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jueves, 18 de septiembre de 2008

Noticias del pasado histórico.

Mansoa 7 septiembre 2008
Tras tres días de acogida y conviencia nos despedimos de irma Speria. Fui a buscarla a la reunión que mantenía con el profesorado de su escuela. La descolocaron un poco mis dos besos de mejilla. Luego fui a despedirme, en nombre de Vic también, de irma Romana al ospedale das crianças donde dejamos para la vuelta una visita de verdad dada la cantidad de mujeres esperando que había y el trabajo que eso le suponía. Muchas mujeres jóvenes con sus pequeñuelos en brazos y otros en el bombo rugiendo para ver mundo. Los hombres, como de costumbre en sus no que haceres, a la sombra o a cubierto haciendo el vago, el pseudo vago o algo menos de vagos. Hospitales de este tipo, que han puesto freno a la mortalidad infantil o la han reducido considerablemente, hacen pensar en que una de las leyes implacables de la selección natural, el de la muerte del más débil para la supervivencia dentro de la especie del más fuerte, es neutralizada por la mano caritativa del blanco filántropo. Todo su humanismo consigue restablecer otra ley no exenta de controversia: el derecho a la vida. Al mismo tiempo, la cultura para el planning, la lógica aplicada a la reproducción humana, las pautas para tener embarazos deseados y oportunos, todo eso sigue fallando. Muchas niñas en la edad de los juegos que amplían a jugar con un pene se encuentran con el bombo sin saber aun el significado corporal de ello y lo que les espera en el futuro. Toda una tradición se abalanza en su contra para hacerla desgraciada y traer al mundo a una criatura deficitaria con un padre ausente y a veces sin un padre que separa realmente que lo fue. La crítica simplista contra los padres irresponsables olvidan alegremente que algunos lo son entre los 15 y los 18 años sin saber tampoco el significado de eso y donde hubo un rato de placer y juego no hubo la menor reflexión sobre un proyecto de paternidad para antes de terminar la niñez. El problema no viene dado por la no existencia de preservativos o porque no se sepa el mecanismo del embarazo sino por un absoluto desprecio a la vida humana, en particular la que va a nacer. Ahí donde hay tanta prolijidad en lugar de un amor a la vida por los que nacen (¡que nazcan todos los cigotos! insistían las manifestaciones de derechas en Italia y en España en contra de sus leyes abortistas) hay una tremenda falta de respeto por los neonatos en curso por no garantizarles, no poderles garantizar, no plantearse garantizarles las mínimas de condiciones de vida. En la actualidad, todos los gobiernos africanos que tienen en sus suelos problemas de malnutrición en la infancia son co-responsables criminales de esta situación. Los padres que hacen nacer a las criaturas en condiciones insalubres, por supuesto, también. No estamos en el pre-neolítico como para no saber el significado de los coitos y sus consecuencias. Se pueden y deben orquestar campañas por la planificación familiar. Comparativamente tiene más valor un video y una conferencia ambulante por las aldeas promoviendo la tesis del embarazo planificado dentro de una sexualidad íntegra y responsable que no obstetras que dedican su vida a ayudar a parteras irresponsables de sus embarazos y nuevos hospitales financiados por blancos. No hemos visto durante todos estos meses que nadie trabaje con la palabra por la prevención y las modificaciones de comportamientos, en cambio toda la casta solidaria viene a trabajar con sus agendas para financiar edificios o pozos. Claro que este argumento está muy bien para escribirlo aquí pero ¿qué haces cuando tienes en tus brazos a Mateo, de dos años, el hijo de Julia, que viene a menudo a la misión católica, o a un mocoso que se me acerco el otro dia al sentarme en la cuneta de la carretera durante nuestro paseo y que le limpié las narices con un pañuelo? No, ese discurso no es para ellos, es para su sociedad, para sus padres, para el mundo de los adultos, para todos nosotros.
En una de las cenas, Romana, una mujer ya de 70 años y con varias décadas de actividad africana, dijo no por despecho, tal vez por lapsus e inconscientemente, que ella cuanto más tiempo llevaba trabajando por los africanos menos los entendía y otros que venían a pasar quince días al continente escribían libros, evidentemente refiriéndose a nosotros y a gene que como nosotros no se abstiene de transcribir sus experiencias. Ella sabia que estamos escribiendo este libro pero tal vez lo olvidó momentáneamente al hacer su comentario que tampoco nos pareció desafortunado sino solo propio del resentimiento generado por la esterilidad de tantos años de lucha sin tantos resultados. Para quien nos pregunta y quiere escucharnos reivindicamos el derecho a la palabra siempre y en todo lugar. Por mi parte añado que la teoría, contra la que pueda parecer, es otra forma de acción, una de las más sutiles porque evita hacer acciones superfluas o encauzar otras de una forma más sensata.
