, generalmente testimoniales o de placer. Solo somos unos observadores dispuestos a criticarlo todo o a pasarlo por el laboratorio de los detalles pero no a quedarnos en los sitios para implicarnos en un plan de alimentación, un banco ético de microcréditos, crear una escuela o evaluar cualquier otro proyecto de intervención que justifique nuestra dedicación de tiempo y deje un saldo de resultados contables para los lugareños. Hay muchos héroes, como Collado, a los que sus iglesias deberían hacer santos pero no por su apostolado evangelista como por su capacidad de rehacer la realidad. En cuanto a nosotros, se nos disiparon las energías en otros muchos proyectos del pasado que a ratos funcionaron. Cuando Vic y yo nos decimos de buscar un lugar del mundo, quedarnos ahí para lo que nos quede de adeptos a la vida y tirar la llave, y nos preguntamos la posibilidad de hacerlo en los muchos sitios que recorremos y paramos, siempre repetimos el no por respuesta, no, aquí no, aquí tampoco. Hay algo que tampoco nos sobra que no estamos dispuestos a renunciar: el confort, la paz, la salud y la vida en nuestro santuario privado. Por otro lado sigo pensando que en cualquier lugar del mundo con las condiciones climáticas permisibles y los poderes facticos neutralizados uno se puede quedar y sentirlo como suyo.

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Fragmentos y descripciones de viajes geográficos sobre una silla de ruedas movida por energias insospechadas. (Los textos pertenecen o a nuestro libro, en curso, el Viaje de la vida).

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