Antes de dejar Ingoré tuvimos que someternos al afán de curiosidad del posto de control de salida. Nos fisgaron como teníamos la furgo por dentro, cada vez más destartalada y menos apetecible con las marcas de los meses sumándose en cada rincón. Aunque no acertaron a decodificar el significado de cada mueble u objeto quedaron satisfechas sus ganas de molestar. Seguimos la carretera apaciblemente y sin baches hasta que el rio Cacheu nos hizo parar y ponernos a la cola de los coches esperando embarcar. Lo que cruza el rio no es un ferry de verdad, sino uno antiguo sin motor de propulsión propio que es empujado con estribor por una barcaza motorizada. Nos contaron que la anterior barcaza que tenia una entrada de agua que iba drenando con una motobomba se hundió porque olvidaron de conectarla. Aquí para embarcar no hay que ir unos cuantos quilómetros mas atrás para sacar el billete sino que un cobrador con el talonario en mano se ocupa el asunto, tal como la lógica suele aconsejar. Antes de preguntarle nuestra tarifa ya le di el dinero exacto de ella: 2250 cefas para no arriesgarme a que nos cobrara con los 3750 para vehículos como el nuestro cargados de mercancías. Puesto que nuestros bidones y cofre del techo lo suelen utilizar como pretexto para incrementarnos la tarifa prefiero enterarme a priori de los precios. A bordo, un tipo malcarado, lo mismo que el taquillero, masticando lo que fuera y escupiendo los escupitajos de la mala suerte (para mí es un misterio de donde saca tanta saliva el miserable para abastecer sus esputos), nos gritó con los gritos del subno ya que nos hallábamos separados 20 cms de la pared lateral. Despues de recordarle la consigna educaçao (prédica en el desierto, adicción que no hemos superado) con toda la cara de furia que pude, no le hice ningún caso a sus indicaciones de maniobra y ajusté el vehículo a mi manera. Estoy/estamos tan hartos de muñecos de trapo simulando ser individuos humanos que no me queda un gramo de tolerancia para nadie. En contrapartida las púber que vendían huevos duros y arándanos y cervezas nos proporcionaron un decorado de sonrisas y de buena armonía. Una próxima consigna para una de nuestras pizarras va a ser: ni todos los seres humanos son personas, ni todas las personas se sienten orgullosas de pertenecer a la raza humana. Todo un meeting. Una de las frases que hace pensar. Sabemos que las frases que empiezan con negaciones suelen disparar las neuronas no siempre con éxito, las hay que se cortocircuitan. Habrá que traducirla al portugués, al francés o al inglés. De momento nuestro espacio ideologicista, que no proselitista, está ocupado por otros mensajes proverbiales: no discrimination against white people a un flanco y Devuelto a la lentitud llego antes a mi mismo. Una demanda clara contra los que se aprovechan de los viajeros blancos y un verso de poética filosófica entendible solo por quienes hayan bregado con las prisas en sus biografías no llegando a ninguna parte aunque hayan llegado pronto.
Nos continuamos dejando llevar por la carretera llana y segura, con palmerales a ambos lados y lagunas de poca profundidad. A la entrada de bulla otro puesto aduana donde identifican el carnet de passage y nos dejan continuar. Una curiosidad constante en toda África es que nunca sabes si los propios agentes de control están al corriente de la documentación legal. A cada rato tienes que explicarles lo que es un documento o lo que es otro. Algunos aunque no sepan identificarlo, como el carnet de passage para no pasar por ignorantes se las dan de expertos y nos dejan continuar. La verdad es que en la lista de países que figura al dorso del documento para los cuales es válido, no está el de Guinea Bissau, tampoco lo estaba el de Mali. Desde que nos consta el descontrol que caracteriza a los controladores venimos, utilizando la táctica de enseñar cualquier papel que tenga a mano. Soy capaz, llegado el momento, de presentar una tarjeta de cliente de Cadena Humana que tiene el mismo color que el permiso de conducir, a ver que pasa. Puedo ser acusado de infravalorar la inteligencia de los inspectores. Me niego a aceptar la palabra. La valoro al detalle y en su justa medida. En África es posible cualquier clase de presunción imaginaria. Para viajar es mejor encontrarse con gente inteligente que no con hijastros que no superan la talla ancestral del planeta de los simios. Con alguien inteligente, por malo que sea, tienes la oportunidad de razonar, con alguien que no lo es corres más riesgos. En cuanto a los tipos que no paran de quererte sonsacar dinero tampoco me lo he de tomar tan mal si todo lo que quieren es eso: dinero. Saladino dijo de los enemigos que querían dinero que no les debía temer porque solo querían eso. La gente que solo quiere dinero siempre te da la oportunidad de que la compres y te deje en paz.
En Bula, un espacio arbolado, lleno de gente en fiesta o en música, adolescentes, chicas y chicos con sus tambores y ritmos de percusión, nos atrae y decidimos quedarnos. Es la igreja sao Antonio. En África reconocemos el catolicismo por la capacidad logística que tiene, algo que desde luego existe en Europa pero cuya envergadura no habíamos confirmado de un modo tan evidente como aquí. No hay otra organización en el mundo con su potencial en infraestructuras y territorios privatizados. Las distintas diócesis son el vaticano en territorio ajeno. Son espacio intocable. Todos los gobiernos están interesados en llevarse bien con el vaticano. Por su parte la curia católica ha aprendido en sus siglos de historia como manejar sus diferencias internas y reducir al máximo los cismas que den lugar a nuevos tipos de religiones, en lugar de eso viene permitiendo congregaciones de todas clases en su seno siempre que no objeten la autoridad papal. Otro tipo de organizaciones internacionales con las que nos hemos ido encontrando: Save the children (no tanto como en Centroamérica) o los Rotarios, cuyo circulo (una especie de timón de barco) de color amarillo los anuncia a la entrada de no pocas ciudades, no tienen punto de comparación. Independientemente del valor que tenga para las almas de sus feligreses, el catolicismo es antes que nada una cantera continua de vergeles y de espacios desde los que conectar socialmente y apoyarse infraestructuralmente. Antes que nada, para nuestro punto de vista, claro, para sus usuarios que lo tienen como eje vertebrante para las razones de sus vidas opinarán otra cosa. Esperamos que nadie que siga nuestro itinerario abandone sus hábitos hoteleros por nuestra influencia y deje de pagar los 13mil o más cefas por noche, como en los hoteles de Ziguinchor, y pase a recurrir a la logística católica. La diferencia entre usar uno de sus establecimientos, (ninguno igual a otro, cada cual con su idiosincrasia particular, con un tipo de acogida diferente y de sensibilidad humana distinta) o usar un hotel es que aquí no eres mas que un cliente por muchas deferencias que eso genere. Tu valor solo pasa por el de tu dinero y tu cuenta de gastos. Desde el punto de vista del hotelero su inserción en su hábitat social es otro. Hay que tener en cuenta que muchos establecimientos para alojar turistas están montados o tienen gerencias de blancos, con lo cual no solo aportan la comodidad sino también los valores y precios de otro continente, con lo cual la idiosincrasia local brilla por su ausencia. En Ziguinchor por cierto, cerca de los hoteles más importantes, están apostados los chiringuitos de los artesanos que saben que sus esculturas y máscaras de madera solo tienen una oportunidad de venta y es con los extranjeros. En el que fuimos un dia con intención de comer, el Perruquet, antes de instalarnos, con todo lo que supone bajar de la furgo, trasladar nuestros enseres y ocupar una mesa por nuestra lentitud de movimientos me informé sobre su cobertura wifi. En efecto tras la barra estaba el aparato que la proporcionaba, supuestamente. Una vez instalados en la mesa antes de pedir nuestro encargo de comida verificamos que la tal cobertura no existía. La mánager no se dignó salir de su despacho para remediar la cuestión. Desmontamos todo y nos fuimos por donde vinimos, el local perdió dos clientes y nosotros hicimos dos fotos al soberbio rio Casamance desde su terraza además de aprender una lección más. La próxima vez además de preguntar abriré mi ordenador portátil y comprobaré que efectivamente hay cobertura wifi antes de que Vic baje del vehículo y haga todo el esfuerzo del desplazamiento.

Identificamos al padre al cargo de Sao Antonio porque salió acompañado de dos monjas blancas con las que coincidimos en el barco. El modo de vestir de Jorge con un sombrero con el ala levantada por delante al estilo usado por el ejército napoleónico y toda su hechura de pordiosero no parecen darle la categoría del máximo responsable de las instalaciones. Enseguida nos abrió un salón de actos y me indicó las distintas categorías de enchufes. Me dijo que sus baterías transforman la tensión a 220 voltios, me pareció técnicamente una barbaridad pero nos instalamos y trabajamos en lo nuestro. Mientras, la percusión frenética no paró un instante. Los chicos y las chicas en la edad del descubrimiento de sus cuerpos rebosando sensualidad, cada uno de sus gestos era para el ojo de una cámara, la gracia que tienen es tanto mayor porque son absolutamente inocentes de sus exuberancias. No creímos en que la cosa terminara en orgía pero no dudamos que el mismo frenesí musical podria llevar a ella no hace tanto tiempo en, tal vez otro ámbito, en el que la cruz cristiana no limitara tales excesos.
Un chico sentado en un tambor a unos metros de donde habíamos estacionado y antes de hablar con el párroco responsable dijo que fuera hasta él que quería decirme algo, le dije sin moverme desde mi sitio: fala, (habla) que hablara a esa distancia pues, me indicó que tenía afonía, no lo hizo. No vino hasta mí para hacerlo ni yo voy hasta él. Estuve por decirle si coincidía despues con el chico que no se dice a nadie a distancia ven salvo si es un autoritario o si es alguien a quien se le tiene suma confianza. Puesto que no lo conozco de nada ni es amigo solo cabe la posibilidad de que sea lo primero. Un cartel de sao Leonardo Murialdo, fundador de los pp josefinos nos dio una pista de donde podemos estar. A Giorgio Forini le compramos zumo de mango y mermeladas, una de naranja con la corteza incluida, la otra de no sabemos qué, empalagosa y desechable. Su glucosa es lo que nos mantuvo activos neuronalmente el resto de la tarde.

El padre Jorge nos contó que estuvo enfermo por dos veces en los primeros dos años de venir a Guinea desde Brazil. Una de ellas pasó por un coma. Al valorar esa experiencia retrospectivamente no dudó que cayó en tal estado al chocar con la desidia local y la falta de correspondencia con la gente a los que ayudaba. Al preguntarle sobre la perspectiva de futuro habla de cambios sensibles a 200 o 300 años vista. Confirmarle nuestra admiración por gente como él por su heroicidad de bregar con los desheredados de la tierra no por serlo sino porque quieren continuar siéndolo no lo llena de felicidad. Mientras estábamos trabajando en el salón de actos de la iglesia de sao Antonio en Bula, soportando, más que gozando, la música, siempre la misma de los tambores, observé varias veces la furgo que se había quedado fuera. En una de esas veces un chico trataba de abrir la puerta posterior. Me abalancé sobre él (con palabras, no con los puños de justiciero). Le sugerí que pensara en lo del fuego eterno advertido por los católicos por su malicia. Estoy cansado de ver gente que prueba con la empuñadura de nuestras puertas para tratar de abrirlas y ver lo que se lleva. En el nuevo establecimiento y alojamiento por años nunca han conseguido hacer una pequeña cantidad de animales de granja porque siempre se los roban. Jorge nos proporcionó una habitación junto al comedor. Compartimos comidas con el resto de geste: otro cura, y otras personas, además de Crhistian Paredes, otro josefino, un ecuatoriano que llevaba dos meses y que va a estar por un año en Bissau. Está en la edad del ilusionismo y tampoco era cuestión de desacreditarle todo objetivo social o de evangelización en el que se meta, el futuro ya se encargará de decírselo.
La igreja sao Antonio había sido históricamente de los franciscanos. En algún tiempo la saquearon completamente y mataron a sus inquilinos. Luego cambió de orden religiosa. No deja de ser curiosa esta escena que se ha repetido en tantos lugares del mundo de masacrar a la gente religiosa durante periodos armados y sangrientos. Ya sabemos que en los momentos de rebelión se crean las condiciones oportunas para que toda clase de criminales de por sí campen a sus anchas. La experiencia española del catolicismo en contra de la República por no mencionarle en las atrocidades hechas en siglos anteriores, nos advirtió de lo que era capaz y condicionó profundamente en su contra. La historia posterior ha demostrado que el fusilamiento de sus curas llevara a reconocimientos de error y autocritica de la iglesia tanto en el Vaticano como en España. El pasado es un reguero de muertes vengativas que no consiguieron cambiar la naturaleza humana. Hay algo del asesinato político imperdonable: arrebatar una vida ajena no solo porque se la odia, sobra o se la quiere apartar, sino también, o sobre todo, porque se la envidia. Un proverbio francés dice que a los ladrones en la paz se les cuelga y en la guerra se les honra.
Viajar tiene algo de control remoto. Te metes en unos cuantos tramos de quilómetros encadenados y vas al pasado, a maneras de ser que te parecen antiquísimas. Como viajeros nos toca enfrentar cada dia las necesidades primarias (electricidad, alojamientos y duchas), las más sofisticadas como internet a veces tienen que esperar durantes semanas para ser cubiertas. Tampoco es tan grave, muchas veces te llevas el chasco de la ausencia en personas en las que confías encontrándolas ausentes de tu bandeja de correo, donde esperabas encontrar una respuesta o la reafirmación del contacto; otras, lees respuestas que te sumen en la perplejidad. El mundo no es mayor incrementando el numero de contactos con la gente, sigue siendo el mismo aunque la verdad es que cuantas mas gente te quiera y más piensa en ti,-lo mismo en recíproco- el mundo parece más cercano sea cual sea la distancia a la que te vayas.

Aunque no paramos de reconocer los modelos habitados de las propiedades católicas que nos vamos encontrando no podemos por menos de sorprendernos algunas injustificadas atrocidades, como un árbol de varias docenas de años, majestuoso, enorme, que pasaron por el moto sierra por que temían que alguna de sus ramas cayera e hiciera daño a los niños que solían ponerse a jugar en su sombra. Lo mismo que los que cortaron en el jardín de infancia de la iglesia de Kaffrine para reducir el volumen de mosquitos. Razones insultantes que vivo como si me amputaran falanges de mis manos. No hay que olvidar que los niños son la principal fuente de inversión de la ideología católica, la naturaleza está en segundo plano. No es el primer árbol que segaban; otros del mismo tamaño y en la misma calle corrieron la misma suerte quedando sus grandes raíces en el suelo como testimonio de su desaparición. Bissau es un país exportador de maderas de primera calidad. Otros países llegan a acuerdos con el gobierno que hace los grandes negocios para ofrecer sus recursos naturales al mejor postor. Los beneficios van afuera y el pueblo sigue en la miseria, claro que el pueblo no lucha para cambiar el estado de cosas y como se suele decir, por gafe que resulte, cada pueblo tiene lo que se merece.
La igreja de Sao Antonio es todo un centro de formación profesional. Su slogan es educación de coraçoes, se enseñan distintos oficios desde 1984 Tiene un taller mecánico y el aceite de sus vehículos lo cambian allí. Estacioné la furgo sobre la pista de baloncesto durante la primera noche, esto me permitió ver al dia siguiente que el motor perdía aceite. Moví un par de metros el vehículo para la reconfirmación. Fue suficiente poner el vehículo sobre el foso para averiguar el motivo de tal pérdida: el tapón desajustado. ¡qué bárbaro! el tapón estaba flojo y bastó apretarlo para confirmar en los siguientes motivos que la pérdida había cesado. No se por qué extraña inspiración se me ocurrió poner la furgo en suelo firme, de otro modo no habría advertido la perdida y es posible que con la vibración del vehículo hubiera terminado por perder la pieza. Esta pieza lleva una arandela especial que debería haber evitado su desaflojamiento, si sucedió –parece ser- fue porque no fue apretada suficientemente en el ultimo cambio de aceite en Barcelona. Cuando volvamos a Barnápolis les comentaré el detalle en cuestión al establecimiento donde fuimos a hacer la revisión periódica, un antiguo Spidy de la travessera de Corts. La queja con los mecánicos africanos es totalmente injusta comparándolo con estos detalles de los españoles. La única diferencia es que a la condición de víctima de éstos ya estábamos acostumbrados mientras que la de aquellos nos hemos tenido que acostumbrar de nuevo. En el foso del taller, los bajos de tu vehículo se ven en directo y se desvanece toda posible fantasía. Es como mirar la realidad desde su perspectiva oculta. El protector de cartón-piedra, ideal para decorados de teatro, lo encontré completamente destrozado. ¿Cuantos rozamientos con los bajos hemos sufrido, quince, veinte, treinta, en lo que llevamos de viaje? La idea que ya tenemos de substituirla por una plancha de metal no es tan fácil de hacer. Es una propuesta a ir planteando a los sucesivos mecánicos que vayamos conociendo. Tal vez el de Dakhla se atreva con el asunto. Mejor intentarlo en África, en Europa no se atreven con encargos de este tipo o son muy caros. Por mi parte sigo con mi curso de mecánica del automóvil en pequeñas sesiones extras, mi oficio preferido. El taller de sao Antonio lleno de tornos, taladradoras, cizalladoras, serradoras, fresadoras, mesas de matricerías, me ha recordado en los tiempos en que me inicié en ese submundo de grasas en la fábrica metalúrgica de mis tíos, conocida internacionalmente por sus máquinas encajadoras de botellas y cintas transportadoras, una época en que la clase obrera parecía prometer futuros. Superada convenientemente, todo mi trabajo físico posterior no ha ido mas allá de usar hombrecitos para sacar los corchos de las botellas de vino para cenas especiales.

Vic ha recuperado el sonido virtuoso del clarinete. Indagó el sistema de llaves y descubrió que una pieza no se levantaba por un retráctil que no funcionaba. Hemos recuperado el Mi en toda su nitidez. Es la felicidad total. Ella practica todo lo que puede; no, todo lo que puede no, bastante, y casi cada día. Por mi parte hago mis solos. Me dicta los acordes que lee en la partitura y yo los reproduzco en principio para memorizarlos. Si no me acuerdo da igual también soplo y floto con las notas. Cuando tengo una necesidad creativa urgente hago solos con mi armónica. Nunca hago la misma canción pero todas las melodías me suenan muy bien. Ella, que es mi público incondicional, me dice que estupendo, pues vale. Estoy por proponer a nuestra felicidad para cum laude en cuanto pasemos por delante de una oficina de la UNED o de alguna facultad de patentes de sentimientos demostrables.
En Sao Antonio tienen de todo, incluida una conexión a internet. Pude utilizar mi portátil conectando el cable directamente. Gracias al msn pude reanudar mi chat con Almu con quien hablaba cada dia un rato en Dakar y estando ella entre Lisboa y Guadalajara. El Messenger es un instrumento interesante para saludar y a veces para hacer conversaciones de horas. A Isaac y a Misse les pedí que también lo instrumentaran para tratar de coincidir de cuando en cuando. Isaac lo hizo en cuanto pudo, Misse todavía se pierde por la jungla de internet sin machetear las sendas adecuadas. La verdad es que cuando estás en un país lejano además de recibir y enviar emails si ves la ventanita que se abre de una persona querida que se conecta es una gozada difícil de explicar. A diferencia de las cartas que a veces pueden ser algo duras, la conversación por chat puede aclarar mas asuntos si se concede tiempo para hacerlo.
El segundo árbol que cortaron de los tres que tenían en plan contra la naturaleza, justificado por sus riesgos de que cayeran por si solos por enfermos, decidió caer sobre el tejado de la porchada. La uralita, aquí todavía empleada pero en Europa prohibida, se vino abajo con unas cuantas pequeñas vigas. Nos hicimos paso entre los escombros para nuestro paseo de atardecer hasta el centro de Bula, donde un local, el 24 de setembro, (la fecha de la independencia) nos guardaba elephants en la nevera congelador encargadas un par de días antes. El recinto de Sao Antonio está a 1 o 2 kms del centro pero el asfalto llano permite recorrer la distancia sin dificultad. El boa tarde con cada grupo de gente en su porche convierte a Vic en una personalidad venerable levantando la mano a cada saludo. Yo voy atento detrás para que mi reina y su frase no rueden por los suelos. Tras pasar por el campo de futbol céntrico donde la muchachada practicaba football (algo que incluso vemos practicar más que en Senegal. El recinto de Sao Antonio tiene tres donde se hacen partidos cada tarde) oímos un fuerte silbato. Tuvo que pasar un rato antes de darnos cuenta que el silbato no era del árbitro del partido sino del tipo encargado de bajar y doblar la bandera del país. Por lo que vimos todos los viandantes de todas las edades se quedaron parados en posición parecida a la de firmes. Nosotros detuvimos nuestra marcha para simular lo mismo. Desde que unos españoles fueron detenidos por meses en un país balcánico por encontrarse una bandera y tal vez sonreír al encontrársela tirada por un comentario jocoso apropiado a la situación, toda bandera pasa a ser la sangre de Cristo licuada o incluso más y merece todos los honores. Entre nosotros: no es más que un trapo coloreado que si no fuera porque simboliza no se sabe nunca muy bien qué de cada patria, podria servir como colcha o cortina. Ante la nuestra, la de Pace, que sigue de cortina en una ventana de la furgo, nadie se nos cuadra gritando viva la paz. Tampoco lo esperamos. Tampoco tocamos el pito. ¿Oigan, Vds. porque no se han parado ante el silbato? No conocemos las costumbres locales y hemos confundido el silbato con un penalti del partido de al lado. No hay excusa que valga: prisión incondicional y para dentro de dos años juicio. Vale. ¿No tienen un cadalso con guillotina para terminar antes? La Elephant de un rato después nos retiró de la magra realidad para pensar que todavía existen placeres por los que correr riesgos ante banderas y banderilleros.
Durante nuestra estancia en Sao Antonio, Vic utilizó la habitación que nos proporcionaron y yo iba a dormir a la furgo para mayor seguridad de nuestros bidones y mayor tranquilidad mía. Carlos se enfadó por no confiar en los guardeses. En realidad el establecimiento tiene una larga tradición de robos: desde ganados a libros. Giorgo me dijo que la biblioteca fue esquilmada en sus dos terceras partes por una población de usuarios que iba a eso, a robarle, ya que no leían. Inexplicable pero cierto. Dia a día, sin que él directamente nos lo ofreciera, fuimos ganando otros espacios, como la sala de internet, donde Cristian iba a diario para conectar con Ecuador. Giorgo es un hombre malcarado, que lleva de director de la instalación desde hace tres años, buena persona pero cuyo semblante solo permite adivinar un enfado lastrado. Quizás nuestra presencia le incomodó: un viajero siempre es alguien que está de paso y que trae las informaciones de un sitio hasta otro, que valora y comenta cosas de lugares sin haberse implicado en ellos en detrimento tal vez de los residentes que dan cada día el do de pecho. Su dedicación como leñador los días que estuvimos con él es posible que le agriara algo más el carácter. Cristian aceptó el argumento dado: el árbol enfermo podía caer y aplastar a uno de los niños que jugaran. Sí los árboles mueren y caen. La falta de base por sus pocas raíces los convierte potencialmente en moles peligrosas. Mas hacia el centro junto a otra iglesia también hay la base de un gran árbol que fuera serrado. La vida humana tiene toda la prioridad y la vida de la naturaleza está en segundo plano olvidándose que la una depende de la otra. Bissau es un jardín de bosques. Su mayor belleza es el agua y los árboles. Si la misma gente culta corta árboles de 50 o 70 años de historia con más de un metro de diámetro, plantados además por sus antecesores en el espacio, que lo ajardinaron y lo perfeccionaron, ¿qué no va a hacer otra gente sin escrúpulos? Lo más que pudimos hacer fue escribir un responso por los árboles caídos, al menos uno de ellos dio un golpe del que se acordaran a la porchada creándoles trabajo extra para después. Con la gente que compartimos la mesa durante unos días nos hicimos fotos. Con toda no, Paolo, el otro sacerdote colega de Girogo se negó en redondo diciendo que le tenia miedo a las fotografías, al principio lo tomamos en broma pero luego vimos que era absolutamente cierto. Carlos, el carbonero, estuvo durante todos los días estudiando la humareda de la vieja forma de hacer carbón vegetal. Una enorme media esfera cubierta de tierra con varias chimeneas laterales donde el lento recalentamiento de los troncos puede durar semana y media. La misma forma que históricamente hacían en la Garrocha y otras zonas montañosas de España. La comida no tuvo nada de mención salvo la única noche que nos ocupamos nosotros de hacer una sopa de pan, de la que podemos decir que estamos internacionalizando y que presentamos como sopa de pobre: un manjar. Luego hicimos arroz frito. Yo tuve mi rato de protagonismo como chef pero sin dejar ningún saber escrito ni ninguna receta. Las dos cocineras aprovecharon la ocasión para no trabajar tanto y no dejar el segundo plato preparado con lo cual también nos tocó prepararlo a mí y a mi pinche: algo parecido a un pilaf turco, un arroz frito. La cosa gustó: algo distinto al arroz blanco como teca cotidiana (puede faltar dios pero no el arroz nos dijo que se dice en Ecuador, pero en África dicen algo peor: si no hay arroz no hay comida. El arroz, el blanco quiero decir que es el que se emplea por aquí, demuestra muchas cosas a la vez: desde una incapacidad gastronómica brutal al no saber usarlo demasiado salvo como hervido a una incapacidad absoluta para el paladar. Sin arroz la gente moriría irremediablemente de hambre, con él debe padecer déficits pero al menos los estómagos se van a la cama con la sensación de plenitud. Detrás de un hombre que solo traga y no diferencia entre el placer de un plato y otro hay un amargado existencial, un animal de pocilga que le da lo mismo que el pienso de medio dia y de la noche sea el mismo con tal de parar los rugidos de sus intestinos. Ya se ha dicho que un ser humano no es más que un gusano con una boca y un ano en estado de complejidad pero no abundaremos en eso para no crear más problemas de conciencia de los que abundan. La sopa de pan, en realidad se llama de tomillo, podría salvar el mundo. De hecho eso del hambre africana es un camelo. En determinados periodos de hecatombes puede haberla pero la gente no pasa hambre, solo que la sacia con arroz. Uno de los placeres de la vida pasa por el yantar, aunque eso suene a muy rudimentario y al vozarrón de Camilo José Cela. Quien desprecia ese placer en si mismo es que debe despreciar otros muchos. Tras ver vaciar una enorme olla en la que el personal repitió y quedando una buena parte para las cocineras que degustaron y se llevaron al dia siguiente, nadie salvo Cristian, el único interesado y forastero de paso como nosotros, preguntó como reproducir el plato para una siguiente vez. Lo mismo en cuanto al arroz frito. Este tiene un sabor que supera al blanco a secas y simplemente se ha de tener en cuenta el cuidado de tostarlo con ajos y cebolla antes de hervirlo. La cultura culinaria dice mucho de cada país. El exceso de monocultivos y la falta de imaginación convierten sociedades enteras en sociedades pálidas con una falta insultante de criterio. No deja de sorprendernos que en el corazón de los países naturales la gente no se lo monte mejor de lo que lo hace.
Nos fuimos del establecimiento tras hacer más compras de mermeladas y pagarle a Giorgo más de lo que esperaba. En la cuenta de gastos incluimos los 5 litros de aceite para el motor de la furgo.
El recorrido hasta Bissau, capital, sorteó varios controles policiacos, a cual más absurdo. Cuando uno miró nuestros pasaportes alegando que era un oficial de emigración, le tuvimos que explicar donde estaba el visado y lo que decía.los otros nos paraban para preguntarnos si nos iba bien el viaje. Por lo general un policía se complace chocando la mano con un blanco.
En Bissau fuimos hasta el puerto donde recalamos un rato a la sombra, en otro de esos bares que hay muchos parroquianos pero muy pocos que consuman algo. Como siempre salvo ponernos una alfombra roja en el suelo desde el coche hasta el local siempre hay alguien que tiene el perfil de esclavo y que se presta a hacer el rol de tal. Nos indigna que alguien pueda ser tan poco digno de sí mismo e insulte así a toda la raza humana. El que nos tocó en esta ocasión se permitió sentarse a nuestra mesa y decir al resto de la clientela que era el guardián de nuestro coche aparcado a la sazón enfrente y que no necesitaba vigilancia alguna salvo la que ya la proporcionamos nosotros. El tipo se durmió al rato en el asiento y los demás se rieron de ese guardián que incumplía su deber. Cuando nos fuimos seguía aún dormido. Mientras estuvimos ahí fue desfilando el corte inglés. Compramos algunas cosas en particular un maletín para el ordenata de Vic, el de 12,1 pulgadas, ideal.
Antes de entrar en Bissau coincidimos con dos catalanes: Montse y David, de Médicos sin Fronteras. Llevaban su cargamento de suero para combatir el cólera que estas semanas está azotando la capital y que tiene una larga colección de muertos. Montse, fumando, nos habló de la importancia de la pedagogía para la prevención de la salud. David, fumando, gritó a alguien, un nativo, con voz de mando para que viniera a contarnos la dirección por la que preguntábamos. Cuando le dijimos el tiempo que llevamos en ruta, como tantas otras veces escuchamos la consabida frase de “¡qué envidia!” No tenemos ninguna duda que mucha gente se apunta de oenegera para tener un cuartel que les espere en sus lugares de destino, sentirse así algo protegidos aunque sea a cambio de hacer trabajos de los que no están muy convencidos y para los que no siempre están muy preparados. Para M sin F, la epidemia que se declara en un país es un motivo para enviar sus brigadiers y su autobombo de organización humanitaria. Todo eso no es más que mantener pegado al chupete a países que ya están en edad de crecidos. Mientras tanto los países necesitados se dejan ayudar más que ayudarse a sí mismos. Todo lo que necesitan los países más pobres del planeta (pobres de espíritu, desde luego) es una cultura de la autogestión.
Tomamos la carretera del Este para recorrer un poco más el país sin pasar por un cajero automático que tampoco vimos anunciando la posibilidad de usar credit cards. Antes de llegar a Mansoa nos encontramos de frente a toda velocidad una expedición de vehículos últimos modelos, algunos del ejército por la mitad de la calzada, en una carretera ya de por sí estrecha, posiblemente iba el presidente en ella. En menos de un minuto su incumplimiento de todas las normas cívicas de respeto y de conducción fueron incumplidas. Me mantuve en mi carril sin parar el coche y manteniéndolo asi hasta que varios vehículos de frente tuvieron que volver a reposicionarse en el suyo. De todos sin excepción la mano de varios de ellos indicaban que nos apartáramos, algo que incumplí obligando a que se recolocaran en su carril. Si algo no tolero es la soberbia del prepotente por muy presidente que sea; en el caso del que nos ocupa, un asesino demostrado que no ha sido juzgado por sus crímenes. Un tal Vieira que desacredita un vocablo de alta simpatía por los peregrinos del camino de Santiago y que indica el cuenco de la solidaridad, de la bebida o de la limosna. No dudo que de vivir en un país como este me haría matar por cualquier asesino legal de los que corren. En España también nos encontramos en una ocasión un mismo tipo de comitiva con un mismo tipo de gestos, al menos ahí un par de motos adelantadas de la Guardia Civil daban tiempo de preaviso. Oh la Guardia Civil, otro de los nombres tétricos de la historia reciente, uno de las referencias más claras del odio popular. No puedo olvidar que el país en el que nací ha salido del atraso no hace tantos años y que para los alemanes África empezaba en los pirineos. Las prisas de los hombres de poder en sus desplazamientos solo indican su inseguridad en los cargos que ocupan, propio de quien tiene pánico y de quien sabe lo muy despreciado que es. Todo usurpador sabe que hay razones históricas de sus contrarios para que lo liquiden a la primera oportunidad que puedan. Vivir con eso toda una vida de gobierno político ocasiona un desgobierno mental y una desazón permanente.

En Mansoa harto de escuchar lo de branco- branco, a la siguiente vez que pasamos por delante del mismo porche que lo decían unos chicos jóvenes me detuve para decirle en mi escaso portugués: es la segunda vez que nos dices blanco, ¿es que eres tonto o qué? No respondió.
Un rato después en el espacio católico el cura Antonio nos permitió que estacionáramos la furgo y nos abrió un aula para que pudiéramos seguir con nuestra escritura de la vida. Uno de sus ahijados estuvo un buen rato junto a mí y al ordenador flipando como salían las letras al pulsar las teclas. Su necesidad de contacto humano era tal que no paraba de mover sus piernas o acercar sus brazos para tocarme.
La potencialidad de la parroquia Sta Ana en la que nos alojamos era alta: un grupo de paso que aprovechó el tiempo cantando un cantico religioso, las cocineras, una niñada sorprendida con nuestra llegada, tres o cuatro aulas de la escuela en reconstrucción, una especie de salón de actos en el que estuvimos trabajando, la luz eléctrica con bastantes menos restricciones que en otras partes. Antonio nonos ofreció ninguna habitación ni tampoco se la pedimos. Su programa de actividad es alta: para un domingo despues de la misa local hace de cura ambulante para ir a dar otras misas por los alrededores. La vida en las parroquias es completamente distinta a la de los monasterios: en estos el rito es una prioridad en aquellas se relativiza bastante. En la mesa de Giorgo Forini se rezaba algunas veces, no siempre, una especie de avemaría o de padrenuestro. Otro comensal y nosotros dábamos la nota por la ausencia de nuestra persignación. Tras las cenas los tres hombres religiosos y los dos empleados se abutacaban ante la tele y miraban una de esas telenovelas sobre la codicia humana que pone los pelos de punta con actrices y actores guapísimos. El tema del celibato no lo hemos abordado con ningún cura o monje o monja pero no creemos que sea muy sano para ningún cuerpo ni mente.
Si en todo el oeste africano no paran de verse containers navieros al borde de las carreteras, Guinea Bissau es el país de mayor cantidad de ellos. Muchos están abandonados. La mayoría están mal posicionados de tal manera que quedan inclinados y son difíciles de reciclar como habitáculos o pequeñas tiendas. Los menos, habremos visto uno o dos están repintados o debidamente colocados sobre una plataforma para aislarlos de la humedad del suelo. Hay containers de todos los tamaños y gustos, el que más Maersk pero hay ortos muchos: Gold, P-O Ned Lloyd, Portline,Tritón, Safmarine,..Suponemos que tras su función para transporte de mercancías intercontinentales a las compañías les debe resultar más cara hacer su devolución que no dejarlos en destino. Con media docena de esos containers debidamente organizados y superpuestos y puestos a cubierto se puede tener una casa o tal como hacen en varios centros religiosos se pueden reutilizar como espacios para taller o para garajes. La mayoría simplemente no los aprovechan mostrando otra variante de la desidia nativa.

Con los guineanos hemos visto detalles que muestran lo mucho que les afecta si das señales de no confianza. En un primer poste aislado para cargar gasoil el chico puso en el contador primero los litros y después le dio a una especie de manivela de presión. La máquina no me ofreció la menor confianza y solo le pagué 2000 cefas al darme cuenta de su maniobra, en lugar de los 40mil que lo hice en la estación de servicio siguiente en la misma localidad de Sao Domingos. Según él los algo mas de 3 litros se vaciaron en el interior pero a mi no me pareció que saliera ninguno de la boca de la manguera. El chico casi estuvo a punto de ponerse a llorar contándole mi desconfianza a otro cliente. Posiblemente cometí un acto de injusticia pero a menudo tienes que tomar decisiones rápidas y juzgar las cosas por las apariencias. Nunca antes había visto un surtidor que se accionara así. En otra ocasión a un vendedor ambulante que después de un regateo acepté comprarle unas zapatillas no tenia cambio de 10mil pero no acepté darle nuestro billete para que fuera a cambiarlo si no que lo hice yo mismo. El se había ofrecido a hacerlo dejando toda su mercancía a nuestro lado, lo cual no me pareció con garantía suficiente ya que todo lo que tenía no me parecía que superara los 10mil. Se enfadó mucho por no confiar en ese asunto y sobretodo por perder una venta ya que yo no obtuve tampoco el cambio. El billete de 10mil, poco más de 15euros, sigue siendo una suma considerable para la que la mayoría de gente no tiene dinero de bolsillo para cambiarlo.
Por la mañana del domingo en el recinto de la parroquia una casa medieval con las tejas rojas traídas de Europa para la construcción, los pájaros nos despertaron, terminé de escribir un capitulo mas para nuestra historia y preparamos unos tés tras los cuales retomamos la carretera para continuar hacia el este.

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Fragmentos y descripciones de viajes geográficos sobre una silla de ruedas movida por energias insospechadas. (Los textos pertenecen o a nuestro libro, en curso, el Viaje de la vida).

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